Científicos alertan:
Vivimos “los primeros días de la sexta extinción masiva de la Tierra”
- Los grandes animales (descritos como “megafauna”):
elefantes, rinocerontes, osos polares y un sinnúmero de otras especies, se
enfrentan a la mayor tasa de descenso, una tendencia que coincide con los
eventos de extinción anteriores. Aunque estas especies representan un
porcentaje relativamente bajo de los animales en situación de riesgo, su
pérdida podría sacudir la estabilidad de otras especies y, en algunos casos,
incluso la salud humana.
Por un lado, habla del trabajo realizado por expertos de la
Universidad de California y del proyecto Salud y Ecosistemas: Análisis de
asociación (HEAL, por sus siglas en inglés) sobre los conflictos sociales que
se derivarían de la disminución actual de la fauna.
En el trabajo también se han considerado las futuras
técnicas de clonación que podrían recuperar especies extintas. “Se trata de una
opción muy real que plantea muchos interrogantes acerca de la elección de los
candidatos que se podrían recuperar o sobre si la capacidad de ‘resucitar’
ejemplares restaría importancia a la preocupación global de la desaparición de
especies”, señala Seddon, de nuevo según Sinc.
Esas son algunas de las consecuencias de la superpoblación
humana, pero también de una deficiente gestión de los recursos. En este
sentido, la mayor amenaza actual para la vida procede de la degradación de los
hábitats, una situación que afecta al 90% de las especies más sensibles de la
Tierra.
La pérdida y deterioro de la fauna terrestre son los más
severos de los últimos 50 millones de años
“Defaunación del Antropoceno” comienzan a denominar los
científicos a la era en la que vivimos y que constituye, según un estudio
publicado en 'Science', el inicio de la sexta extinción masiva de la Tierra. En
2004, un informe del Earth Policy Institute ya alertaba de este peligro,
propiciado por las actividades humanas. Por eso, nuestra especie es la única que
puede resolver el problema. ¿Seremos capaces de usar a tiempo nuestra
“inteligencia colectiva” para tal fin? Por Yaiza Martínez. Yaiza Martínez Escritora,
periodista, y Directora de Tendencias21. Saber más del autor
Los grandes animales o “megafauna” se enfrentan a la mayor
tasa de descenso, una tendencia que coincide con los eventos de extinción
anteriores, publica la revista ‘Science’. Imagen: amoghavarsha.com. Fuente:
Wikipedia.
Un estudio publicado ayer por la revista Science, dentro de
un número especial titulado Fauna en desaparición -en el que se habla de los
peligros de la reducción masiva de especies- alerta de que, aunque la
biodiversidad actual del planeta es la mayor de la historia de la Tierra, puede
estar llegando a un punto de inflexión.
Y no para bien precisamente, pues el grado de pérdida y
deterioro de la fauna terrestre es tal que podríamos estar viviendo “los
primeros días de la sexta extinción masiva del planeta”, señala la
investigación.
En general, se considera “extinción masiva” al período en el
cual desaparece un número muy grande de especies. La extinción masiva más
conocida de las cinco que ha sufrido nuestro planeta tuvo lugar hace 65
millones de años, y provocó la desaparición de los dinosaurios.
La diferencia entre aquellas extinciones y la que, según los
científicos, se está dando ahora, es que esta la estamos provocando los
humanos. Por eso, el autor principal de este artículo de Science, Rodolfo
Dirzo, profesor de biología de la Universidad de Stanford (EEUU), la ha
bautizado como “defaunación del Antropoceno”.
El primer término es un símil con el término
“deforestación”. El segundo es un término propuesto por algunos científicos
para sustituir al de Holoceno, la actual época del periodo Cuaternario en la
historia terrestre, debido al significativo impacto global de las actividades
humanas sobre los ecosistemas terrestres.
Datos presentados
- Desde 1500, más de 320 vertebrados terrestres se han
extinguido. Las poblaciones de especies restantes muestran una disminución
promedio del 25%.
- La situación es igualmente grave para la vida de los
animales invertebrados: del 67% de los invertebrados monitorizados, se ha
registrado un descenso poblacional del 45%.
Por ejemplo, experimentos realizados en Kenia sobre pérdida
de megafauna han revelado que, al desaparecer especies más grandes, aumentan
los roedores y, con ellos, la abundancia de los ectoparásitos portadores de
enfermedades que pueden afectarnos.
- La población humana se ha duplicado en los últimos 35
años. En el mismo período, el número de animales invertebrados -tales como
escarabajos, mariposas, arañas y gusanos- se ha reducido en un 45%.
- Un 41% de los anfibios están amenazados.
- Un 17% de las especies de pájaros están en peligro.
Portada del número de la revista ‘Science’. Fuente: Sinc.
Una extinción avisada
hace una década
Hace una década, en el año 2004, ya se alertó de que la
Tierra estaba viviendo la sexta gran extinción masiva de su historia, la
primera causada por una de las especies que la habitan; y que la desaparición
de especies es la más severa de los últimos 50 millones de años. Fue en un informe elaborado por el Earth
Policy Institute, una institución norteamericana dedicada a promover el
desarrollo sostenible, presidida por Lester Brown.
Entonces se advertía de que nuestras actividades hacen que,
cada año, desaparezcan miles de especies de nuestro planeta, desde pequeños
microorganismos a enormes mamíferos, sin que de muchos de ellos hayamos sabido
siquiera de su existencia.
También se señalaba que el nivel de extinción alcanzado es
entre 1.000 y 10.000 veces más rápido que el de los últimos 60 millones de
años, durante los cuales el crecimiento de las nuevas especies ha sido más
rápido que la desaparición de otras formas de vida, proceso que se ha
invertido.
Este otro informe señaló por último que, merced al cambio
climático –también provocado por las actividades humanas- el 15% de las
especies animales y el 37% de las especies de plantas podrían desaparecer hacia
2050.
En 2008, otro trabajo de biólogos de la Universidad de
California en Santa Bárbara, señaló igualmente que la Tierra está sufriendo su
sexta extinción masiva de plantas y animales, con cerca del 50% de las especies
en vías de desaparición.
Otros dos estudios en
'Science'
La plataforma Sinc informa, por otra parte, sobre el
contenido de otros dos de los artículos que aparecen en el especial de Science.
Según los autores, la caza y la pesca comporta 400.000
millones de dólares (unos 300.000 millones de euros al año) y es el sustento
del 15% de la población mundial. Por ello, la pérdida de estos recursos ha
provocado que las condiciones de trabajo se endurezcan, se amplíen las horas y
se reduzcan los salarios mediante el tráfico de adultos y de niños. En África y
Asia, por ejemplo, la pérdida de animales de caza y pesca ha endurecido las
condiciones de trabajo y ha promovido la explotación infantil.
La tercera investigación publicada por Science ha sido
liderada por Philip Seddon, investigador en la Universidad de Otago (Nueva
Zelanda), y en ella se han valorado los esfuerzos humanos para reintroducir
animales en entornos salvajes y recolonizar áreas donde ya habían desaparecido.
Para el científico, los lugares donde la gente aprecia más
su patrimonio natural, como es el caso de Nueva Zelanda, suelen conservar mejor
la biodiversidad. “Si las reintroducciones tienen lugar en el hábitat adecuado,
incluso en zonas dominadas por el hombre, no solo se puede restaurar la
especie, sino que también se restablecen las conexiones humanas con el mundo
natural”, agrega.
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Cuando desarrollamos la agricultura, hace 11.000 años, en
todo el mundo había únicamente seis millones de personas; pero el crecimiento
demográfico ha llevado en la actualidad a replegar la cubierta forestal del
planeta en 16 millones de hectáreas, particularmente en los bosques forestales,
donde el nivel de diversidad biológica es más alto. Los pantanos más ricos en
especies también se redujeron a la mitad durante el siglo XX.
Entre las soluciones, Rodolfo Dirzo propone, en un
comunicado de la Universidad de Stanford, reducir inmediatamente las tasas de
transformación de los hábitats y la sobreexplotación, con enfoques adaptados a
regiones y situaciones individuales.
Justin Brashares, autor principal del segundo estudio
mencionado e investigador en la Universidad de California, ha señalado por su
parte a Sinc que, para tratar el problema, sería preciso diseñar medidas que
“reconozcan las áreas afectadas, identifiquen las partes interesadas y trabajen
con los gobiernos locales mediantes acuerdos internacionales”.
Parecen coincidir, por tanto, los autores de los tres
estudios (Philip Seddon hablaba de que en aquellos "lugares donde más se
aprecia el patrimonio natural se suele conservar mejor la biodiversidad"),
en la importancia del trabajo local para, uniendo piezas, obtener un resultado
a gran escala.
Esta concepción de las soluciones resulta esencial, pues
señala que en parte estaría en manos de todos –ciudadanos y responsables
políticos de pueblos, ciudades o regiones, en colaboración con Gobiernos
estatales- idear, impulsar, respaldar y colaborar en iniciativas que modifiquen
este preocupante panorama. Como proponía el experto en gestión forestal y
director de la empresa Mirlo Positive Nature, Yeray Martínez, a Tendencias21 en
2013, “la inteligencia colectiva podría salvar el medio ambiente”. Veremos si
la ambición desmedida y su estupidez asociada no lo impiden.
Referencias
bibliográficas:
Rodolfo Dirzo, Hillary S. Young,Mauro Galetti, Gerardo
Ceballos,Nick J. B. Isaac, Ben Collen6. Defaunation in the Anthropocene.
Science (2014). DOI: 10.1126/science.1251817.
Justin S. Brashares, Briana Abrahms, Kathryn J. Fiorella,
Christopher D. Golden, Cheryl E. Hojnowski, Ryan A. Marsh, Douglas J. McCauley,
Tristan A. Nuñez, Katherine Seto, Lauren Withey. Wildlife decline and social
conflict: Policies aimed at reducing wildlife-related conflict must address the
underlying causes. Science (2014). DOI: 10.1126/science.1256734.
Philip J. Seddon, Christine J. Griffiths, Pritpal S. Soorae,
Doug P. Armstrong. Reversing defaunation: Restoring species in a changing
world. Science (2014). DOI: 10.1126/science.1251818.
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