Varios automóviles afectados por la fuerte riada, ayer. |
AFP
EFE
Al menos 10 muertos, varios desaparecidos, 13 heridos e
incalculables daños materiales es el balance provisional que han dejado las
lluvias torrenciales caídas ayer en varios municipios de la región capitalina
de Ática, en el oeste de Atenas.
Las imágenes de devastación mostradas dejan anticipar los
daños: coches arrastrados por torrentes, subidos al techo de viviendas,
edificios inundados y calles convertidas en lodazales, son algunos de los
problemas más visibles que ha causado esta catástrofe.
En algunos puntos el agua en el interior y exterior de
edificios llegó a alcanzar los dos metros de altura.
El cuerpo de bomberos ha confirmado la muerte de 10 personas,
aunque se teme que el número de víctimas todavía pueda aumentar, a la vista de
que todavía hay varios desaparecidos.
Ocho de las 10 víctimas fueron halladas en la localidad de
Mandra, la más afectada de todas y situada a unos 20 kilómetros de Atenas, algunas
en el interior de sus casas, y otras en los patios.
Las calles en Mandra se habían convertido en torrentes sobre
todo por los desprendimientos de barro y rocas.
"Las personas
están atrapadas en sus casas, el agua ha alcanzado un metro en el interior de
las viviendas y no hay ni agua ni electricidad en toda zona. No ha quedado nada
en pie". Ioanna Kriekuki. Alcaldesa de Mandra TOMADO DE LOS TIEMPOS DE
BOLIVIA
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