16 de Noviembre: “DÍA INTERNACIONAL PARA LA TOLERANCIA”
“El que está frente tuyo, es tu semejante.” Albert Camus
En 1996, la ONU, invitó a sus miembros a que el 16 de Noviembre de cada año, observaran este día, realizando actividades de difusión, dirigidas tanto a los centros educativos, ONGs. y público en general, por cuanto en 1995 se había celebrado el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia (iniciativa de la Unesco), y el 16 de Noviembre se aprobó la Declaración de Principios sobre la Tolerancia.
“La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, es la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.”(artículo 1º)
El día debería servir para hacer un profundo examen de conciencia sobre nuestras actitudes y conductas para con los demás y sobre todo en relación a los que son diferentes, o no participan de nuestras creencias, opiniones o culturas.
Los seres humanos en el devenir histórico nos hemos alimentado de odios y desconfianzas y muchos de los enfrentamientos son producto de los prejuicios culturales, políticos y religiosos.
Se impone un cambio de actitud frente a los “distintos”, encarando un nuevo aprendizaje, “ya que el desarrollo de la tolerancia y la confianza no se logra de la noche a la mañana; es algo que requiere tiempo y esfuerzos.”
Para ello “es indispensable el acceso a la educación en un marco de amplitud, ya que la intolerancia suele tener sus raíces en la ignorancia y el temor a lo desconocido, al "otro", a otras culturas, religiones y naciones.”
Ese disvalor muchas veces se adquiere a edad temprana, por lo que tenemos un desafío supremo, que consiste en una educación de los niños con principios de tolerancia, derechos humanos y libertades fundamentales.
La fecha debe “ser una ocasión anual de la educación para la tolerancia, así como de reflexión y debates sociales y políticos de mayor alcance sobre los problemas de intolerancia” locales. Es una oportunidad para proponer políticas que llenen los vacíos existentes.
Este problema está aumentando en muchas partes y sus manifestaciones adoptan formas locales o nacionales. “Por lo que las normas mundiales contra la intolerancia tienen que combinarse con medidas locales, nacionales e individuales.”
Cada uno de nosotros tiene su cuota parte de responsabilidad en el tema, pero también la posibilidad de usar herramientas a su alcance para revertir estas actitudes, sobre todo en momentos en que el país y desde el gobierno, se fomenta la intolerancia política para imponer un proyecto social excluyente.
De nosotros depende hacerlo, pero para ello hay que comenzar a actuar para que la celebración del Día ayude a promover la tolerancia en cada país y en el mundo.
Es necesaria la participación de toda la sociedad y principalmente, de alumnos y profesores en la búsqueda colectiva de un mundo libre de intolerancia
“Una guerra medra nutriéndose en la intolerancia, la paz exige lo contrario. Reemplazar la desconfianza por una mejor comprensión de la cultura y las aspiraciones de los demás, contribuirá a que aprendamos a avenirnos y abonará el camino de una paz duradera.” Koichiro Matsuura. Director General de la Unesco.
“La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, es la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.”(artículo 1º)
El día debería servir para hacer un profundo examen de conciencia sobre nuestras actitudes y conductas para con los demás y sobre todo en relación a los que son diferentes, o no participan de nuestras creencias, opiniones o culturas.
Los seres humanos en el devenir histórico nos hemos alimentado de odios y desconfianzas y muchos de los enfrentamientos son producto de los prejuicios culturales, políticos y religiosos.
Se impone un cambio de actitud frente a los “distintos”, encarando un nuevo aprendizaje, “ya que el desarrollo de la tolerancia y la confianza no se logra de la noche a la mañana; es algo que requiere tiempo y esfuerzos.”
Para ello “es indispensable el acceso a la educación en un marco de amplitud, ya que la intolerancia suele tener sus raíces en la ignorancia y el temor a lo desconocido, al "otro", a otras culturas, religiones y naciones.”
Ese disvalor muchas veces se adquiere a edad temprana, por lo que tenemos un desafío supremo, que consiste en una educación de los niños con principios de tolerancia, derechos humanos y libertades fundamentales.
La fecha debe “ser una ocasión anual de la educación para la tolerancia, así como de reflexión y debates sociales y políticos de mayor alcance sobre los problemas de intolerancia” locales. Es una oportunidad para proponer políticas que llenen los vacíos existentes.
Este problema está aumentando en muchas partes y sus manifestaciones adoptan formas locales o nacionales. “Por lo que las normas mundiales contra la intolerancia tienen que combinarse con medidas locales, nacionales e individuales.”
Cada uno de nosotros tiene su cuota parte de responsabilidad en el tema, pero también la posibilidad de usar herramientas a su alcance para revertir estas actitudes, sobre todo en momentos en que el país y desde el gobierno, se fomenta la intolerancia política para imponer un proyecto social excluyente.
De nosotros depende hacerlo, pero para ello hay que comenzar a actuar para que la celebración del Día ayude a promover la tolerancia en cada país y en el mundo.
Es necesaria la participación de toda la sociedad y principalmente, de alumnos y profesores en la búsqueda colectiva de un mundo libre de intolerancia
“Una guerra medra nutriéndose en la intolerancia, la paz exige lo contrario. Reemplazar la desconfianza por una mejor comprensión de la cultura y las aspiraciones de los demás, contribuirá a que aprendamos a avenirnos y abonará el camino de una paz duradera.” Koichiro Matsuura. Director General de la Unesco.
Ricardo Luis Mascheroni-Docente
Fuente: “”Servicio de Información de las Naciones Unidas
Fuente: “”Servicio de Información de las Naciones Unidas
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