El tema más escuchado
de los Auténticos Decadentes lo escribió una montecasereña
"Hace cuatro años escribí una nota con el objetivo de
publicarla en una revista de rock. Pero eso, por diversas razones, nunca pasó.
Quería contar la historia de un tema que se convirtió en un clásico y del que
estuve cerca en la época de grabación de Cualquiera Puede Cantar, por ser amiga
de una de las compositoras. A 20 años del tema, Felicidades, Auténticos
Decadentes, felicidades Liliana Meza." Karina Ocampo Follow -Locutora y
Periodista-
"Dicen que detrás de todo hombre hay una gran mujer.
Pero ¿quién se esconde tras el éxito de Los Auténticos Decadentes?
“Soomos los piraaatas” cantan los amigos en medio del
descontrol mientras el alcohol desborda los vasos de cualquier fiesta y la voz
de Cucho dice que después del cabaret, nos vamos para el sauna. Entonces los
más borrachos bailan con la corbata en la cabeza y en un estado cercano al
éxtasis, casados y solteros se abrazan en perfecta comunión de testosterona.
El tercer tema del disco Cualquiera puede cantar, Los piratas,
es uno de los mayores himnos de los Auténticos Decadentes, y una oda a la
trampa masculina dentro de la historia del rock nacional. Es además un guiño a
las películas de Olmedo y Porcel, objeto de culto para varias generaciones.
Pero casi nadie sabe que la letra de la canción fue escrita en gran parte por
una mujer.
El dato que se le escapó a la historia, salvo por un
registro en SADAIC, empieza un tiempo antes de la creación del tema. Fue cuando
el bajista Pablo Armesto, de gira argentina con los Decadentes, conoció a
Liliana Meza en una fiesta al aire libre. Ella había viajado con amigas en
carpa a Entre Ríos, y después del show, él le dejó su número de teléfono en un
paquete de cigarrillos. Lo que podría haber sido un flechazo pasajero se transformó
en un noviazgo a la distancia. Y después de cientos de llamadas y escapadas a
Corrientes, el músico y la locutora decidieron vivir juntos en la capital de
donde todo pasa. Ella se mudó a su departamento, cerca del Botánico, y comieron
perdices. Por un tiempo.
En eso andaban por el verano de 1996. Liliana cuenta que
festejaban su cumpleaños en un restaurante con Pablo y el padre. Entre el plato
principal y el postre, Pablo les dijo que para el siguiente disco todos los
integrantes de la banda tendrían que componer temas.
-Anotó los temas en una servilleta, una era sobre el Chancho
de los trenes, el otro sobre el apoyador. En eso, entró un tipo muy petisito
con una mujer grandota, con unas tetas enormes, mucha producción. Él tenía
anillo y era obvio que esa no era la mujer. Entonces el padre dijo: “mirá, de
eso deberías hablar”.
Así fue como nació la idea, los dos le atribuyen al padre el
origen de la idea. Pablo recuerda que empezó a escribir frases para El pirata,
todavía en singular.
Para Liliana era todo nuevo. La ciudad enorme, el novio
músico y el entusiasmo compartido por el futuro disco. Los martes y jueves él
volvía de la sala de ensayo y se quedaba sacando melodías con la guitarra.
-Tenía un cuaderno Gloria de tapa blanda, y lo llenaba de
notas y letras. Una tarde en el patio de comidas de Galerías Pacífico, nos
quedamos charlando sobre el tema. Yo me acordé de las excusas que ponía mi
viejo, de las historias de la gente de mi pueblo, de Monte Caseros.
La letra ganaba en sentido y consistencia. En medio de los
recitales y la vida cotidiana de la pareja, Pablo escuchaba vinilos, tocaba la
guitarra y tomaba té. Liliana compartía las madrugadas con mates correntinos.
Cada tanto, algunas palabras salían a la superficie y los
sacaba del silencio de la composición.
-Y no te olvides-recuerda que le dijo una noche –. “Nos
sacamos el anillo carcelero y vivimos una noche de solteros”. Esa fue la gran
frase por la que creo que él decidió que el tema sería mío.
Letra y música disco
A Pablo le gustaba la estética de las comedias de los 70 y
principios de los 80. Había crecido con esas películas que apuntaban al doble
sentido y mostraban mujeres pulposas con poca ropa. Con Olmedo y Porcel lejos
de la tragedia y de la muerte. Ya imaginaba el video, con cama giratoria,
luces, gatitas y ratones. Pero todavía faltaba para eso. Antes iba a tener que
conseguir que el tema fuera aceptado por los compañeros de la banda.
Tal vez porque era la primera vez que intervenía una mujer,
o porque esa mujer era la novia de uno de los músicos, o porque en el final la
letra terminaba como una burla a la viveza del macho: “Y el día menos pensado,
con cara de cansada, el pirata vio salir del telo a su mujer”. La cuestión es
que pasaba el tiempo y no la ensayaban.
Le decían que era muy larga, que musicalmente no cerraba.
Cada vez que ella le preguntaba, la respuesta era la misma. Tocaban otras, las
que más tarde serían cortes de difusión. Hasta que un día llegaron a un
acuerdo: sacarían ese final. Después hicieron los arreglos, le pusieron las
trompetas y la dejaron lista para la etapa de grabación.
-Desde el minuto cero él me dijo: “ésto es tuyo, lo hiciste
vos, conmigo, pero lo hiciste vos”. Tranquilamente podría haberse quedado con
el tema. Yo recién llegada de Corrientes no sabía nada de derechos de autor ni
de SADAIC. Entre nosotros le decíamos, “nuestro hijito” era el tema que
habíamos gestado en casa y yo lo había hecho en mi afán de ayudarlo y porque
estaba enamorada. Nadie esperaba la repercusión que tuvo.
Los Auténticos Decadentes venían del éxito de Mi vida loca y
se dirigían hacia otro, con disco de platino incluido. Hasta entonces, los
encargados de las letras se habían repartido entre Gustavo Cucho Parisi, Jorge
Serrano, y alguna participación ocasional del resto. Pero habían tirado al aire
una hipótesis y la tendrían que demostrar. “Cualquiera puede cantar” era un
desafío, una propuesta casi de karaoke, de un grupo que socializaba la música,
la composición y las ganancias.
Grabaron en el estudio del productor Gustavo Borner, en la
época del menemato en que viajar a Los Ángeles era como tomarse un taxi. Con la
colaboración de Gustavo Santaolalla, lograron uno de los trabajos más
anárquicos y filosóficos. Un manifiesto punk, según el propio Serrano, en el
que no importaba si lo hacían bien o mal: lo importante era cantar.
Cuando le llegó el turno a Los Piratas, llamaron a una
hotline y en inglés tarzánico le explicaron a la mujer que los atendió, que
necesitaban que dijera “miau”. Es la voz sensual de esa yanqui desconocida, la
que contesta al llamado del celular en el inicio del tema.
Cazador Pirateado
La presentación del disco fue en el desaparecido Dr. Jekyll,
un reducto rockero de la zona de Belgrano. Fue a principios de 1997 cuando
tocaron Los Piratas por primera vez.
-Esa noche estaba nerviosa, trataba de mirar la reacción de
la gente. Era un tema diferente a los que venían haciendo. No tenían
vestuarista, se disfrazaban con ropa que traían de Miami o que compraban en
Once. Yo le había hecho una remera, con ayuda de un amigo artista plástico.
Tenía un zapato que bordé con lentejuelas, en connotación del pirata.
Pablo Armesto dice que no fue fácil que el tema pegara en el
público de Los Decadentes. “Era una banda de sonido, la gente no estaba
acostumbrada a eso, tal vez el video ayudó a que tuviera difusión”.
Lo dirigió junto al realizador Diego Chemes, y cumplió el
sueño de tener a Divina Gloria, una chica con sello Olmedo, como una de las
protagonistas. Aunque no consiguieron a Ricardo Bauleo, se dieron el gusto de
incluir amigos, gatos esculturales, música disco y una estética Mau Mau que
funcionó como invitación irresistible para unirse a la fiesta. Tanto que hasta
Andrés Calamaro quiso participar y la jugó de dandy con tapado de piel. Y si en
la primera escena Cucho despedía con un beso a su mujer, Divina Gloria, para
irse de trampa, al final las cosas le salían mal. Como en la idea original del
tema, la abnegada ama de casa resultaba también ser una pirata.
Pablo nunca se identificó con el protagonista de la canción,
ese no era su papel. “Yo no era un playboy, menos un pirata”. Para él todo el asunto
fue una especie de broma que se les fue de las manos. Tampoco imaginó la
repercusión que tendría el tema ni que años después el público se seguiría
identificando con él.
En 1998 el tema estaba en su máximo esplendor, pero la
pareja no daba para más. “Los Piratas” sonaba en todos lados, y ellos se habían
separado. Para Liliana al principio era duro escucharlo.
Me daba repulsión, me hacía mal. Pero me acostumbré y con el
tiempo hasta lo empecé a disfrutar. Hoy me acuerdo con cariño de esa época, que
parece otra vida. Cuando voy a un lugar, una fiesta, y veo que los tipos saltan
abrazados, como una cosa de “acá estamos los machos”, “a ver quien la tiene más
larga”, pienso que hasta para ese himno de los machos hubo una mujer. Eso es lo
que más me gusta. Más allá de que mi nombre figure, es una revancha de la vida
de todas las mujeres, de las que se burlaron los piratas."
Karina Ocampo Follow
Locutora y Periodista. Tuve un blog en OhLaLa! La vida en
verde. A veces escribo en La Agenda, La Gaceta y Letras Libres. Compartiré
algunas de mis notas acá. Medium.com
Letra Los Piratas
En días de la semana
En horas calculadas
Izamos la bandera
Un grupo de piratas
Llamadas misteriosas
Encuentros clandestinos
Hoteles alejados
Lugares sin testigos
Nos sacamos el anillo carcelero
Y vivimos una noche de soltero
Somos los piratas
Nos gusta la aventura
Las noches de bailanta
Somos los piratas
Toda una vida fiel
Al gato y a las trampas
Un viaje de negocios
Reuniones de trabajo
Problemas con el auto
Rebusques del pirata
Patines y levantes
Programas todo el día
Una agenda secreta
Con una doble vida
No tenemos vacaciones ni feriados
El gremio del pirata es muy sacrificado
Autores de la canción: LILIANA GLADYS MEZA / Pablo Exequiel
Armesto
Tomado de monte caseros online
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