Glencore montó una red offshore para operar la mina de oro
La Alumbrera
La multinacional, que enfrenta denuncias por contaminación y
evasión, colocó sus inversiones a través de sociedades en Caimán y Bermudas
Iván Ruiz La multinacional Glencore utiliza dos redes de
sociedades offshore para desarrollar sus millonarias operaciones comerciales en
la Argentina, según se desprende de los Paradise Papers, una investigación
global impulsada por el Consorcio de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el
diario alemán Süddeutsche Zeitung, de la que participa LA NACION.
Glencore montó esas redes en los paraísos fiscales de las
islas Bermudas y en las Islas Caimán. Allí creó seis sociedades que agrupan sus
operaciones en la Argentina, donde afrontó cuestionamientos judiciales y
sociales por la presunta evasión de impuestos y por las deficiencias de su
política ambiental en la extracción de oro de la minera de La Alumbrera.
Foto: Archivo / Hernán Zenteno
La multinacional compró el 50% de esa minera, en la
provincia de Catamarca, por casi U$ 3000 millones en 2013, para extraer oro y
cobre, uno de los negocios más importantes que tiene en el país, aunque la
compañía informó este domingo que cesará sus operaciones en junio de 2018.
Según surge de los Paradise Papers, Glencore concretó esa
compra del 50% con la intermediación de la primera red de sociedades offshore:
Glencore SA Holdings Limited (en las islas Bermudas) y Glencore South America
Limited (en las islas Caimán). El 50% restante pertenece a las empresas
canadienses Goldcorp Inc y Yamana Gold, con 37,5% y 12,5% respectivamente.
La Alumbrera representó un negocio turbulento para Glencore.
Por un lado, en julio de este año, la Cámara Federal de Tucumán aceptó una
medida cautelar y ordenó la "suspensión inmediata" de la extracción
de oro ante las sospechas de contaminación, aunque la orden quedó sin efecto
pocas semanas después. Por otro, afrontó varias las acusaciones sobre presunta
evasión.
Así, por ejemplo, el Ministerio Público Fiscal de Tucumán
denunció a La Alumbrera por el presunto ocultamiento de ganancias en 2010.
Cinco años después, Glencore informó que pagó cerca de US$ 525 millones en la
Argentina. Pero según Resource Project, una base de datos de código abierto
sobre proyectos de petróleo, gas y minería que se nutre de datos oficiales, los
pagos de Glencore PLC a los gobiernos provinciales y nacional para fines de
2015 y de 2016 apenas superó los US$ 45 millones entre regalías e impuestos.
En la misma línea, la Secretaría de Minería de Catamarca
también acusó a Glencore de no cumplir con el pago de la totalidad de las
regalías por la explotación de la mina, según se informó en el Boletín Oficial
de esa provincia del 6 de mayo de 2016. La empresa rechazó el reclamo y el
proceso iniciado por presunta evasión fiscal aún no concluyó.
(Consultada para esta nota sobre su operatoria offshore, en
tanto, Clencore Argentina no hizo comentarios).
Todo el entramado offshore de Glencore es, en sí, complejo y
su difusión con los "Paradise Papers" levantó controversias en
distintas partes del mundo. Entre otras, salieron a la luz supuestas evasiones
en Colombia y Burkina Faso, el desarrollo de una flota naviera
"fantasma" para operar con Irán y la cuestionada forma en que
desarrolló un proyecto minero, de la mano de un cuestionado intermediario
israelí, en la República Democrática del Congo.
El origen mismo de Glencore fue turbulento. Durante sus
primeros años se llamó Marc Rich & Co., en honor a su fundador, que por
largo tiempo figuró entre "los más buscados" del FBI hasta que Bill
Clinton lo indultó en 2001, en su último día como presidente de Estados Unidos.
Pero aquel origen no impidió su expansión. Considerada hoy
la cuarta empresa minera más grande del mundo y la primera comercializadora de
materias primas a nivel global, se apoyó para desarrollar todas sus operaciones
en Appleby, uno de los tres estudios jurídicos más importantes y exclusivos
para la creación y administración de entramados offshore.
Tal fue la importancia que adquirió Glencore para Appleby
como cliente, que el estudio reservó una sala completa en sus oficinas de las
islas Bermudas para gestionar sus operaciones. En total, los abogados de
Appleby administraron 107 firmas offshore de la multinacional.
La segunda red
offshore
En la Argentina, mientras tanto, Glencore también utilizó
una segunda red de sociedades offshores para la explotación de El Pachón, un
yacimiento de cobre. La mina está controlada por Glencore El Pachón Limited (de
las islas Bermudas), que a su vez es controlada por Glencore Holdings (también
de las islas Bermudas). La multinacional recibe distintos beneficios para
operar este proyecto, como por ejemplo, al pagar impuestos por un 25% de las
exportaciones declaradas.
La multinacional también controla desde 2005 la empresa Ar
Zinc SA (ex Sulfacid), la única productora de zinc electrolítico en la
Argentina, cuyo polo de producción están en las afueras de Rosario. Y la compra
de esa empresa fue a través de la offshore Glencore Finance Ltd (al igual que
las anteriores offshore, de las islas Bermudas). La empresa, que contaba con
400 empleados, cerró el año pasado.
Sin embargo, allí no se acaban los negocios de Glencore en
la Argentina, aunque no vinculados con la minería, que también opera a través
de paraísos fiscales. Entre ellas, Oleaginosa Moreno (en la ciudad de Bahía
Blanca) y Molino Libres (en la provincia de Corrientes), que son controlados
también desde las islas Bermudas.
El equipo argentino que trabajó Paradise Papers con el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) fue integrado
por Hugo Alconada Mon, Maia Jastreblansky, Iván Ruiz y Ricardo Brom por el
diario LA NACION. También por Mariel Fitz Patrick (América), Emilia Delfino
(Perfil) y Sandra Crucianelli tomado de la nación de ar
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