Según la UCA, un tercio de los argentinos siguen siendo
pobres
por Francisco Jueguen
Un tercio de los argentinos están desde hace años inmersos
en la pobreza estructural. Según la Universidad Católica Argentina (UCA), que
usó una nueva metodología para medir el flagelo, el año termina con 13,5
millones de pobres y 2,54 millones de indigentes. Y casi la mitad de los chicos
de hasta 14 años (48,4%) son pobres. El Gobierno recibió los números
anticipadamente el jueves por la noche. El mensaje parece claro. La cúpula de
la UCA, sobre la que el papa Francisco tiene una significativa ascendencia,
difunde estos números en momentos en que las principales potencias
debaten en
Buenos Aires sobre el futuro del comercio multilateral.
Foto: Archivo
Para la UCA, el porcentaje de población en situación de
pobreza en el tercer trimestre de 2017 es del 31,4%, mientras que un 5,9% de la
población urbana vive en la indigencia. La universidad anunció que el dato
ahora difundido es producto de una nueva metodología de medición y análisis,
que modifica la utilizada en la serie 2010-2016. Por lo tanto, el dato
difundido no es comparable con el pasado.
Entre los principales cambios está la modificación del marco
muestral: se pasó a utilizar como base de datos el censo 2010 (hasta ahora se
usaba el de 2001), se rediseñaron los cuestionarios de preguntas y se comenzó a
usar las canastas de consumo e ingresos que usa el Indec en su cálculo.
De todas formas, la casa de estudios decidió hacer el
ejercicio de prolongar la vieja serie hasta el último período con el objetivo
de entender la tendencia de la pobreza por ingresos en el país. De acuerdo con
ese cálculo, entre este año y el pasado la pobreza bajó más de cuatro puntos
porcentuales, mientras que la indigencia sólo bajó tres décimas. Los expertos
de la UCA estimaron que esta mejora se debió a la desaceleración de la
inflación, la mejora de los ingresos, la actualización de jubilaciones,
pensiones y planes sociales y la reactivación del empleo, fundamentalmente en
la construcción.
"La Argentina sigue manteniendo un tercio de la
población bajo la línea de pobreza por ingresos o por derechos", afirmó
Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la UCA,
autor del informe. "Esto no cambió sustantivamente, aunque haya habido
mejoras con relación a 2016 y, en algunos casos, frente a 2015", agregó.
Aclaró incluso que "los pobres son ahora más pobres que antes". Esto
quiere decir que la brecha para salir de la pobreza se ahondó en los últimos
años: esa distancia monetaria aumentó en casi dos puntos (de 32,2% a 34,1%)
desde el cambio de gobierno, hace dos años.
Foto: LA NACION
"Los brotes verdes aparecieron. Repuntó el empleo en
segmentos como la construcción, gracias a la obra pública, y hubo una caída de
la inflación y una mejora de los ingresos. A eso se sumó la reparación
histórica para los jubilados, entre otras medidas", dijo Salvia. Pero lo
cierto es que en la medición de la UCA, como también explicaron los expertos de
Unicef meses atrás, hay una "espuma" de la pobreza que entra y sale
constantemente de esa situación por leves cambios en los ingresos o en la
inflación. Tal situación indica que no hay en los últimos años, más allá del
gobierno de turno, cambios significativos en los indicadores.
Según la nueva serie de la UCA, que no puede compararse con
las anteriores , la pobreza medida por ingresos afecta al 31,4% de los
argentinos, y la indigencia, al 5,9%. Por grupos de edad, la pobreza alcanza al
48,4% de los niños de entre 0 y 14 años. La indigencia, en cambio, llega al 10%
de esos chicos. Según el último dato del Indec, el porcentaje de personas en
situación de pobreza en el primer semestre de este año era del 28,6%. En tanto,
la indigencia alcanzó al 6,2%.
Con relación a las brechas, en promedio los hogares pobres
necesitan un 36,6% más de ingresos ($ 6278) para poder salir de ese flagelo.
Las familias indigentes requieren, en promedio, un 29,7% más de ingresos para
escapar de esa realidad. Son $ 2156.
"Quisimos tener un marco muestral más realista",
afirmó Salvia, para explicar el cambio metodológico con la nueva serie, a la
que incorporaron, gracias al censo 2010, más asentamientos urbanos, countries y
villas miseria. Así pudieron establecer con más claridad, por caso, que el
conurbano bonaerense sigue siendo el núcleo duro de la pobreza: allí esa
realidad atrapa al 37,4% de las personas.
Para no perder perspectiva, la UCA estiró el cálculo con la
vieja metodología al tercer trimestre de este año. Sin embargo, Salvia resaltó
que, al usar el viejo censo de 2001, esta medida era menos representativa para
entender el presente. Por eso el último dato de la serie nueva y de la serie
vieja -que corresponden al mismo período- no son iguales. Pero sí era
importante para los académicos entender la película de la pobreza con datos que
fueran comparables.
En ese sentido, siempre con la vieja metodología, la pobreza
medida por ingresos bajó del 32,9% en el tercer trimestre de 2016 al 28,6% en
ese mismo período de 2017. Esto quiere decir que ya hay menos pobres que cuando
Cristina Kirchner dejó el gobierno, en 2015 (29,7%). Sin embargo, la indigencia
pasó del 6,9% al 6,4%, cuando en 2015 era de 5,7%.
Pobreza por derechos
La UCA también decidió publicar su índice multidimensional,
que no mide la pobreza por ingresos, sino por déficit que sufre la población en
ciertos derechos, como seguridad alimentaria, cobertura de salud, servicios
básicos, vivienda digna, recursos educativos, afiliación al sistema de
seguridad social, comunicación e información.
Este indicador es más amplio para entender la pobreza
estructural. En este caso, dijo Salvia, hay "leves mejoras, pero también
algunos estancamientos". Es un avance lento, pero que en definitiva
ratifica que un 28,1% de los hogares tiene al menos tres carencias de
derechos.ß tomado de la nación de ar
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