Un futuro con bajo nivel de emisiones de carbono debe
proteger los bosques del mundo
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Vista aérea de una construcción en una mina de gran tamaño.
© Bannafarsai/Shutterstock.
El cambio hacia un futuro
con bajas emisiones de carbono (i) que incluye tecnologías de energía
limpia, como paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y
baterías, requerirá una gran cantidad de minerales. De hecho, expertos prevén
que entre ahora y 2050, necesitaremos más minerales que los que se han
producido en los últimos 100 años. Este futuro con un uso más intensivo de
minerales tiene repercusiones para nuestros bosques, recurso vital para mitigar
el calentamiento global. Un enfoque
de una minería climáticamente inteligente (i) en que se protejan los
bosques del planeta es esencial para reducir las emisiones de carbono y
combatir el cambio climático. En la actualidad, alrededor de 1500 minas de gran tamaño se
encuentran en bosques tropicales y otras 1800 están en fase de desarrollo o
fuera de servicio . Más de la mitad de estas grandes minas
ubicadas en zonas forestales están en países de ingreso mediano bajo o de
ingreso bajo.
Los bosques constituyen un sumidero de carbono importante para la mitigación del cambio climático . Según el Instituto de Recursos Mundiales, si la deforestación tropical fuese un país, esta ocuparía el tercer lugar en emisiones de dióxido de carbono equivalente, solo detrás de China y Estados Unidos . En términos genéricos, la actividad económica —principalmente la agricultura comercial y de subsistencia— impulsa la pérdida de bosques. Sin embargo, la minería tiene un papel importante, si bien menos sabido, representando un porcentaje estimado del 7 % del total de la pérdida de bosques. Como el futuro de nuestro planeta depende de décimas de grados Celsius, quizás el 7 % podría suponer una diferencia.
A nivel nacional, la minería contribuye a las emisiones derivadas de la pérdida de bosques en numerosos países y es una causa predominante de deforestación en algunos de ellos . Por ejemplo, la minería es responsable del 73 % de la deforestación total en Suriname, atribuyéndose la mayoría de esta a la explotación de oro artesanal y a pequeña escala.
Con tanto en riesgo, el Banco Mundial ha elaborado lo que hemos llamado un enfoque forestalmente inteligente para la minería, asegurando que la mayor necesidad de metales y minerales no se solucionará a expensas de los bosques . Por lo tanto, una minería climáticamente inteligente (i) también debe ser forestalmente inteligente. Tres nuevos informes (i) publicados hoy presentan soluciones para abordar este desafío.
Los bosques constituyen un sumidero de carbono importante para la mitigación del cambio climático . Según el Instituto de Recursos Mundiales, si la deforestación tropical fuese un país, esta ocuparía el tercer lugar en emisiones de dióxido de carbono equivalente, solo detrás de China y Estados Unidos . En términos genéricos, la actividad económica —principalmente la agricultura comercial y de subsistencia— impulsa la pérdida de bosques. Sin embargo, la minería tiene un papel importante, si bien menos sabido, representando un porcentaje estimado del 7 % del total de la pérdida de bosques. Como el futuro de nuestro planeta depende de décimas de grados Celsius, quizás el 7 % podría suponer una diferencia.
A nivel nacional, la minería contribuye a las emisiones derivadas de la pérdida de bosques en numerosos países y es una causa predominante de deforestación en algunos de ellos . Por ejemplo, la minería es responsable del 73 % de la deforestación total en Suriname, atribuyéndose la mayoría de esta a la explotación de oro artesanal y a pequeña escala.
Con tanto en riesgo, el Banco Mundial ha elaborado lo que hemos llamado un enfoque forestalmente inteligente para la minería, asegurando que la mayor necesidad de metales y minerales no se solucionará a expensas de los bosques . Por lo tanto, una minería climáticamente inteligente (i) también debe ser forestalmente inteligente. Tres nuevos informes (i) publicados hoy presentan soluciones para abordar este desafío.
Una mina artesanal en Minkébé, Gabón. © Gustave Mbaza/WWF
Gabón.
¿Qué tipo de actividades mineras se llevan a cabo en los
bosques? En los bosques se extraen diferentes minerales, siendo el oro,
el mineral de hierro y el cobre los más explotados por los grandes operadores
en las zonas forestales . Las industrias de la bauxita, el
titanio y el níquel son las que más dependen de las minas en reservas
forestales, ya que los minerales que contienen se encuentran principalmente en
regiones boscosas. Todos estos minerales son componentes fundamentales de
tecnologías con bajas emisiones de carbono, así como de los teléfonos móviles y
los computadores.
Cabe destacar que la minería en sí misma no causa principalmente la deforestación. Nuestras investigaciones revelan que una mina con frecuencia está rodeada de pérdidas de bosques en gran escala en zonas externas al área autorizada para la extracción minera, produciéndose importantes picos en la deforestación cuando se crean las minas . Estas pérdidas de bosques son resultado en gran medida de los nuevos caminos, vías férreas, puertos y otras infraestructuras construidas para transportar los minerales que se extraen. Además, el desarrollo de minas de gran tamaño en zonas previamente inhabitadas o inaccesibles atrae personas que buscan nuevas oportunidades económicas. Los asentamientos que establecen impulsan la pérdida de bosques debido a la demanda de leña, la caza furtiva de la fauna y la flora silvestres, la expansión de la agricultura, y las actividades mineras artesanales y a pequeña escala.
Para abordar la deforestación, un enfoque forestalmente inteligente de la minería requiere una sólida gobernanza para gestionar el desarrollo y los impactos del sector minero, proteger los bosques a nivel de paisaje, y reconocer y defender la tenencia de la tierra y los derechos de propiedad de las comunidades locales. También se necesita un comportamiento empresarial responsable, comunidades empoderadas y actores de la sociedad civil participativos.
Con esto en mente, analizamos casi 30 estudios de caso de minas artesanales y a pequeña escala, así como de grandes operaciones mineras para identificar las mejores prácticas que pueden mejorar los efectos en los bosques y evitar las malas prácticas. El resultado es una gran cantidad de ejemplos prácticos y un conjunto de 14 principios de la minería forestalmente inteligente. (i)
A partir de nuestros estudios de caso, concluimos que no existe ninguna obra, operación y empresa o ningún país que aplique un enfoque completamente inteligente en relación con los bosques . No obstante, nuestros estudios de caso también indican que diversos países están implementando prácticas forestalmente inteligentes y aplicando políticas sólidas. Una de las conclusiones clave de nuestro trabajo es que la voluntad política y la coordinación entre los organismos gubernamentales y otras partes interesadas son cruciales para obtener resultados forestalmente inteligentes.
En Madagascar, la creación de plataformas para la coordinación entre los administradores de un parque nacional y las autoridades locales ayudó a formular estrategias efectivas para gestionar la minería artesanal ilegal en el parque y mejorar las prácticas agrícolas para reducir la presión sobre los bosques.
En Ghana, una empresa minera incluyó a partes interesadas de la comunidad en los procesos de planificación, toma de decisiones e implementación para obtener resultados positivos para los bosques y las comunidades. Este proceso de consulta permitió a las comunidades obtener a cambio terrenos forestales seguros, que se pueden usar para la producción comercial en pequeña escala y gestionarse de manera sostenible.
En Zambia, una empresa minera se asoció con el Departamento Forestal y la Administración de Parques Nacionales y Vida Silvestre para gestionar un paisaje forestal de gran tamaño, que incluye el Parque Nacional de Lunga Occidental, en conjunto con las comunidades locales y así proteger los bosques y prevenir una mayor deforestación.
Con nuestro análisis identificamos países prioritarios donde aplicar los principios de la minería forestalmente inteligente, usando los siguientes criterios: extensa cubierta forestal, elevada dependencia económica en el sector de la minería, alta densidad de minas en zonas forestales y considerables emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la degradación de los bosques. Los países identificados son Guinea, Ecuador, la República Democrática del Congo, Zambia e Indonesia, lugares donde el Banco Mundial trabaja activamente tanto en el ámbito de la conservación forestal como de la gestión del sector minero y, por tanto, se encuentra en condiciones de convocar a expertos, Gobiernos, empresas y comunidades para implementar el enfoque de una minería forestalmente inteligente. Trabajando juntos, podemos utilizar las materias primas que se necesitan en las tecnologías de energía limpia y, al mismo tiempo, preservar los bosques, es decir podemos proteger los bosques del mundo , reducir las emisiones y aumentar nuestros esfuerzos para abordar los desafíos que plantea el cambio climático.
Cabe destacar que la minería en sí misma no causa principalmente la deforestación. Nuestras investigaciones revelan que una mina con frecuencia está rodeada de pérdidas de bosques en gran escala en zonas externas al área autorizada para la extracción minera, produciéndose importantes picos en la deforestación cuando se crean las minas . Estas pérdidas de bosques son resultado en gran medida de los nuevos caminos, vías férreas, puertos y otras infraestructuras construidas para transportar los minerales que se extraen. Además, el desarrollo de minas de gran tamaño en zonas previamente inhabitadas o inaccesibles atrae personas que buscan nuevas oportunidades económicas. Los asentamientos que establecen impulsan la pérdida de bosques debido a la demanda de leña, la caza furtiva de la fauna y la flora silvestres, la expansión de la agricultura, y las actividades mineras artesanales y a pequeña escala.
Para abordar la deforestación, un enfoque forestalmente inteligente de la minería requiere una sólida gobernanza para gestionar el desarrollo y los impactos del sector minero, proteger los bosques a nivel de paisaje, y reconocer y defender la tenencia de la tierra y los derechos de propiedad de las comunidades locales. También se necesita un comportamiento empresarial responsable, comunidades empoderadas y actores de la sociedad civil participativos.
Con esto en mente, analizamos casi 30 estudios de caso de minas artesanales y a pequeña escala, así como de grandes operaciones mineras para identificar las mejores prácticas que pueden mejorar los efectos en los bosques y evitar las malas prácticas. El resultado es una gran cantidad de ejemplos prácticos y un conjunto de 14 principios de la minería forestalmente inteligente. (i)
A partir de nuestros estudios de caso, concluimos que no existe ninguna obra, operación y empresa o ningún país que aplique un enfoque completamente inteligente en relación con los bosques . No obstante, nuestros estudios de caso también indican que diversos países están implementando prácticas forestalmente inteligentes y aplicando políticas sólidas. Una de las conclusiones clave de nuestro trabajo es que la voluntad política y la coordinación entre los organismos gubernamentales y otras partes interesadas son cruciales para obtener resultados forestalmente inteligentes.
En Madagascar, la creación de plataformas para la coordinación entre los administradores de un parque nacional y las autoridades locales ayudó a formular estrategias efectivas para gestionar la minería artesanal ilegal en el parque y mejorar las prácticas agrícolas para reducir la presión sobre los bosques.
En Ghana, una empresa minera incluyó a partes interesadas de la comunidad en los procesos de planificación, toma de decisiones e implementación para obtener resultados positivos para los bosques y las comunidades. Este proceso de consulta permitió a las comunidades obtener a cambio terrenos forestales seguros, que se pueden usar para la producción comercial en pequeña escala y gestionarse de manera sostenible.
En Zambia, una empresa minera se asoció con el Departamento Forestal y la Administración de Parques Nacionales y Vida Silvestre para gestionar un paisaje forestal de gran tamaño, que incluye el Parque Nacional de Lunga Occidental, en conjunto con las comunidades locales y así proteger los bosques y prevenir una mayor deforestación.
Con nuestro análisis identificamos países prioritarios donde aplicar los principios de la minería forestalmente inteligente, usando los siguientes criterios: extensa cubierta forestal, elevada dependencia económica en el sector de la minería, alta densidad de minas en zonas forestales y considerables emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la degradación de los bosques. Los países identificados son Guinea, Ecuador, la República Democrática del Congo, Zambia e Indonesia, lugares donde el Banco Mundial trabaja activamente tanto en el ámbito de la conservación forestal como de la gestión del sector minero y, por tanto, se encuentra en condiciones de convocar a expertos, Gobiernos, empresas y comunidades para implementar el enfoque de una minería forestalmente inteligente. Trabajando juntos, podemos utilizar las materias primas que se necesitan en las tecnologías de energía limpia y, al mismo tiempo, preservar los bosques, es decir podemos proteger los bosques del mundo , reducir las emisiones y aumentar nuestros esfuerzos para abordar los desafíos que plantea el cambio climático.
Autores
Sr. Mining Specialist with the Energy and Extractives Global
Practice of the World Bank
Natural Resources Management Specialist at the World Bank
based in Madagascar
Tomado de envio de banco mundial
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