La yuca y una "tragedia humana" que se avecina
en África
La enfermedad del estriado marrón de la yuca está avanzando
rápidamente en África y potencialmente podría llegar a América Latina
Las cosechas de yuca en el mundo se ven amenazadas por un
peligroso virus. (AP)
(BBC Mundo).
“Nos estamos enfrentando a una tragedia humana”. El investigador Clair Hershey
se refiere así a la enfermedad que potencialmente amenaza la subsistencia de
300 millones de personas. No se trata de una pandemia humana aunque sí podría
tener consecuencias devastadoras para el hombre.
Hablamos de la enfermedad del estriado marrón de la yuca,
conocida en inglés como Cassava Brown Streak Disease (CBSD), que está avanzando
alarmantemente del este al oeste de África, según
advierten los expertos, y que potencialmente podría afectar también a América
Latina
Después del maíz y el arroz, la yuca-también
conocida en América Latina como mandioca, casava y guacamota- es la fuente de
energía nutritiva más importante del mundo. En África es una fuente
significativa de nutrición y de ingresos para 300 millones de personas.
Aunque de origen latinoamericano, su cultivo fue
promocionado durante años en el continente africano como una fuente de
nutrición segura por su tolerancia a las sequías y a los suelos poco fértiles.
UN VIRUS DE CUIDADO
Ahora los expertos advierten que la enfermedad del estriado marrón, causada por un virus, podría provocar una caída en su producción en África del 50%, con consecuencias fatales en el continente.
Ahora los expertos advierten que la enfermedad del estriado marrón, causada por un virus, podría provocar una caída en su producción en África del 50%, con consecuencias fatales en el continente.
“Ya está causando estragos en el este de África y está
avanzando hacia el oeste”, le dijo a BBC Mundo Hershey, director del programa
de investigación sobre la yuca del Centro Internacional de Agricultura Tropical, con sede en
Colombia.
“Si llega a alcanzar a los grandes países productores del
oeste de África, como Nigeria y Ghana, sería absolutamente desastroso”,
advirtió el experto, afectaría a millones de familias.
Detener ese avance es precisamente el objetivo que reunió
esta semana a expertos de todo el mundo en una conferencia en Italia. Pero,
¿cómo se detiene a un enemigo casi invisible?
UN CÁNCER SIN SÍNTOMAS
La enfermedad se descubrió en 1935 en la costa este de África y durante varias
décadas se consideró un problema menor.
Con el tiempo, con la propagación de cultivos de yuca y el
desarrollo de cepas del virus más agresivas, el problema se fue agravando.
“Para 1989 había empezado a devastar cosechas en Uganda”, explicó Hershey.
Uno de los grandes problemas de este virus es que los agricultores
no se dan cuenta de que el cultivo está enfermo hasta que ya es demasiado
tarde: los síntomas sólo aparecen en las raíces, que es lo que se consume.
“Sólo al cosechar y cortar la raíz se puede ver que tiene
zonas podridas, o en casos severos la raíz entera está podrida y es
completamente inservible”, dijo Hershey. Esta característica hace aún más
difícil poder controlar la enfermedad.
Ninguna de las variedades de yuca actuales es resistente
al mal del estriado marrón. “En estos momentos hay muy pocos mecanismos o
prácticas conocidas de control del virus”, afirmó Hershey.
Es un insecto, la mosca blanca, la que transmite éste y
otros virus que afectan a la yuca, al alimentarse de la savia de las plantas.
El aumento de las temperaturas ha causado también un crecimiento de la
población de estos insectos, lo cual agrava aún más el problema.
RIESGOS PARA AMÉRICA LATINA
Según le dijo Hershey a BBC Mundo, los expertos están “bastante preocupados” por la posibilidad de que esta enfermedad pueda llegar a los cultivos de América Latina.
Según le dijo Hershey a BBC Mundo, los expertos están “bastante preocupados” por la posibilidad de que esta enfermedad pueda llegar a los cultivos de América Latina.
Eso a pesar de que hay regulaciones de cuarentena bastante
estrictas sobre el movimiento de semillas de yuca, o de cualquier otra semilla,
de África a América. “Pero el movimiento sí sucede. La gente lleva semillas en
maletas y eso nunca se sabe”, afirmó.
“Esto es una gran fuente de preocupación para nosotros y
queremos tomar medidas preventivas de manera que si la enfermedad llega estamos
preparados”, admitió. Pero por el momento el riesgo no parece ser alto.
“Lo que nos da cierta esperanza es que el insecto que
transmite la enfermedad no supone un problema ahora mismo en los cultivos de
América Latina”, dijo.
Sin embargo, los expertos sí han detectado la presencia de
la mosca blanca en el Caribe y potencialmente podría trasladarse a grandes
zonas productoras de yuca en Sudamérica, como Brasil , Paraguay o Colombia .
“Tenemos que supervisar los movimientos tanto del virus como del insecto,
tenemos que estar muy atentos a eso”, concluyó Hershey.
Tomado de el comercio de Perú
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