CÓMO SABER EL MOMENTO OPORTUNO PARA LA COSECHA DE
ACEITUNAS
Las aceitunas verdes, éstas están en condiciones de
ser recolectadas cuando de color verde intenso se torna verde amarillento y
debe concluir cuando aparecen las manchas violáceas en la piel.
Por Ing. Agr. Ramón Ariel Barros
Dpto de Producción Agropecuaria - FCA UNCuyo
La fecha de cosecha de las aceitunas influye notablemente
en la producción del año siguiente. Por lo tanto, es necesario realizar un
análisis detallado a la hora de considerar el momento de recolección de los
frutos.
Si la cosecha se atrasa, comienza un proceso de competencia
fisiológica entre las aceitunas, los brotes del año y la pre formación de yemas
florales que serán las nuevas flores y posteriores frutos en la próxima
campaña. Como consecuencia de este desfasaje habrá una disminución del volumen
al año siguiente.
Cuando las aceitunas se destinen a la elaboración de aceite
de oliva, el mayor rendimiento industrial será posible cuando los frutos contengan
el máximo de peso de aceite, momento que se puede identificar en el campo a
través del cambio de la coloración externa de las aceitunas.
En este caso, desaparece el color verde intenso y cambia
primero hacia un color verde amarillento para luego virar al color negro
violáceo. Esto se denomina envero o cambio de color.
Hay que tener en cuenta que los estados de madurez avanzados
producen la caída de frutos de la planta en forma natural. En estos casos, cada
variedad presenta un comportamiento específico, en el que influyen el estado
hídrico del suelo, su estado nutricional y las condiciones meteorológicas de
cada campaña. Vientos fuertes, temperaturas extremas y heladas tempranas pueden
constituirse en razones válidas para que esto suceda.
En el caso de las aceitunas de mesa, llamadas así porque su
destino es la producción de aceitunas para conserva, y enfocándonos en las
aceitunas verdes, éstas están en condiciones de ser recolectadas cuando de
color verde intenso se torna verde amarillento y debe concluir cuando aparecen
las manchas violáceas en la piel.
Si el destino es para ser consumidas como aceituna negra la
cosecha puede extenderse hasta entrado el envero, pero antes de que la pulpa
pierda firmeza y desde luego antes de las primeras heladas.
La cosecha de frutos que se recolectan para elaborar
aceitunas negras comienza cuando están completamente coloreadas entre violeta y
negro.
Crece la cosecha mecánica
Los elevados costos de cosecha de la aceituna, que en
algunos casos superan el 50% del valor total del producto y representan casi el
80% de la mano de obra necesaria para gestionar operativamente el cultivo,
explican la tendencia a elegir la cosecha mecanizada. Esto se da sobre todo en
las variedades de aceitunas destinadas para la elaboración de aceite.
La experiencia indica que este tipo de cosecha actualmente
no logra recolectar la totalidad de las aceitunas de la planta, dejando en
algunos casos hasta 30% de los frutos adheridos al frutal.
No obstante, también se constata lo dificultoso que es la
contratación de mano de obra en las últimas temporadas para realizar esta
labor. Razones de orden político, geográfico, cultural y agronómico, como la
superposición con cosecha de vid o plantaciones de ajo, reafirman el uso de
esta tecnología como una buena alternativa, no sólo para bajar los costos de
producción sino además para cosechar los frutos de manera más oportuna.
En nuestra provincia se ofrecen a la venta estas
cosechadoras modernas y también se alquila el servicio de cosecha mecanizada para
productores que lo demanden. En la actualidad, son pocas las explotaciones en
las que se puede realizar la cosecha en forma mecanizada, ya que todavía
predominan los olivares tradicionales con plantas muy altas y añosas y
distancias de plantación de 10 metros entre plantas y 10 metros entre hileras.
Como siempre el uso de nuevas tecnologías requiere que el
cultivo esté acondicionado para la ejecución de esta práctica. Esto es, la
plantación del monte frutal debe reunir ciertas condiciones para que sea factible
el uso de la maquinaria.
Por ejemplo, la densidad de plantas tiene que ser mayor, el
número de olivos por hilera debe formar como un cerco. En estas nuevas
plantaciones monovarietales se triplica o quintuplica el número de plantas por
hectárea.
También es importante que se desarrollen las plantas
conformando una especie de plano direccionado con igual orientación que la
dirección de la hilera.
En las plantas debe predominar un solo eje donde se apoyen
los brazos, que no deben ser gruesos y largos y toda esta estructura de la
planta debe permitir una abundante cantidad de producción de brindillas, que es
la rama fructífera donde se ubican las aceitunas.
Sin duda que este es el camino a transitar, ya que el
contexto internacional de los últimos años no permite alcanzar la rentabilidad
necesaria a la producción primaria para que crezca y se desarrolle como sector
sostenible.
Más aún, no debe sorprendernos que por la alta significancia
que implica el costo de cosecha, se esté comenzando a cosechar variedades para
conserva con ayuda de la tecnología de mecanización. Esto siempre, atendiendo
los recaudos y logística necesaria para reducir daños y evitar que comiencen a
producirse oxidaciones que arruinen el producto.
Frente a este panorama del comercio global del aceite de
oliva, que pareciera permanecer en el tiempo, debemos encontrar soluciones que
den respuestas a los productores que cuentan con las plantaciones tradicionales
de más de treinta años.
En estos casos, se pueden desplegar estrategias de cosecha
acudiendo a las llamadas vibradoras de ramas o peines mecánicos, que ayudan a
reducir los tiempos de cosecha por persona por día.
Por supuesto, de ser posible también hay que planificar una
reforma gradual de las plantaciones de varios años, de manera de no diezmar en
forma intensa los rendimientos de fruta por hectárea.
Fuente: DIARIO LOS ANDES
tomado de envío de pregón agropecuario de ar
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