Política
argentina: más de 500 millones de dólares en gas desperdiciado.
La invisibilidad del ambiente, la energía y el dinero.
El discurso y las acciones políticas invisibilizan lo
ambiental a pesar de que se pueden ahorrar muchas divisas con una buena
gestión. Los pilotos de artefactos a gas gastan 3,5 millones de m3
por día.
Una de las principales preocupaciones de la dirigencia
política es la pérdida de divisas del Banco Central: diferentes fuentes -tanto
oficiales como opositoras- manifiestan que una parte importante de esa sangría
se debe a la importación de combustibles fósiles. Además, hay gran preocupación
por la dependencia externa de nuestra matriz energética.
Efectivamente, la Argentina importa gas natural desde
Bolivia a un precio que oscila los 11 dólares el millón de BTU (mmBTU).
Por otro lado, y según el ENARGAS, en nuestro país hay unos
siete millones de usuarios conectados a la red de gas natural. Esto significa
que por lo menos hay siete millones de artefactos con piloto, esa pequeña llama
que está todo el tiempo prendida en el calefón y el termo-tanque. Muy
probablemente sean más, ya que suele haber también estufas que funcionan con el
mismo tipo de piloto encendido durante la estación fría. Pero supongamos que
sean solamente 7 millones de pilotos.
Esos pilotos, que consumen en promedio 0,5 m3/día
de gas, podrían ser reemplazados por encendedores electrónicos que se activan
con el paso del agua en los calefones, o con el descenso de la temperatura en
los termo-tanques y en las estufas. En total se consumen de esta forma por lo
menos 3,5 millones m3/día, unos 1.280 millones/año.
Traslademos esos millones de m3 a dólares. El
mmBTU es una unidad de energía; para producir 1 mmBTU se necesitan 27,8 m3
de gas natural, por lo que en total los pilotos consumen unos 46 millones de
mmBTU/año. Ello implica una erogación anual en exceso de más de 500 millones de
dólares para pagar gas boliviano.
Cabe preguntar cuánto cuestan los encendedores electrónicos.
En 2009 valían alrededor de 20 dólares, lo que implica que adecuar los 7
millones de artefactos podría tener un costo de entre 140 y 200 millones de
dólares.
Este gasto, por única vez, permitiría el ahorro de por lo
menos 500 millones de dólares todos los años. Además, es necesario evaluar la
tendencia al aumento del ahorro por la expectativa del incremento del precio
del gas así como de la cantidad de usuarios conectados a la red.
Esta adecuación generaría además puestos de trabajo genuino,
aumentaría la durabilidad de los artefactos a gas y habría una importante
disminución en la generación de gases de efecto invernadero. Pero tal vez eso
sea demasiado pedir para el pensamiento de la mayoría de los dirigentes
políticos mediáticos, tanto del oficialismo que no implementa políticas en este
sentido como de la oposición que no lo cuestiona.
Este es sólo uno de los tantos temas ambientales vinculados
al bienestar social y al desarrollo económico que la mayoría de la política
argentina ignora completamente. Con respecto a algunos temas energéticos está
también la cuestión del gas licuado que viene en barco, cuyo precio no es de 11
sino de 17 dólares el mmBTU, y va en aumento; la promoción de mayor autonomía
energética y diversificación productiva con forestaciones para fines múltiples
gestionadas de modo integral y sustentable, y la diversificación de la matriz
energética de manera significativa con múltiples formas de energía renovable,
especialmente en las zonas más apartadas donde la energía llega a un costo
mayor.
En política ambiental la dirigencia argentina, salvo
contadas excepciones, ni siquiera se arrima a la modernización ecológica, esa
forma de mirar y articular la sustentabilidad ambiental tan conservadora de los
organismos internacionales.
(011)
1564675187
Ing
Forestal
Máster en Desarrollo Humano Sostenible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario