Los recientes hechos de violencia en el que se vieron
involucradas tres mujeres volvieron a poner sobre el tapete la situación de la
violencia intrafamiliar y las políticas públicas (implementadas o no) en lo que
hace a esta problemática que se recrudece día a día.
Mariela Guastavino, directora general de Políticas de Género
y Diversidad del Municipio, habló con época sobre cómo se trabaja con los casos
referidos a la violencia de género. Dicha Dirección - de la cual está a cargo
desde el 2010 - hace una transformación de lo que era el Área de la Mujer y se
convierte en la de Género y Diversidad. A decir de la funcionaria “se amplía
mucho más el espectro en el que nosotros podemos trabajar, trabajamos con
diferentes grupos vulnerables no sólo la mujer sino con la diversidad LGBT
(siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales y personas
transgénero).
Desde la aprobación de la Ley de identidad de género, la
dirección se encuentra realizando un trabajo de capacitación con el grupo
transgénero. “A través del Ministerio de Trabajo estamos emprendiendo talleres
de capacitación y empleo para la inclusión pero específicamente mi área lo que
hace es trabajar con las mujeres víctimas de violencia, hacemos el
asesoramiento legal, la contención y el seguimiento de los casos para ello
iniciamos una serie de disertaciones sobre violencia de género” indicó antes de
responder las preguntas de época.
¿Cómo se trabajaron con los últimos hechos de violencia de
género?
Tuvimos un primer contacto con los familiares, pero lo que
tenemos que llegar es a poder darles contención a los familiares y a las
víctimas. Bueno, es de público conocimiento de que están muy graves algunas de
ellas. En este momento es casi imposible hablar con ellas y de hablar de este
tema de cómo se sienten; sobre todo teniendo en cuenta su autoestima porque la
mujer violentada en el momento del incidente está desbastada emocionalmente.
¿La provincia está preparada para estos casos?
No, tengo que decirlo. Creo fuertemente de que son necesarias
políticas públicas enfocadas directamente sobre esta problemática y hablo no de
una temática porque esto ya es una problemática. Desde el área a mi cargo lo
que tratamos de hacer es de no revictimizar a la mujer que viene a la oficina.
Y fijáte que en los diferentes ámbitos que ellas van visitando, las mujeres
tienen la desgracia de ser víctimas nuevamente de violencia. En algunos casos
cuentan que le preguntan de qué manera le pegaron, con la mano abierta o
cerrada, es decir, vuelven a ser cuestionadas en la entrevista y sobre todo al
momento en el que salen a pedir ayuda -o sea en el peor - y si allí vuelve a
ser violentada, vuelven a la casa y puede no salir más o sino la única forma en
que pueden salir es con una conmoción en el cerebro, o con un 70% del cuerpo
quemado o peor.
¿Entonces, qué
podemos hacer?
Lo que debemos hacer como sociedad y Estado es que, ante el
primer pedido de ayuda debemos tener el mayor cuidado para que esa mujer sepa
que no está sola, que estamos trabajando junto a ella. En la oficina estamos
recibiendo entre 3 y 4 mujeres (violentadas) por semana, un porcentaje que es
altísimo para ser una oficina que nadie conoce, que no tiene difusión. Es más,
las mujeres se acercan a mí y me cuentan sus casos.
¿En las disertaciones que se hacen, algunas manifiestan ser
violentadas o no?
Prácticamente de cada charla de sensibilización hay un 10%
de mujeres que vienen a consultarme por casos directos o indirectos (o es la
hija, o es ella la que está en un caso de violencia). Nosotros estamos haciendo
en diferentes barrios y colegios las charlas y es impresionante como la
juventud se interesa por este tema y por sobre todo nosotros notamos cómo las
chicas anotan los teléfonos o sea el problema no pierde vigencia.
¿Los hechos de violencia son más notorios en cierta edad o
clase social?
No. No hay clase, edad, no hay nada o sea nos atraviesa a
toda la sociedad, no hay franja etaria que se pueda decir esta es la más
vulnerable porque tanto los adultos, los mayores y los jóvenes estamos en el
mismo nivel de riesgo. Lo que si yo noto es que a las mujeres adultas es a
quienes más les cuesta contarlo porque deben mantener una imagen dentro de la
familia, de que te tenés que quedar, que tenés que aguantar a tu marido, pero
lo importante para nosotros es sensibilizar de que salgan de una vida que
significa el infierno, vivir con miedo, vivir esperando el golpe.
¿Qué dice la Ley de Protección Integral para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se
desarrollen sus relaciones interpersonales?
La Ley 24.685 es muy clara, establece que cada Ministerio de
la Provincia debe tener grupos interdisciplinarios para que sensibilicen a todo
lo que sea atención al público, recepción de casos, la fuerza policial debe
tener un protocolo exclusivo para casos de violencia. Nosotros venimos luchando
contra el veto sistemático de las leyes que se tratan y se vetan que tienen que
ver con violencia de género, entonces de esa manera tampoco se puede avanzar
sobre una legislación que obligue a los policías que acompañen a la victima a
buscar sus cosas al momento del incidente. Tampoco podemos trabajar sin una
legislación provincial que sea acorde a esta legislación nacional tanto en los
gabinetes de las escuelas que es necesario que se trate; en las currícula de
los docentes tiene que existir el tema de la violencia, la equidad de género y
la perspectiva; el tema de la salud, los hospitales deben seguir un protocolo
de actuación con las mujeres que llegan evidenciando hechos de violencia. Es
decir, tenemos una guía clara de qué hacer, entonces lo que nosotros hacemos es
la difusión, la sensibilización de la Ley nacional.
¿En ese caso, el Municipio qué hace?
Nosotros hemos avanzado en las áreas que podemos, por
ejemplo todo lo que sea capacitación interna; todas las áreas fueron convocadas
por turno para capacitarlos. En todas encontramos consultas, inquietudes y
fuimos trabajando internamente en el Municipio en los SAPS, CIC y CDI y ahora
estamos en los operativos integrales que se hacen en los barrios. Como política
de acción se estableció hacer una charla de violencia de género antes de ir al
operativo porque la verdad es que las mujeres toman la causa como suya; ellas
toman los folletos y los reparten porque son ellas las que conocen donde está
la mujer golpeada. Lo que yo siempre aconsejo es dejar un folleto un teléfono.
Vendría a ser una intervención indirecta porque por ahí no es el momento, la
mujer no está preparada sola se va a acercar.
Tomado de diario época de ctes ar
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