Bosque de Purús está en riesgo por construcción de trocha
de 10 kilómetros
Madereros hacen peligrar tres áreas protegidas y la
integridad de nativos en aislamiento entre Ucayali y Madre de
Dios
Desde una avioneta, de derecha a izquierda, se observa una
trocha que se extiende hasta el bosque protegido y la zona de amortiguamiento
de la reserva de Purús. (Foto: Dante Piaggio / El Comercio)
MIGUEL ÁNGEL CÁRDENAS
Contra todas las leyes peruanas e internacionales, la
sensibilidad común de un planeta en las fauces del cambio climático y la
voluntad del 80% de la población de la provincia de Purús, un
grupo de pobladores de la ciudad de Puerto Esperanza viene construyendo
impunemente una trocha que ya lleva 10 km y vulnera la zona de
amortiguamiento de la Reserva Comunal Purús (RCP), llamada así porque
protege a las comunidades nativas colindantes.
Envalentonados por autoridades locales, un religioso
desorbitado y un proyecto de ley estancado en el Congreso, los transgresores
dirigen la trocha directamente hacia el intangible Parque Nacional Alto Purús
(PNAP), entre Ucayali
y Madre
de Dios. Este es el área natural protegida más extensa del Perú
(2’510.694,41 ha) y el mayor santuario natural de caoba del país: uno de los
últimos en el mundo de madera preciosa (cedros y chihuahuacos) y de árboles
semilleros.
También es una de las redes hídricas más increíbles del
planeta en una región del tamaño de El Salvador, donde viven 48 comunidades
nativas y se encuentran reservas de indígenas en aislamiento voluntario.
Precisamente, esta semana, estos salieron de manera
inesperada de Purús para circundar una comunidad en Tambopata. “Es un tema
complejo y estamos evaluando evacuar a los nativos yinés de Monte Salvado,
donde fueron invadidos por los mashco piros, que son los no contactados de
Purús. Pero no se puede ir por curiosidad, porque podrían ser diezmados con una
tos; esto merece un tratamiento especial”, afirma Arsenio Calle, jefe del PNAP.
El Estado no puede cometer aquí los errores brutales de la colonización de
siglos pasados.
GERMEN DE VIOLENCIA
Así, con toda esta riqueza natural y complejidad social, ¿qué ha suscitado la amenaza ecológica que representa una trocha carrozable en una de las últimas pleuras de la Tierra?
Así, con toda esta riqueza natural y complejidad social, ¿qué ha suscitado la amenaza ecológica que representa una trocha carrozable en una de las últimas pleuras de la Tierra?
A fines de abril, el Congreso
debatió un descabellado proyecto que plantea declarar de necesidad pública la
interconexión terrestre entre Puerto Esperanza, en Ucayali, e Iñapari, en Madre
de Dios. Y que devastaría la intangibilidad de los últimos bosques vírgenes del
mundo. Es dolorosamente cierto que la ciudad más alejada de Ucayali, Puerto
Esperanza, vive en condenable pobreza, no existe hospital, la comunicación se
efectúa por vuelos civiles y el comercio se da con la ciudad de Santa Rosa, en
Brasil, a través del río Purús. Pero el proyecto propuesto por el
congresista Carlos Tubino –que primero habló de carretera y luego de vía
férrea– era peor que la enfermedad. Tanto así que los ministerios de
Cultura, de Transportes y Comunicaciones y la Defensoría del Pueblo lo
condenaron. Y el ministro del Ambiente, Manuel
Pulgar-Vidal, denunció tajante: “Ya el presidente Humala, cuando visitó la
zona, señaló que se iba a fortalecer el puente aéreo; pero [en ese proyecto]
hay una fuerte presión de extractores de madera”.
Sería demente que prosperara el proyecto de marras, pero sí
ha generado grupos embravecidos que quieren construir esta carretera ‘viral’
que cortaría 160 km del parque nacional.
Luego de un sobrevuelo por todo el parque, un equipo de El
Comercio comprobó que la trocha informal se ubica en el margen derecho
del río La Novia. Una trochita en ese camino existía desde los tiempos del
caucho hasta una antigua ruta de cazadores. Pero ahora la han ensanchado, sin
utilizar maquinaria, a puro machete, en el área de protección privada de
Mabosinfron y en zonas de amortiguamiento. Y ya ha habido incendios, uno de los
cuales fue apagado de emergencia por los guardaparques, que son amenazados de
muerte.
Los transgresores no pudieron seguir hace unos meses por las
perennes lluvias, pero han anunciado que la retomarían la primera semana de
julio.
NATIVOS EN CONTRA
El guardaparques Cirilo López pertenece a la etnia Sharanahua y ha debido enfrentar a traficantes ilegales de madera. “Nos muestran sus cartuchos y nos dicen: ‘con carne de guardaparques engordamos a los gallinazos’”. Por eso, tiene miedo que la construcción de cualquier carretera facilite su ingreso y de mineros ilegales y narcos.
El guardaparques Cirilo López pertenece a la etnia Sharanahua y ha debido enfrentar a traficantes ilegales de madera. “Nos muestran sus cartuchos y nos dicen: ‘con carne de guardaparques engordamos a los gallinazos’”. Por eso, tiene miedo que la construcción de cualquier carretera facilite su ingreso y de mineros ilegales y narcos.
Emilio Montes, de la etnia Juni kuin y presidente de la
Federación de Comunidades Nativas de Purús, que agrupa a 3.800 indígenas, ha
pedido la intervención de la contraloría y la Defensoría del Pueblo, cuyo
representante llegaría en julio. El 20 de junio, en Pucallpa, Montes se reunió
con representantes del Ministerio de Defensa, quienes aseguraron que durante la
quincena de julio se intensificarán los vuelos civiles diarios. El profesor
bilingüe sharanahua, Eduardo del Águila, ha sido testigo del ingreso de
narcotraficantes en Purús: “En el 2011 se denunció eso, imagínate si hubiera
una carretera”. Ni imaginarlo.
ATAQUES RADIALES: A FAVOR DE LA CARRETERA
El párroco Miguel Piovesán es el principal impulsor de la carretera. Desde una revista y una radio lanza diatribas contra “los intereses ecologistas internacionales que se oponen a la carretera” y ha atacado a El Comercio también. Hace dos meses salió de Puerto Esperanza y se presume que vuelva para azuzar a la población.
El párroco Miguel Piovesán es el principal impulsor de la carretera. Desde una revista y una radio lanza diatribas contra “los intereses ecologistas internacionales que se oponen a la carretera” y ha atacado a El Comercio también. Hace dos meses salió de Puerto Esperanza y se presume que vuelva para azuzar a la población.
Tomado de el comercio de Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario