El Impenetrable chaqueño fuera de control
En Centro de Estudios e Investigación Social Nelson
Mandela, da cuenta de la extinción de muchas especies en El Impenetrable, por
la caza sistemática y la total falta de controles. Editamos textualmente el documento.
Tatú carreta
Muchas especies
silvestres se extinguen en el mundo a una gran velocidad. Sin embargo,
pretendemos ignorar que los animales tienen un valor propio de existencia,
además de ser considerados por muchos científicos como recursos naturales
estratégicos y vitales.
Son fuente y
reserva de alimento y generan mercados turísticos por los que circula mucho
dinero. Además, se ha comprobado que cumplen funciones esenciales para
conservar el ambiente porque las especies silvestres tienen roles que hacen a
los equilibrios de los ecosistemas, de los que depende nuestras vidas.
El descontrol
organizado
Se difundió la
noticia sobre la cruenta matanza de un tatú carreta en El Impenetrable, en una
de las picadas más transitadas que une Miraflores con Nueva Pompeya. Si bien la
información fue correcta e impactante, lo destacado es que la nota trasunta el
total descontrol que reina en El Impenetrable, lo que debería alertarnos sobre
esta y otras graves situaciones que ocurren diaria o frecuentemente en el oeste
profundo del Chaco. Es indispensable que se destaque que la masacre del tatú
carreta no fue un hecho aislado, sino que es consecuencia del descontrol que
gobierna la amplia región conocida como el Chaco seco.
Los pobladores de
El Impenetrable denuncian que ingresan a sus campos cazadores furtivos que
provienen de la misma región, de otras zonas del Chaco y de otras provincias,
que matan especies tradicionales como quirquinchos, corzuelas o charatas, que
muchas veces venden.
La entrada de los
cazadores en tierras habitadas pone en riesgo no solo el frágil y diezmado
equilibrio de la biodiversidad del territorio, un recurso natural que pertenece
a todos los chaqueños, sino también al ganado e incluso la vida de los
pobladores de esas tierras.
Los cazadores,
según testimonio reciente de un poblador, utilizan rifles pero también usan
revólveres 22, cuyas balas describen un largo recorrido, por lo que generan
muchos riesgos. Aunque las cacerías habitualmente se realizan durante la noche,
también se producen a la luz del día.
Es increíble que
los que se dedican a cazar circulan libremente por la zona. Se los ha visto
pasar con freezer porque cargan enteros los animales cazados. Los pobladores
también testimonian que no tienen donde denunciar porque es la misma policía y
funcionarios públicos de la zona los que también cazan. Agregan que los
controles de la Dirección de Fauna no llegan hasta allí o que no son efectivos
cuando esporádicamente se realizan.
Perdemos
riqueza silvestre
El Chaco es una
provincia muy rica en especies silvestres, muchas de las cuales están
amenazadas o consideradas en peligro de extinción, a pesar de ser únicas en el
mundo.
La zona conocida
como El Impenetrable es una región con condiciones únicas, considerada por
muchos científicos con prioridad de conservación. El tatú carreta es una de las
especias en vías de extinción.
Fue declarado
Monumento Natural, protegido por la Ley 4.306 que prohíbe su captura, caza,
tenencia y comercialización. Otros ejemplos de especies que desaparecen son el
yaguareté y el chancho pecarí quimilero. A pesar de la caza furtiva, el saldo
actual de especies silvestres es todavía excepcionalmente abundante.
Sin embargo, pese
a la importancia de la región y de sus especies, esta zona sufre un constante
saqueo de sus recursos naturales. En este contexto, la matanza del tatú carreta
que fuera denunciada por la joven bióloga portuguesa Inés Sequeira fue un
disparo certero contra el saqueo organizado que ataca diaria y sistemáticamente
la biodiversidad de El Impenetrable.
El asombro de
esta extranjera debiera provocar estupor no solo en los cazadores y
explotadores forestales que están arruinando ese rico ecosistema, sino que
debiera generar la obligación política e institucional de programar y de
ejecutar programas y planes de controles estrictos para preservar lo que queda
de nuestro ecosistema.
Lo positivo fue
que ha sido muy buena la postura del Director del Complejo Ecológico de Sáenz
Peña. Jorge García fue claro, concreto y categórico cuando condenó la barbarie
y señaló que El Impenetrable es tierra de nadie.
Faltó y continúa
pendiente una respuesta institucional oportuna y eficiente por parte del
gobierno chaqueño y de su estructura administrativa, fundamentalmente de los
ministerios de ambiente y de la producción, que lamentablemente fallan por
defectos y por excesos, lo que permite el saqueo ambiental.
¿La Fidelidad
será una isla en un entorno degradado?
La esperada
creación de la reserva natural La Fidelidad será esencial para la protección de
la biodiversidad de la región. Se supone que contribuirá a la conservación de
especies y de ambientes silvestres; sin embargo, es posible que no sea
suficiente si la extracción de recursos naturales continúa en la región,
fundamentalmente por la explotación del monte y por la intensidad de la caza
furtiva.
Las áreas
protegidas en el mundo han demostrado que son capaces de resguardar especies y
ambientes del impacto humano directo; no obstante ello, para cumplir sus
funciones de conservación, tales aéreas deben estar rodeadas de una zona de
amortiguamiento o buffer y de continuidad ambiental. Estos alrededores deben contribuir
a la conservación del medio ambiente, o sea que debe existir la posibilidad
para los animales silvestres de circular hacia otras porciones de territorio
sin ser cazados.
Está probado que
en materia de conservación son ineficaces las áreas protegidas que están
rodeadas de territorios degradados o donde los pobladores locales no están
integrados y de acuerdo con su manejo, tal como habitualmente ocurre en El
Impenetrable. La intensidad de la explotación forestal ha castigado y dañado
duramente el monte nativo. La caza ha generado una merma extraordinaria en las
especies silvestre, que parece que continuará hasta la total extinción de
algunas de ellas. En este escenario, La Fidelidad corre serios riesgos de ser
una isla de diversidad biológica sumida en un territorio cada vez más degradado
y degradante.
Tomado de chaco día por día
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