Listo pliego
de licitación para extracción de cepas de árboles talados en la costa
La licitación pública para la extracción de
las cepas de los árboles talados en la zona costera de la ciudad, “se encuentra
lista”, confirmó el director general de Servicios, Emilio Roque Pérez.
El Departamento de Administración habilitará en los próximos días el llamado, para continuar con “una nueva etapa de la reestructura de la zona, a partir de las plagas que atacaron los eucaliptos, lo que nos llevó a su corte y al mismo tiempo a un nuevo ordenamiento, con otros árboles, con otro concepto más paisajista”, agregó Pérez.
La tala de árboles se encuentra en su etapa culminante, tras cumplirse una primera licitación por 260 toneladas de madera cortada, ampliada en una segunda a más de 400, que es la que se está cumpliendo. “Ahora viene la parte en que vamos a retirar todos los troncos, a través de la empresa que gane la respectiva licitación pública”, en la que se considerará la cantidad de dinero que cada empresa pida para cumplir su trabajo, qué tipo de maquinaria utilizará para retirar las cepas y cómo procederá a su disposición final.
Una vez concluida esta tarea de quite de cepas, se recubrirá con tierra fértil los hoyos, para posteriormente reforestar con especies nativas. Para ello se contará con el aporte del vivero de la Intendencia de Salto, “con el que establecimos acuerdo y tendremos ejemplares de unos dos metros de altura para trasplantar, siguiendo los diseños paisajistas del ingeniero paisajista Carlos Pellegrino y la arquitecta paisajista Julia Ferrero”, explicó el encargado operativo de Paseos Públicos, Julio Da Silva. Del vivero de Salto se utilizarán cuatro especies de árboles autóctonos: mataojo, ingá, ceibo y lapacho rosado. El mataojo (pouteria salicifolia) alcanza hasta siete metros de altura. El ingá (inga uruguensis) crece hasta los diez metros de altura y se caracteriza por soportar lugares húmedos o con agua. El ceibo (erythrina crista-galli) se eleva hasta los ocho metros. En tanto el lapacho rosado (tabebuia avellanedae Lor) es también un árbol de gran porte y follaje caduco.
Una de las medidas de seguridad que se tomarán “será la contratación de personal de vigilancia para el cuidado de los árboles trasplantados, porque no importará su porte, siempre deberemos enfrentar el problema de los destrozos, como lamentablemente ocurre en otros paseos de la ciudad”, indicó Da Silva. En tal sentido, el pasado viernes la Intendencia de Paysandú procedió a la apertura de la licitación abreviada “Vigilancia privada en distintos paseos públicos”.
El Departamento de Administración habilitará en los próximos días el llamado, para continuar con “una nueva etapa de la reestructura de la zona, a partir de las plagas que atacaron los eucaliptos, lo que nos llevó a su corte y al mismo tiempo a un nuevo ordenamiento, con otros árboles, con otro concepto más paisajista”, agregó Pérez.
La tala de árboles se encuentra en su etapa culminante, tras cumplirse una primera licitación por 260 toneladas de madera cortada, ampliada en una segunda a más de 400, que es la que se está cumpliendo. “Ahora viene la parte en que vamos a retirar todos los troncos, a través de la empresa que gane la respectiva licitación pública”, en la que se considerará la cantidad de dinero que cada empresa pida para cumplir su trabajo, qué tipo de maquinaria utilizará para retirar las cepas y cómo procederá a su disposición final.
Una vez concluida esta tarea de quite de cepas, se recubrirá con tierra fértil los hoyos, para posteriormente reforestar con especies nativas. Para ello se contará con el aporte del vivero de la Intendencia de Salto, “con el que establecimos acuerdo y tendremos ejemplares de unos dos metros de altura para trasplantar, siguiendo los diseños paisajistas del ingeniero paisajista Carlos Pellegrino y la arquitecta paisajista Julia Ferrero”, explicó el encargado operativo de Paseos Públicos, Julio Da Silva. Del vivero de Salto se utilizarán cuatro especies de árboles autóctonos: mataojo, ingá, ceibo y lapacho rosado. El mataojo (pouteria salicifolia) alcanza hasta siete metros de altura. El ingá (inga uruguensis) crece hasta los diez metros de altura y se caracteriza por soportar lugares húmedos o con agua. El ceibo (erythrina crista-galli) se eleva hasta los ocho metros. En tanto el lapacho rosado (tabebuia avellanedae Lor) es también un árbol de gran porte y follaje caduco.
Una de las medidas de seguridad que se tomarán “será la contratación de personal de vigilancia para el cuidado de los árboles trasplantados, porque no importará su porte, siempre deberemos enfrentar el problema de los destrozos, como lamentablemente ocurre en otros paseos de la ciudad”, indicó Da Silva. En tal sentido, el pasado viernes la Intendencia de Paysandú procedió a la apertura de la licitación abreviada “Vigilancia privada en distintos paseos públicos”.
Tomado de el telégrafo de Uruguay
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