Un desastre nunca visto en Uruguay que causa pérdidas por
millones de dólares
La jornada de ayer fue el día después para productores de
ovinos en el país, que durante cinco días vieron con impotencia como sus
animales caían muertos a causa del temporal de frío, viento y lluvia que azotó
al norte del país, con epicentro en los departamentos de Paysandú, Salto,
Artigas y Tacuarembó, y que de acuerdo a datos estimativos y primarios,
causaría pérdidas de más de 40.000 ovinos y superará los U$S 2,5 millones. “Un
temporal histórico y único”, dijo el presidente del SUL, Joaquín Martinicorena.
Productores
consultados por EL TELEGRAFO todavía no pueden creer cómo animales con más de
30 días de esquila y bien alimentados, incluso en algunos lugares con una
lluvia arriba, morían acalambrados a pesar de estar en lugares especialmente
acondicionados en el campo para afrontar este tipo de fenómenos. La
coincidencia es que fue un temporal que prácticamente nadie ha visto, de cinco
días muy fríos, con lluvias por momentos muy fuerte, al igual que el viento,
que imposibilitó comer a los animales en campo abierto, y que determinó
fundamentalmente que los corderos con pocos días de nacidos no tuvieran
posibilidades de subsistir. En muchos casos, se da la situación de productores
que a causa de la crecida de ríos y arroyos, no conocen a ciencia cierta las
consecuencias del temporal, al tener animales del otro lado. De acuerdo a lo
señalado por el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Joaquín
Martinicorena, y el responsable en Paysandú de Central Lanera Uruguaya (CLU),
César Niell, en la víspera los técnicos efectuaban un relevamiento de la
mortandad y hoy se estaría informando de la magnitud del temporal.
DATOS PRIMARIOS
En Paysandú serían
más de 10.000 los lanares muertos a causa del temporal. En la zona de Guichón,
Piñera, Merinos y Tres Arboles son varios los productores con pérdidas que van
desde los 200 y hasta los 700 animales. De todas formas, las denuncias
realizadas ante las comisarías más próximas no han sido importantes,
seguramente porque los productores aguardaban el acceso a otros potreros, a los
que no podían entrar por la crecida de ríos, arroyos y cañadas. También en Ruta
26 y al norte del departamento con Salto, son varios los productores afectados,
al igual que en el límite con el departamento de Tacuarembó, las zonas más
ovejeras de Paysandú.
En Salto se estima desde el SUL que la muerte de ovinos
oscila entre 15.000 y 17.000 animales. En 51 establecimientos registrados en
este departamento había denuncias hasta este martes por 9.769 ovinos muertos y
cinco vacunos. La zona centro fue la más castigada por el temporal. En un solo
establecimiento, en la localidad de Sopas, sobre la Ruta 31, al atardecer de
esa jornada se llevaban contabilizados 1.850 lanares muertos. En Artigas, la
zona más afectada fue la región noroeste, especialmente sobre el área de
influencia de Tomás Gomensoro y Baltasar Brum, donde se estima desde el SUL una
mortandad de entre 4.000 y 5.000 animales. En Tacuarembó murieron más de 5.000
ovejas y corderos como consecuencia de las lluvias y el frío, aunque de hacerse
un relevamiento con un sistema eficaz, serían más de 10.000
ejemplares.
PERIPECIAS
A pesar de que se
avizoraba que “algo grande venía”, los productores de nuestro departamento
pasaron varias peripecias para lograr salvar a sus animales. Es el caso de
Mario Hitateguy, un productor experiente en la cría de ovinos y con reparos ya
prepararon para este tipo de contingencias, pero que igualmente perdió
alrededor de 500 lanares.
“La parte más
sensible de la borregada de hasta dos dientes, para cubrirla la pusimos dentro
del galpón y ahí estuvieron más de 48 horas sin moverlas y se salvaron todas”,
explicó. La categoría mayor, “la de capones y que creíamos que era la más
sufrida y rústica, llevamos unos 300 animales muertos”, dijo.
Sobre el particular,
mencionó que primero “los llevamos a un encierro con pinos en la vuelta y se
les puso para cubrirlos una malla de hasta 1,40 metros en todo el alambrado.
Empezó a caer y hacer barro los bretes, cortamos un alambrado que daba hacia los
pinos, los pusimos dentro de los pinos en donde pensábamos que estaban
totalmente a resguardo, y ahí empezaron a caer los capones sin levante”. Como
la situación se iba complicando, “los sacamos de ahí y buscamos reparo en la
vuelta de los cerros y parte contra los montes de las forestales y ahí comieron
algo, pero empezaron a acalambrarse y caer los animales, a pesar de estar la
mayoría en buen estado”.
En cuanto a los
corderos recién nacidos, Hitateguy manifestó que “serían alrededor de 200 los
animales muertos, en una zona donde incluso fuimos de los más privilegiados con
el agua, porque solamente llovieron alrededor de 100 milímetros en cuatro
días”.
Respecto a una majada
con esquila preparto que se esquiló el 1º de agosto, “14 ovejas murieron, dijo
el productor, entendiendo que al suceder con un mes y medio de esquila, se debe
a que el agua fue muy fría y no soportaron el temporal.
“Hay cosas que
resultan difícil de explicar”, dijo a EL TELEGRAFO Enrique Hiriart, productor
de la zona de Piñera y que sufrió la muerte de 300 ovejas, 200 de las cuales
eran esquiladas preparto, con dos lluvias de 25 milímetros arriba y varias
heladas.
“Las teníamos en buen campo, con pasto, porque no tengo el
ganado apretado”, agregó, “pero el temporal fue muy grande”. A esa cifra se
suman 400 corderos muertos, entre los recientemente nacidos y hasta 15 días de
vida.
NO AFECTA STOCK
Para Martinicorena,
esta situación “no va a afectar el stock ovino”, a pesar de que se entiende se
verán reducidas las expectativas de señalada, porque todo cordero nacido desde
el 9 de setiembre no sobrevivió a los cinco días de temporal. Previo al
fenómeno climático adverso, se estima que la señalada oscilaría entre 82 y 83
por ciento, pero con la importante mortandad de corderos recién nacidos, se
cree que probablemente caerá en torno a 10 puntos porcentuales.
La situación “es
histórica y única, porque afectó a animales adultos con más de 20 días y hasta
un mes de esquila con peine alto incluido”, dijo el dirigente y productor, que
vivió en carne propia en su establecimiento del departamento de Salto la muerte
de ovinos por el frío, lluvia y viento.
GOLPE DURO
Para Niell, “es un
golpe muy duro para los productores, que en muchos casos vienen castigados por
el abigeato, y que se encuentran en un momento importante por el pico de
nacimiento de los corderos”. Agregó que “borregos con más de un año de vida y
prontos para su primera esquila resultaron muertos, y en varios casos, animales
con varios días de encierro y sin comida”. Explicó que CLU tiene un seguro de
mortandad post esquila de todos los corderos inscriptos para cordero pesado, “y
tenemos en el departamento unos 2.000 animales informados que murieron en estos
días, para lo cual desde este miércoles se está haciendo un relevamiento”. “En
diálogo con Alberto Secco y la gente de Calsal en Salto, me contó sobre la
muerte de 10.000 a 15.000 ovinos en ese departamento, especialmente en donde
había máquinas grandes esquilando en establecimientos importantes”, sostuvo.
MEDIDA
La mayoría de los
productores consultados se preguntaban si habría alguna medida para paliar la
difícil situación que atraviesan. Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura
y Pesca (MGAP) por ahora se procura conocer la magnitud del problema, sin anticipar
si se adoptaría alguna medida de auxilio a los productores. Se supo que el
ministerio pidió identificar el extracto de los productores afectados, pero
hasta el momento no había tomado ninguna decisión.
TOMADO DE EL TELÉGRAFO DE URUGUAY
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