jueves, 19 de septiembre de 2013

OVEJAS MUERTAS EN URUGUAY

Un desastre nunca visto en Uruguay que causa pérdidas por millones de dólares
La jornada de ayer fue el día después para productores de ovinos en el país, que durante cinco días vieron con impotencia como sus animales caían muertos a causa del temporal de frío, viento y lluvia que azotó al norte del país, con epicentro en los departamentos de Paysandú, Salto, Artigas y Tacuarembó, y que de acuerdo a datos estimativos y primarios, causaría pérdidas de más de 40.000 ovinos y superará los U$S 2,5 millones. “Un temporal histórico y único”, dijo el presidente del SUL, Joaquín Martinicorena.
 Productores consultados por EL TELEGRAFO todavía no pueden creer cómo animales con más de 30 días de esquila y bien alimentados, incluso en algunos lugares con una lluvia arriba, morían acalambrados a pesar de estar en lugares especialmente acondicionados en el campo para afrontar este tipo de fenómenos. La coincidencia es que fue un temporal que prácticamente nadie ha visto, de cinco días muy fríos, con lluvias por momentos muy fuerte, al igual que el viento, que imposibilitó comer a los animales en campo abierto, y que determinó fundamentalmente que los corderos con pocos días de nacidos no tuvieran posibilidades de subsistir. En muchos casos, se da la situación de productores que a causa de la crecida de ríos y arroyos, no conocen a ciencia cierta las consecuencias del temporal, al tener animales del otro lado. De acuerdo a lo señalado por el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Joaquín Martinicorena, y el responsable en Paysandú de Central Lanera Uruguaya (CLU), César Niell, en la víspera los técnicos efectuaban un relevamiento de la mortandad y hoy se estaría informando de la magnitud del temporal.
 DATOS PRIMARIOS
 En Paysandú serían más de 10.000 los lanares muertos a causa del temporal. En la zona de Guichón, Piñera, Merinos y Tres Arboles son varios los productores con pérdidas que van desde los 200 y hasta los 700 animales. De todas formas, las denuncias realizadas ante las comisarías más próximas no han sido importantes, seguramente porque los productores aguardaban el acceso a otros potreros, a los que no podían entrar por la crecida de ríos, arroyos y cañadas. También en Ruta 26 y al norte del departamento con Salto, son varios los productores afectados, al igual que en el límite con el departamento de Tacuarembó, las zonas más ovejeras de Paysandú.
En Salto se estima desde el SUL que la muerte de ovinos oscila entre 15.000 y 17.000 animales. En 51 establecimientos registrados en este departamento había denuncias hasta este martes por 9.769 ovinos muertos y cinco vacunos. La zona centro fue la más castigada por el temporal. En un solo establecimiento, en la localidad de Sopas, sobre la Ruta 31, al atardecer de esa jornada se llevaban contabilizados 1.850 lanares muertos. En Artigas, la zona más afectada fue la región noroeste, especialmente sobre el área de influencia de Tomás Gomensoro y Baltasar Brum, donde se estima desde el SUL una mortandad de entre 4.000 y 5.000 animales. En Tacuarembó murieron más de 5.000 ovejas y corderos como consecuencia de las lluvias y el frío, aunque de hacerse un relevamiento con un sistema eficaz, serían más de 10.000
ejemplares.
 PERIPECIAS
 A pesar de que se avizoraba que “algo grande venía”, los productores de nuestro departamento pasaron varias peripecias para lograr salvar a sus animales. Es el caso de Mario Hitateguy, un productor experiente en la cría de ovinos y con reparos ya prepararon para este tipo de contingencias, pero que igualmente perdió alrededor de 500 lanares.
 “La parte más sensible de la borregada de hasta dos dientes, para cubrirla la pusimos dentro del galpón y ahí estuvieron más de 48 horas sin moverlas y se salvaron todas”, explicó. La categoría mayor, “la de capones y que creíamos que era la más sufrida y rústica, llevamos unos 300 animales muertos”, dijo.
 Sobre el particular, mencionó que primero “los llevamos a un encierro con pinos en la vuelta y se les puso para cubrirlos una malla de hasta 1,40 metros en todo el alambrado. Empezó a caer y hacer barro los bretes, cortamos un alambrado que daba hacia los pinos, los pusimos dentro de los pinos en donde pensábamos que estaban totalmente a resguardo, y ahí empezaron a caer los capones sin levante”. Como la situación se iba complicando, “los sacamos de ahí y buscamos reparo en la vuelta de los cerros y parte contra los montes de las forestales y ahí comieron algo, pero empezaron a acalambrarse y caer los animales, a pesar de estar la mayoría en buen estado”.
 En cuanto a los corderos recién nacidos, Hitateguy manifestó que “serían alrededor de 200 los animales muertos, en una zona donde incluso fuimos de los más privilegiados con el agua, porque solamente llovieron alrededor de 100 milímetros en cuatro días”.
 Respecto a una majada con esquila preparto que se esquiló el 1º de agosto, “14 ovejas murieron, dijo el productor, entendiendo que al suceder con un mes y medio de esquila, se debe a que el agua fue muy fría y no soportaron el temporal.
 “Hay cosas que resultan difícil de explicar”, dijo a EL TELEGRAFO Enrique Hiriart, productor de la zona de Piñera y que sufrió la muerte de 300 ovejas, 200 de las cuales eran esquiladas preparto, con dos lluvias de 25 milímetros arriba y varias heladas.
“Las teníamos en buen campo, con pasto, porque no tengo el ganado apretado”, agregó, “pero el temporal fue muy grande”. A esa cifra se suman 400 corderos muertos, entre los recientemente nacidos y hasta 15 días de vida.
 NO AFECTA STOCK
 Para Martinicorena, esta situación “no va a afectar el stock ovino”, a pesar de que se entiende se verán reducidas las expectativas de señalada, porque todo cordero nacido desde el 9 de setiembre no sobrevivió a los cinco días de temporal. Previo al fenómeno climático adverso, se estima que la señalada oscilaría entre 82 y 83 por ciento, pero con la importante mortandad de corderos recién nacidos, se cree que probablemente caerá en torno a 10 puntos porcentuales.
 La situación “es histórica y única, porque afectó a animales adultos con más de 20 días y hasta un mes de esquila con peine alto incluido”, dijo el dirigente y productor, que vivió en carne propia en su establecimiento del departamento de Salto la muerte de ovinos por el frío, lluvia y viento.
 GOLPE DURO
 Para Niell, “es un golpe muy duro para los productores, que en muchos casos vienen castigados por el abigeato, y que se encuentran en un momento importante por el pico de nacimiento de los corderos”. Agregó que “borregos con más de un año de vida y prontos para su primera esquila resultaron muertos, y en varios casos, animales con varios días de encierro y sin comida”. Explicó que CLU tiene un seguro de mortandad post esquila de todos los corderos inscriptos para cordero pesado, “y tenemos en el departamento unos 2.000 animales informados que murieron en estos días, para lo cual desde este miércoles se está haciendo un relevamiento”. “En diálogo con Alberto Secco y la gente de Calsal en Salto, me contó sobre la muerte de 10.000 a 15.000 ovinos en ese departamento, especialmente en donde había máquinas grandes esquilando en establecimientos importantes”, sostuvo.
 MEDIDA

 La mayoría de los productores consultados se preguntaban si habría alguna medida para paliar la difícil situación que atraviesan. Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) por ahora se procura conocer la magnitud del problema, sin anticipar si se adoptaría alguna medida de auxilio a los productores. Se supo que el ministerio pidió identificar el extracto de los productores afectados, pero hasta el momento no había tomado ninguna decisión.
TOMADO DE EL TELÉGRAFO DE URUGUAY 

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