Se importará petróleo crudo por primera vez en 20 años
El Estado comprará y lo revenderá a menor precio a las
destilerías; es un efecto de la política energética que derivó en una caída de
la producción
Por Pablo Fernández Blanco
| La producción de crudo en el país sufre caídas. Foto: Archivo
El efecto que provoca la caída de la producción nacional de
petróleo crudo, combinada con el crecimiento de la demanda de combustibles -dos
huellas de las políticas del kirchnerismo-, llevó al Gobierno a tomar una
decisión tan antipática y de alto costo político como infrecuente. En los
próximos días, se publicará en el Boletín Oficial un decreto presidencial que
habilitará la importación de petróleo subsidiado por parte del Estado, para
revenderlo entre las principales productoras de combustibles, un grupo que
integran YPF, Axion -opera la red Esso-, Shell, Petrobras y Oil.
Será la primera compra de crudo al exterior en un período de
por lo menos dos décadas. Sin embargo, el equipo económico prefiere resistir el
costo político de esa medida a cambio de obtener réditos tanto en la balanza
comercial como desde el punto de vista cambiario, dado que la compra de
producto primario para procesar en el país permitiría reducir las importaciones
de derivados, que son más caros.
Una vez más, Enarsa -que nació en 2004 con el objetivo de
convertirse en una compañía pública testigo del mercado petrolero pero que se
convirtió en el brazo ejecutor del Gobierno en la crisis energética-, será la
encargada de la operación. Aunque aún no están definidos todos los detalles, fuentes
que están al tanto de la iniciativa estiman que Enarsa importará un cargamento
de aproximadamente un millón de barriles que llegarían de algún país productor
de la costa oeste de África a precio internacional (anteayer, la variedad WTI,
de referencia para la Argentina, cerró a US$ 94,46 el barril). Luego, la
compañía estatal lo venderá a las petroleras, entre ellas YPF, una de las
principales promotoras de la medida, a US$ 83.
Este número no es casual: los contratos de crudo Medanito
(el crudo de mejor calidad del país) para este mes, se están cerrando a ese
mismo precio. Por lo que, en la práctica, la importación de crudo no bajará los
costos de producción de combustibles de manera directa, sino que permitirá
aumentar "la carga y el rendimiento de las refinerías", según explicó
una fuente con conocimiento de la iniciativa.
El Gobierno estudia la medida desde hace meses a pedido del
sector privado. Un equipo comandado por el secretario de Energía, Daniel
Cameron, hizo los números finos, que le presentó a la comisión fiscalizadora
del sector energético que, en la práctica, comanda Kicillof.
Pero los tiempos se aceleraron en diciembre. El día 19, en
una reunión que mantuvieron el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el
secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, con los jefes de las grandes
petroleras, los funcionarios reconocieron tener en claro que la caída en la
producción local del crudo Medanito, propio de la provincia de Neuquén, afecta
la rentabilidad de las empresas refinadoras.
El propio Costa, ya sin Kicillof, retomó el tema ante una
concurrencia muy similar, en un encuentro que mantuvo el 27 de diciembre.
Prometió allí que el Gobierno habilitaría la importación de crudo en la segunda
semana de enero. Lo escuchaban Carlos Alfonsi, director ejecutivo de Downstream
de YPF; Patricio Chababo, vicepresidente de Axion Energy; Juan José Aranguren,
presidente de Shell; Rodrigo Turienzo, gerente general de Oil Combustibles;
Daniel Barbería, de Refinor; Diego Saralegui, de Petrobras, y representantes de
Pdvsa y Dapsa, entre otros. Todos se mostraron a favor de la decisión.
En la jerga de los barones del crudo, el petróleo Medanito
se define como "liviano". Es el que mejor rinde en las destilerías
nacionales, pero cada vez hay menos. De acuerdo con números oficiales, entre
2009 y 2012 su producción cayó más de un 21%, hasta los 6,11 millones de metros
cúbicos. Y tuvo su correlato en una menor eficiencia de las refinerías. Al
mismo tiempo, las empresas debieron incrementar la importación de combustibles,
algo que incrementó la salida de divisas en un contexto de estrechez cambiaria.
Hasta noviembre, según números de la Secretaría de Energía, giraron más de 2000
millones de dólares para comprar naftas y gasoil fuera del país.
En el mercado sostienen que las destilerías que tienen Shell
en Dock Sud e YPF en La Plata (el mayor complejo industrial del país) serán las
principales beneficiadas. El resto, sin embargo, también sacará provecho de la
compra t0mado de la nacion de ar
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