Alemania debilitada por el ecoterrorismo Foto: EPA
La delicadísima realidad geopolítica, puesta de relieve por
la muy grave crisis suscitada en Ucrania, permite realizar múltiples lecturas
válidas y complementarias, varias de las cuales corroboran análisis previos que
muchos analistas objetivos realizamos.
A la crisis en sí misma, así como a los roles de los actores
principales de esa compleja partida de ajedrez geopolítico, ya me referí con
amplitud en recientes análisis. Como tema en cierta forma colateral, es muy
interesante y también ilustrativo acerca del accionar de similares grupos de
activistas – mercenarios – “perejiles” – e incautos desinformados, aglutinados
en diversas ONGs pseudo ecologistas, que en verdad se mueven de acuerdo a
precisos dictados de poderosos intereses económicos y relativamente complejas
maniobras de geopolítica mundial, no por casualidad casi uniformemente dictadas
desde las potencias anglosajonas; y el concepto abarca tanto a la actual mega
potencia mundial, su aliado/subordinado principal del viejo y siempre agresivo
imperio (que supo tener épocas mejores) y al amplio abanico de la Comunidad
Británica de Naciones (el Commonwealth).
Los objetivos predilectos de las ONGs “ecologistas”
transnacionales, parecen ser las naciones excluidas de la llamada Sociedad
Postindustrial (aglutinada esta en el G7 y sus ramificaciones), siendo muy
claro que en base a cavernarios y edulcorados argumentos, quieren tenernos
atados al subdesarrollo permanente.
Pero los intereses que mueven las ONGs ultraecologistas son
tan poderosos, que incluso cooptan mentes y doblegan voluntades, en el propio
núcleo del poder de las “democracias de mercado” (las mencionadas potencias del
G7, más el resto de la UE).
Por caso, la promoción a ultranza de las mal llamadas
“energías renovables”, cuya imposición pretenden sea dictatorialmente
imperativa, oculta negocios (o negociados) multimillonarios, con pocos
beneficiarios y muchos perjudicados.
En Alemania, los jugosos negocios vinculados con las masivas
instalaciones de las ineficientes y muy costosas usinas eólicas y solares,
fueron impuestas como “grandes soluciones” (falsas), supuestamente para
reemplazar a las usinas nucleares, previamente “demonizadas” por los mismos
activistas “verdes” involucrados en promover dictatorialmente las “renovables”
(eólicas y solares).
Los electoralmente minoritarios verdes alemanes, lograron
imponer a Angela Merkel sus caprichos ecolátricos, inicialmente promocionados
masivamente como supuestos sustitutos de las usinas nucleares, cuyas
construcciones se congelaron.
Las apuestas de los activistas de los negociados eólicos y
solares, fueron incluso mucho más allá, pues con sus habituales metodologías
dictatoriales, “exigieron” –en base a falsos argumentos nunca demostrados-, que
las usinas atómicas en funcionamiento se cierren perentoriamente, con el
argumento que los “molinos de viento” y los paneles solares, las reemplazarían
ventajosamente.
Pero como la única verdad es la realidad (parafraseando al
principal caudillo político argentino del siglo XX), las eólicas y solares no
solucionaron nada, pues sus rendimientos son bajísimos y sus costos reales por
KWh son exorbitantemente caros. Hoy las “soluciones” propuestas por los
fundamentalistas germanos del ecologismo cavernario, no cubren ni siquiera el
10 % de la matriz eléctrica, pese a los elevados subsidios y otras prebendarias
facilidades que las sostienen (como la obligatoriedad de los despachos de
carga, de incluir toda la energía eólica y solar disponible, aun relegando a
fuentes más económicas.
El despilfarro de dinero dilapidado para promover las
falsamente “limpias” energías eólica y solar, pudo ser soportado por las anchas
espaldas del presupuesto estatal alemán… pero sin duda erosionaron su PBI y
restaron eficiencia a su producción.
Pero hasta ahora, lo más costoso de los irracionales
planteos de los “verdes” germanos, es el reemplazo
efectivo de las centrales
nucleares canceladas (no construidas). Curiosamente, ningún pseudo “ecologista”
se detiene a analizar cómo crecieron en forma geométricamente acelerada las
importaciones de gas natural y de carbón a consecuencia de los dictatoriales
planteos ultra ecologistas impuestos como Política de Estado, ni a evaluar los
altísimos costos ambientales que son consecuencia de las crecientes quemas
masivas de gas natural y de carbón, a las que se ve forzada Alemania. ¿Por qué
guardan silencio cómplice los pseudo ecologistas?
Queda en claro, que la hidroelectricidad no puede crecer en
Alemania, no porque no quieran seguir construyendo, sino porque ya construyeron
todas las usinas hidros posibles en sus sistemas fluviales.
Pero en lo geopolítico, el cuadro de situación es mucho más
complicado, para la actual primera economía europea y cuarta economía mundial.
Alemania depende de sus importaciones de carbón, de sus
vecinos de la UE, pero sobre todo de EEUU. Pero mucho mayor es su dependencia
de las importaciones de gas natural, del cual Rusia es su proveedor principal,
difícilmente remplazable, al menos en similares condiciones de fiabilidad
técnica y costos.
De hecho, buena parte de la Unión Europea depende en buena
medida de la provisión de gas ruso, lo cual es muy acentuado en el caso del
gigante industrial germano (hasta se construyó un costoso y dudosamente
“ecológico” gasoducto en el Mar Báltico, para evitar depender de Polonia o
Ucrania en la traza del mismo).
Consecuentemente, la retórica belicista y cargada de
amenazas de sanciones económicas a Rusia, impulsada o al menos expuesta por
EEUU, no cuenta con el mismo nivel de entusiasmo ni agresividad por parte de la
UE, y menos de Alemania.
Claramente, los ecópatas alemanes, han hecho a su poderoso
país, dependiente del suministro de gas natural ruso, lo cual es un verdadero
talón de Aquiles, desde lo geopolítico.
Similares planteos de los ecoterroristas de Argentina,
pretenden hacernos crónicamente dependientes de las importaciones de petróleo y
gas natural, al atacar con irracional fanatismo a las centrales hidroeléctricas
y nucleares, al oponerse a la explotación de petróleo y gas no convencional, y
al pretender imponernos por la fuerza, las costosas eólicas y solares, inútiles
como centrales de base, por sus limitaciones técnicas.
Y algunos políticos de baja estofa, o de muy bajo vuelo
intelectual, o muy oportunistas, pretenden sacar algunos míseros votitos, a
costa de hipotecar el futuro de nuestro país, al apoyar los irracionales
planteos del fundamentalismo ecolátrico.
co/sk tomado de la La Voz de Rusia.
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