Dos millones requieren ayuda alimentaria
Preocupación. La sequía que enfrentó Centroamérica en el
2014 provocó un serio daño en la producción de alimentos, dice el PMA
Los pequeños agricultores fueron los más afectados por la
sequía en Centroamérica.
Más de dos millones de personas en Centroamérica están
afectadas por una prolongada sequía y requieren ayuda alimentaria, alertó ayer
el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el mayor brazo humanitario de las
Naciones Unidas.
El organismo informó en un comunicado, que es preocupante el
impacto de la sequía en la producción de alimentos de Guatemala, El Salvador,
Honduras y Nicaragua, así como en la seguridad nutricional de sus poblaciones.
A petición de los Gobiernos de Guatemala, Honduras y El
Salvador, el PMA junto con otros organismos de la ONU y organizaciones no
gubernamentales, llevaron a cabo recientemente una evaluación sobre seguridad
alimentaria.
De ella ha surgido que, tras las pérdidas del primer ciclo
de la cosecha, las familias adoptaron estrategias que las han dejado más
vulnerables.
LAS DECISIONES Entre
las decisiones que tomaron estuvo reducir los gastos en salud y educación,
consumir las reservas de semillas, destinar menos dinero a insumos agrícolas,
mendigar, vender sus animales y tierras, o emigrar.
Los hogares reportaron que al menos un miembro de la familia
había emigrado en los dos meses anteriores a la evaluación del PMA, que
concluyó el pasado diciembre. Ese dato no incluye a las familias enteras que
decidieron partir antes de que se realizara el estudio.
460 MIL NICAS Para los expertos del PMA, resulta claro que
habrá necesidades importantes que persistirán hasta la próxima cosecha,
prevista para agosto. De acuerdo a la
evaluación, la inseguridad alimentaria moderada y severa afecta a 874,000
personas en Guatemala, a 682,000 en Honduras, a 85,000 en El Salvador. Se
calcula que en Nicaragua están afectadas unas 460,000 personas, aunque aquí el
citado estudio no tuvo lugar.
El PMA ha prestado a los Gobiernos apoyo para acudir en
ayuda de cientos de miles de personas en los cuatro países, pero el déficit
financiero es actualmente de 20 millones de dólares para los próximos tres
meses de asistencia. Desde el año pasado la ONU alertó sobre los efectos que
tendría la sequía en la seguridad alimentaria de Centroamérica. Un estudio de
la ONU en conjunto con una ONG dado a conocer a finales del 2014, reveló que en
el este de Guatemala, cerca de un hogar de cada cuatro sufriría de desnutrición
en un nivel de ‘’moderado a severo’’, especialmente los niños de menos de cinco
años y las mujeres embarazadas PEQUEÑOS AGRICULTORES La mayor parte de las personas afectadas son
pequeños agricultores, trabajadores agrí-
colas y familias con bajos ingresos. En Honduras y
Guatemala, se perdieron cerca del 75 por ciento de los cultivos de maíz y de
frijoles y miles de reses murieron, según el informe de la ONU del año
pasado. Según el funcionario, ‘’en los
próximos meses, la inseguridad alimentaria debería agravarse a medida que las
familias agoten su abasto de comida’’.
En agosto del año pasado el Gobierno guatemalteco decretó
estado de emergencia en 16 de los 22 departamentos debido a la sequía, que en
octubre ya había provocado que unas 30 mil familias agotaran sus
provisiones. En Honduras, las
autoridades decretaron alerta en las regiones del oeste del país, donde se
estima que cerca de 20 mil niños estaban en riesgo de sufrir desnutrición
debido a la sequía del 2014. TOMADO DE NUEVO DIARIO DE NICARAGUA
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