Efectos de la minería
en el ciclo del agua
Por: José Luis Rodríguez Día Mundial del Agua (22 de marzo), fecha
propicia para recordar la frase " el ciclo del agua y el ciclo de vida son
uno mismo" de Jacques Cousteau (oceanógrafo); puesto que, en el agua
radica el origen y mantenimiento de la Vida; por consiguiente, se hace
necesario la toma de conciencia de la importancia de la diversidad de flujos
que ocurren en el ciclo del agua y que debe ser respetada su unidad en todas sus
fases, tal como se contempla en el art. 304 de la Constitución, art. 55 de la
Ley Orgánica del Ambiente y el art. 5 numeral 2, de la Ley de Aguas; también,
en este artículo, en el numeral 11, se jerarquiza el valor del agua, al ordenar
que "la conservación del agua, en cualquiera de sus fuentes y estados
físicos, prevalecerá sobre cualquier otro interés de carácter económico o
social"; mandato legal que no se tomó en cuenta para decidir lo
inconveniente de la implantación de la minería en zonas de Venezuela sin tomar
en cuenta sus potencialidades y limitaciones ecológicas, principalmente en las
recientes de carbón en el noroeste del Zulia y en el Arco Minero al norte del
Estado Bolívar, en este último se ha magnificado el valor de algunos minerales
que constituyen, parte de los diversos componentes de los ecosistemas sin
considerar, además la complejidad de relaciones que se dan entre ellos
necesaria para la preservación de la Vida. La angustia de adquirir esos
minerales en abundancia, rápida y fácil enajena a una población humana que la
induce apreciar a los elementos naturales y culturales sólo como mercancías y
despreciar los valores humanos con la consiguiente destrucción de la naturaleza
y el aumento de conflictos socioculturales; esos daños serán difíciles de
restaurar y de reponer esos minerales lo que significa dejarles a las
generaciones futuras un mundo insostenible para su desarrollo humano. La
minería es una de las actividades humanas más degradantes para la Tierra porque
elimina ecosistemas contamina los ecosistemas terrestres adyacentes con las
emisiones gaseosas y dispersión de material particulado, como también los
acuáticos ubicados aguas abajo de las cuencas de los ríos y las aguas marinas.
Esa actividad deteriora el ciclo del agua, especialmente por el movimiento de
agua que se lleva a cabo en la corteza terrestre continental, ya que se alteran
los flujos de agua en sentido, dirección, cantidad y calidad del escurrimiento
superficial en la vegetación y en suelo, almacenamiento biótico temporal, los
escurrimientos subsuperficial y subterráneo, a la vez esos fenómenos se
revierten contra esa intervención generando más deslizamiento de tierra y
erosión, este se acelera por los impactos de las lluvias; al mismo tiempo, la
sedimentación reduce la vida útil de embalses o almacenamientos de agua para el
consumo; por otra parte, se incrementa la retención superficial o lagunas que
debido a la mayor incidencia de energía solar y de radiación térmica, ya no
regulada por la vegetación, influye en el aumento de la evaporación, en
consecuencia disminuye la disponibilidad de agua dulce aguas abajo, más aún
cuando ésta se contamina con sustancias químicas utilizadas en la minería que
requiere de un tratamiento físico químico especial y costoso para que sea potable
o usada en las actividades humanas. El Arco Minero comprende una extensión de
111.843, 70 Km² (Decreto 2.248, Gaceta Oficial 40.855 del 24/2/16) más los
1.754 Km² de la zona especial al sur del Estado Bolívar, en total son 113.597,7
Km² lo que representa un 12,4% del país (Sup. 916.445 Km²) y un 47,73% de la
superficie del Estado (Sup. 238.000 Km²), área aproximada a la mitad de ese
estado, lo que implica eliminar algunos ecosistemas presentes en las cuencas de
los ríos Cuchivero, Caura, Aro, Caroní, Cuyuní y algunos de la margen derecha
del río Orinoco; por consiguiente, ese espacio territorial quedara cubierto de
cráteres, peor que un desierto puesto que en éste se detecta la presencia de
vida, en cambio en aquel no la habrá por lo contaminado que se encontrarán las
rocas y los depósitos de agua; por otro lado, se ejercerá presión para invadir
otra zona del estado para realizar otras actividades e inclusive aumentar la
frontera minera como ha venido ocurriendo en algunos casos esporádicos en el Parque
Nacional Canaima (forma parte de la Cuenca del río Caroní); de igual modo, está
ocurriendo con el río Caura, el tercer río más grande del país, cuya cuenca
tiene una superficie de 45.336 Km² y la menos intervenida; por esa razón, el
movimiento ambientalista está promoviendo una figura de mayor protección de
Parque Nacional; hasta el momento en ella se incluyen como Áreas Bajo Régimen
de Administración Especial (ABRAE), el Parque Nacional Jaua-Sarisariñama,
Monumentos Naturales: Guaiquinima, Sierra Maigualida y Cerros Ichum-Guanacoco,
y una reserva forestal . Por ese motivo hay que continuar la presión social
para proteger las cuencas hidrográficas como lo vienen haciendo las comunidades
indígenas y grupos ambientalistas que han logrado que se reduzca al 30% (de
241, 9 Km² a 72,5 Km²) la explotación del carbón al noroeste del Zulia (Decreto
1606 del 10/2/15 Gaceta Oficial 40733 del 27/8/15) y continúan la lucha para
erradicarla totalmente, que de manera insólita está localizada entre dos ríos
el Guasare y el Socuy, tributarios del río Limón que desemboca en la Bahía Del
Tablazo del Lago de Maracaibo. . Se ha estimado que la distribución del agua en
la Tierra es 97,5% de agua salada y 2, 5% de agua dulce; aunque la cantidad de
agua en la Tierra no ha variado en el tiempo geológico, esos valores cambiaran
de proseguir el calentamiento de la atmósfera, porque el ciclo del agua se verá
reducido a los fenómenos de evaporación, condensación y precipitación debido al
derretimiento de los glaciares que ocasionaría que los cambios de estados del
agua: fusión, congelación, sublimación y deposición o sublimación regresiva
serán menos frecuente. Una ínfima parte (0,5%) del agua dulce citada está
disponible para el uso humano, ese valor ha disminuido en calidad por la contaminación,
esa escasez de agua dificulta satisfacer las necesidades mínimas endosomáticas
(1, a 2 l/pers/día) y exosomáticas (50 a 100 l/pers/día), lo que pudiera
originar conflictos entre países por lograr obtener agua dulce, principalmente
aquellos que comparten cuencas internacionales como Venezuela que tiene zonas
de cuencas ubicadas aguas abajo (Orinoco, Lago de Maracaibo) y aguas arriba
(Cuyuní, río Negro), todas ellas afectan los ecosistemas marinos al igual que
el conjunto de cuencas de ríos que desembocan directamente en el Mar Caribe. El
Estado debe cumplir con lo establecido en nuestra legislación en el sentido de
aplicar todas las medidas para proteger y mantener las cuencas hidrográficas
como sistemas ambientales a objeto de sostener el ciclo del agua que permita la
producción de agua en cantidad y calidad disponible en cada momento para
satisfacer las necesidades vitales tanto para lo humano como para los demás
seres vivos, tal como lo establece el art. 5, numeral 4 de la Ley de Aguas "la
gestión integral del agua tiene como unidad territorial básica la cuenca
hidrográfica" TOMADO DE APORREA , SUGERIDO EN ENVIO DE BOLETIN GAL DE
CHILE
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