Huellas de una
minería devastadora
FOTOS DONALDO ZULUAGA
En sitios de Nechí, Caucasia y el Bagre se están removiendo
tierras que ya habían sido explotadas.
Lagos y charcos en los que el agua se mezcla con el
mercurio, irrumpen en un desierto de 45.000 hectáreas fabricado por el hombre.
Es el Bajo Cauca antioqueño, región en la que se evidencian las huellas
indelebles que la explotación, la mayoría ilegal, de oro ha dejado en la
tierra.
Ríos casi desaparecidos a la fuerza. Peces envenenados y
bosques destrozados; riesgo y criminalidad hacen parte de un negocio que sigue
siendo lucrativo e incontrolable para las
autoridades.
El reporte oficial es contundente. Tan solo un estimado del
20 % del territorio está en proceso de legalización. Sin embargo, 45.000
personas trabajan en esas explotaciones y buscan oro, un mineral que hasta ayer
cotizaba a 1.200 dólares la onza y se pagaba, en Caucasia, a 107.000 pesos el
gramo.
Pero esa práctica de extracción no es, para Gloria Catalina
Gheorghe, directora de Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería, la
mejor utilizada para no afectar el medio ambiente. Cree que el uso irracional
de los recursos del agua, la destrucción que se hace a las tierras y el no pago
de regalías, son caldo de
cultivo en la actividad.
“Dentro de la minería ilegal, también se tiene que es una
actividad irresponsable desde el punto de vista de obligaciones en temas de
seguridad minera. Los explotadores no tienen consideración por la vida humana.
La mayor parte de los accidentes graves han sido en minería ilegal y como nadie
los controla, no les importa”, añade Gheorghe.
Al hablar de controles, la funcionaria se refiere a los que
debe hacer cada alcaldía, pues lamenta que la autoridad minera no tenga
injerencia: “La minería ilegal no es nuestro objeto de control ni en Antioquia,
ni en ningún departamento. Como administradores del subsuelo nos ocupamos de
suscribir contratos y hacerles seguimientos al cumplimiento de estos”.
Las cifras muestran la magnitud de un negocio del que,
investigadores dicen, hace parte el 40 % de la población. No obstante, cinco
empresas tienen título minero y 67 unidades (minas) están en un proceso de
legalización.
Daño ambiental que no distingue autor
Del daño ambiental también son responsables muchos mineros
formalizados, pero quienes ejercen la actividad de manera ilegal degradan el
medio ambiente sin
control alguno.
Así lo considera Jorge Giraldo, decano de la Escuela de
Humanidad de Eafit e investigador sobre minería. Explica que el 100 por ciento
de la minería informal es de aluvión y realiza la explotación informal en las
orillas de los ríos.
“Al fin de cuentas toda minería es dañina, pues destroza los
cauces y los ríos, se envenena con cianuro y mercurio”, relata.
Ante las voces que señalan a los mineros informales de ser
los responsables del desastre ambiental, Rubén Darío Gómez, secretario general
de Conalminercol, responde con una enfática negación: “nos achacan daños que se
realizaron en el pasado. Se destrozaron miles y miles de hectáreas sin realizar
procesos de recuperación. Nosotros sí hemos buscado hacer esa recuperación,
pero nos dicen que nosotros somos grandes depredadores pero lo invito a que
recorra las 9.000 hectáreas del Cerrejón en La Guajira, para que vea el impacto
ambiental”.
Coinciden expertos que el posconflicto plantea una nueva
oportunidad para preservar las zonas de explotación minera en el país. Pero una
actividad minera responsable con el ambiente solo será posible con medidas
claras por parte de las autoridades.
RODRIGO MARTÍNEZ ARANGO Comunicador
social-periodista de la Universidad de Antioquia. Redactor del área Metro hace
20 años. Periodista judicial hace 30 años. También ha trabajado como locutor y
periodista de radio en la Cadena Caracol. Autor del libro Expresión oral para
periodistas, editorial UPB.
SANTIAGO VALENZUELA Reportero. Creo, como Rainer Werner
Fassbinder , que “ lo que no podemos cambiar, debemos al menos describirlo”.
VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ CORREA La primera entrevista que hice,
a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés
Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el
periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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