García Uriburu
La galería Henrique Faria exhibe trabajos y registros de las
acciones que este pionero del activismo ecológico, precursor del land art y
protagonista del arte experimental realizó desde la década de 1960 para
advertir sobre la degradación del planeta
Registro de la coloración del Riachuelo, con Greenpeace
(2010). El East River (Estados Unidos), el Rin (Alemania) y el Sena (Francia)
se cuentan entre otros ríos teñidos de verde por García Uriburu desde la década
de 1960
Registro de la coloración del Riachuelo, con Greenpeace
(2010). El East River (Estados Unidos), el Rin (Alemania) y el Sena (Francia)
se cuentan entre otros ríos teñidos de verde por García Uriburu desde la década
de 1960.Foto:Gentileza Henrique Faria
Julio Sánchez
Denuncia contra la polución
No hubo año más convulsionado en este planeta que 1968. La
revueltas estudiantiles de París se extendieron a toda Europa y llegaron a la
plaza San Marcos, donde una manifestación fue reprimida por la fuerza pública.
Al mismo tiempo se realizaba la 34a Bienal de Venecia, que también estaba en
crisis porque se habían suspendido los grandes premios. El 19 de junio, un ágil
y treintañero Uriburu comenzó su trabajo por la mañana. Arrojó una sustancia
fluorescente a lo largo de unos tres kilómetros del Gran Canal, que se fue
transformando paulatinamente en un camino verde surcado por góndolas. La acción
se hizo sin pedir permiso a las autoridades municipales; la burocracia era tal
que la hubiera abortado. Con esta coloración, el artista denunciaba la polución
que estaba transformando el paisaje urbano. No sólo se dirigía a un público
"bienalista": turistas y locales vieron la transmutación del agua.
Algunos se dieron cuenta de que eso era una acción artística, otros ni lo
notaron, y hacia las seis de la tarde ya había desaparecido el efecto de color.
En la muestra actual se pueden ver la emblemática fotografía del Gran Canal
teñido y otras dos de una acción similar que realizó en el Riachuelo junto con
Greenpeace, en 2010.
García Uriburu colorea el Gran Canal en Venecia
(1968).Foto:Gentileza Henrique Faria
Defensa del agua potable
Tanto la performance como el land art nacieron como formas
experimentales y a contracorriente del mercado de arte. Sin embargo, el mercado
absorbe la "reliquia" (del latín reliquiae, residuos, lo que queda).
De las coloraciones se conservan fotos y videos, así como también botellas que
contienen agua rescatada de esas acciones. Hay un botellón de 45 cm de alto,
con una etiqueta que dice: "Coloración Uriburu, preservemos el agua
potable en vías de extinción, reserva para el futuro. 2% del agua mundial es
potable". Sigue la fecha (24.12.2000), la firma y la huella del pulgar del
artista. Cada botellón, botella o un conjunto de botellas con su caja de madera
se venden numerados como si fueran grabados, tabulación que también se aplica a
la fotografía y a la escultura. Más de un espectador se ha preguntado si ese
agua procede realmente de alguna coloración. En este tipo de arte experimental,
la fe es una cuestión vital. Algo semejante sucede en la religión con los
restos de Santiago en Compostela o del manto de la Virgen en Chartres: nada
acredita que sean verdaderos. Cada botella es un cruce entre el fetichismo del
comprador y la necesidad del mercado de absorber aun aquello que se levantó en
su contra.
El color de la naturaleza
El verde es el color que ha utilizado García Uriburu en
todas las coloraciones de aguas y en la mayor parte de sus pinturas y objetos,
incluyendo el mameluco impermeable que usaba para meterse en fuentes. La
asociación simbólica del verde con la naturaleza viva es bastante clara. Es el
color de las hojas frescas, de la vegetación sana. De una semilla enterrada en
la oscuridad de la tierra nace el color verde como señal de una nueva vida que
comienza y que a su vez la da a otros seres que la devoran. En la cromoterapia
se comprueba que el verde afecta al cuerpo reduciendo la presión sanguínea y
tiene un efecto relajante que se usa para combatir el insomnio y la fatiga. El
verde se relaciona también con la polaridad de la vida: el moho, el pus y el
lodo de las aguas estancadas se asocian con la descomposición y la muerte. La
monstruosidad de las brujas y los dinosaurios se asocia con este color, y uno
puede estar "verde" de envidia o de celos. En nuestros días, el verde
representa la ecología y el respeto por la salud del planeta.
Escultura: simboliza la muerte del árbol.Foto:Gentileza
Henrique Faria
Alerta por la deforestación
Son bien conocidas las consecuencias de la deforestación:
calentamiento global, inundación, extinción de flora y fauna, desastres
"naturales" provocados por el hombre. En la galería hay una cómoda de
la que nacen espinas como las del palo borracho; dos sierras comienzan a
cortarla en la parte superior y todo el conjunto está pintado de verde
fluorescente. En la serie Víctima y victimario, Uriburu intervino muebles con
el mismo método: una sierra, motosierra, serrucho, hacha u otro elemento
cortante ataca un mueble con saña, como una manera de recordar que ese mueble
alguna vez fue un organismo vivo, víctima de la depredación humana. TOMADO DE LA
NACION DE AR
No hay comentarios:
Publicar un comentario