El extraordinario vuelo de un pequeño colibrí
En el estudio fueron capturados, medidos y marcados 2.700
colibríes, evaluándose la grasa corporal. FOTO M. Lynn/Wikipedia
Mide solo 7 a 9 centímetros y realiza una proeza difícil de
igualar: 2.000 kms de vuelo sin parar.
Es el colibrí de garganta roja (Archilochus colubris), que
viaja entre el este de Estados Unidos y Centro América para pasar la temporada
invernal, regresando para el apareamiento y la crianza.
Una hazaña increíble en una ave cuya envergadura alar es de
solo 11 centímetros máximo y que no pesa más de 6 gramos.
El hallazgo lo hicieron investigadores de la Universidad del
Sur de Misisipi, que publicarán sus resultados en la edición de abril de la
revista especializada The Auk: Ornithological Advances.
En un estudio de cuatro años en el refugio de vida salvaje
Bon Secour en Alabama, situado a lo largo del Golfo de México, Theodore Zenzal
y Frank Moore documentaron el vuelo del colibrí, que para en la zona para
alimentarse y descansar.
“Es importante conocer qué áreas utilizan con el fin de
proteger esas escalas para los migrantes”, indicó Zenzal. .
Mucho se ha especulado sobre las capacidades de los
colibríes para migrar a través de grandes distancias, pero los autores
encontraron que con condiciones favorables era posible que se desplazaran hasta
2.000 kilómetros sin escalas.
Estas aves viajan entre finales de agosto y finales de
octubre, con un pico en septiembre. Durante la temporada consumen altas dosis
de néctar como reserva energética.
Los adultos machos pueden volar más lejos que las hembras y
los jóvenes.
“Lo más interesante para mí es que esas aves doblan su masa
corporal durante la migración y son aún capaces de hacer esos vuelos”, expresó
Zenzal.
PORMENORES DEL DESPLAZAMIENTO
Algunos de los colibríes cruzan sobre el océano, mientras
otros siguen la costa. Cruzar el Golfo les demanda de 20 a 30 horas de vuelo.
Los adultos parten antes que los jóvenes y tardan unos 35
días en ruta, a los que les toma más tiempo el desplazamiento, hasta 62 días
dada su inexperiencia.
Los jóvenes son más dados a seguir la ruta costera para no
perderse.
Algunos de los pájaros estudiados tenían tanta grasa
acumulada que se cree pueden volar más de los 2.000 kilómetros sin detenerse.
Sin viento, se estima que podrían volar hasta 1.000
kilómetros continuos.
RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ Los temas de la ciencia, la
astronomía y el medio ambiente con énfasis en cambio climático son mis campos
de acción periodística. Con vocación por el mundo de los pequeños felinos y la
defensa animal. TOMADO DE EL COLOMBIANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario