EFICIENCIA ENERGÉTICA
EN LA GANADERÍA
Actualmente, se conjugan aspectos en torno a las
oportunidades para reducir costos de energía de la industria cárnica, uso de
nuevas tecnologías; existencia de programas de apoyo para la inversión en
eficiencia energética, políticas públicas y la apertura en la generación de
energía; el financiamiento oportuno, y apoyos a los productores.
Por: Eduardo Trejo González (*) La red de valor de carne de
bovino muestra un crecimiento promedio de 2% en lo que va del presente milenio,
siendo el año 2015 el que mayor producción de carne ha observado: 1.85 millones
de toneladas de carne. Esto ha permitido que la balanza comercial de carne de
bovino en dicho año haya sido positiva con 3,500 millones de pesos; más aún, si
se considera la producción de carne, de ganado en pie y los despojos cárnicos,
la balanza asciende a 9,300 millones de pesos. Esto es efecto de acciones esenciales
que se llevaron a cabo desde hace varios años en los diferentes nodos de la red
por los productores ganaderos, inversionistas, instancias gubernamentales,
bancos privados, instituciones de fomento, consultores técnicos, además de
instituciones de investigación y educativas. La implementación de programas
gubernamentales de fomento ganadero, como el de repoblación de hato, recría y
el rescate de hembras; de mejoramiento genético, infraestructura y
equipamiento, y bioseguridad pecuaria han contribuido al desarrollo de la
actividad primaria potencializando su
impacto, al complementar con
financiamiento su coinversión.
Las acciones de integración también han apoyado
el avance de la red, como el programa de desarrollo de proveedores de becerros,
la agricultura y la ganadería por contrato. También han jugado un papel
importante los aspectos de sanidad e inocuidad de los productos cárnicos; las
campañas de certificación e implementación de programas, como el de Proveedor
Confiables, Buenas Prácticas de Producción de Ganado Bovino de engorda en
Confinamiento y el sistema de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM); éstos se
complementan con acciones para el fomento de las exportaciones y apertura de
nuevos mercados, que son parte de las acciones que han logrado resultados
favorables en el 2015. Bajo este escenario, es importante mantener la
competitividad de la red, complementar el trabajo realizado con aspectos que
promuevan la reducción de costos y generen eficiencia en los procesos
productivos. Un segmento estratégico es la industria; en México existen cerca
de 7,000 agroindustrias cuyos costos de producción de energía pueden llegar
hasta 40% y cerca de 80% de esas empresas desconocen su potencial de ahorro de
energía. La industria nacional de ganadería bovina está integrada por dos segmentos
principales: plantas de sacrificio, hay más de 975 rastros (TIF, municipales y
privados), y la industria de producción de alimentos balanceados, con un total
de 430 plantas de alimentos en el país que producen 3.4 millones de toneladas
de alimento para ganado bovino de carne. Esto representa un potencial
importante para mejorar sus condiciones de operación, reducir sus costos y
mantener la competitividad.
Actualmente, se conjugan aspectos en torno a las
oportunidades para reducir costos de energía de la industria cárnica, uso de
nuevas tecnologías; existencia de programas de apoyo para la inversión en
eficiencia energética, políticas públicas y la apertura en la generación de
energía; el financiamiento oportuno, y apoyos a los productores. Al modernizar
su infraestructura, maquinaria y equipos lograrían ahorros en energía de entre
20 y 50%, manteniéndose dentro de parámetros de eficiencia. (*) especialista de
la Dirección Técnica y de Redes de Valor de FIRA. TOMADO DE ENVIO DE PREGON
AGROPECUARIO DE AR
No hay comentarios:
Publicar un comentario