Pistas para Homilia Buen Pastor – Día de la Tierra / IV
Pascua
Hoy las lecturas bíblicas nos están gritando una palabra:
Pastor. Y con ello nos están invitando a contemplar la figura del Buen Pastor
que es Jesús. Junto a este grito de la Palabra de Dios toda la Iglesia quiere
gritar otra: Vocación. Estamos celebrando la Jornada Mundial de Oración por las
vocaciones, en especial por las vocaciones al sacerdocio.
Si nos gritan Vocación y Pastor juntas es porque estas
palabras se relacionan. Y en esa relación encontramos un mensaje para nuestras
vidas.
Pastor: es alguien
que cuida, que protege. Alguien que guía.
Vocación: es un llamado. Algo que se lleva adentro, en el
corazón y que uno trasmite en todos sus gestos y elecciones. La vocación es
para lo que nacimos y estamos en este mundo, nuestra misión.
¿Cómo se unen? Cada
uno de nosotros viviendo su Vocación es Pastor.
Viviendo tu vocación de padre o madre estás siendo pastor de
tus hijos.
Viviendo tu vocación de esposa o esposo estás siendo pastor
de tu pareja. Viviendo en tu trabajo, que es expresión de una vocación, estás
siendo pastor de los que te rodean.
Urge que entendamos esto porque nuestra sociedad necesita de
pastores que los guíen, que acompañen, que protejan. Estamos faltos, casi
huérfanos de líderes, maestros de vida. Cada vez más necesitamos cuidarnos
entre nosotros, cada uno haciendo por los demás lo que puede y según los dones
que Dios le ha dado.
Hijos, esposos, ciudadanos, trabajadores, enfermos, alumnos,
fieles quieren un pastor.
Por eso los padres, maestros, médicos, docentes,
empresarios, políticos, sacerdotes
debemos vivir nuestra vocación siendo pastores de los demás. Siendo
pastores de aquellas personas que nuestra vocación nos confía.
Hoy resuena otra palabra: Tierra. Conmemoramos este día como
signo de nuestra preocupación por la protección del medio ambiente.
Podemos preguntarnos si todas estas palabras nos invitan a
alguna actitud común. ¿Hay algo que nos permita unir la invitación ser pastores
desde nuestra vocación con el recuerdo Mundial del Día de la Tierra?
La respuesta nos la ha dado el Papa Francisco en
innumerables intervenciones y en su encíclica Laudato Si’. Somos invitados al
cuidado de la casa común. El cuidado es una de las características del buen
Pastor. El Papa Francisco nos dice que el cuidado de la tierra y de los pobres
es una de las urgencias de nuestro tiempo moderno, allí se juega nuestra
vocación y nuestro futuro.
Debemos profundizar en la capacidad de cuidar. Es una de las
palabras que más se repite en toda Laudato Si’. Dejemos resonar las actitudes
que el Papa ya nos decía en el inicio de su ministerio petrino: “ la vocación
de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una
dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es
custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el
libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto
por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es
custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor,
especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a
menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del
otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como
padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán
en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un
recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo,
todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos
afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios. Y cuando el hombre falla en
esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los
hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido.”
Homilía 19 de Marzo de 2013
El pedido del Papa se extiende a todos: “quisiera pedir, por
favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico,
político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos
«custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza,
guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de
destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para
«custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el
odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces
vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde
salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen.
No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura. Y aquí
añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere
bondad, pide ser vivido con ternura”. Homilía 19 de Marzo de 2013
Podemos celebrar este día del Buen Pastor pidiendo
vocaciones que sean custodios de la creación escuchando el grito de la tierra y
de los más pobres.
Así se renueva el compromiso cristiano y creyente para
descubrir el sentido de la propia vida y la propia misión. Hoy es un día
oportuno para enseñarle a las nuevas generaciones el valor del paso por este
mundo vivido desde un llamado vocacional. Bastaría educar en aquellas preguntas
de Laudato si 160: ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿Para qué vinimos a esta
vida? ¿Para qué trabajamos y luchamos? ¿Para qué nos necesita esta tierra?
Pastor, vocación, tierra, cuidado son las palabras que
resuenan hoy y nos ponen en un compromiso profundo para proteger nuestra casa
común.
Padre Raúl Frega,
Argentina / difundido a pedido de Pastoral Argentina a través del FOROBA
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