Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
El clima es un tema que cada día preocupa más a quienes lo
estudian y a muchos de los que lo soportamos. Dejamos a tras un verano
prolongado en el tiempo, con temperaturas extremas, y que cada año superan el
record anterior y no parece muy claro,
cómo será el futuro inmediato. Esto genera serios perjuicios en la
producción que se torna poco predecible, y que además esta librada a la “libertad
de mercado” que en el caso particular de la Argentina ha sumido en la ruina a
innumerables economías regionales.
No quedan dudas que el fenómeno Cambio Climático existe y se
esfuerza a cada momento en recordárnoslo. Por ejemplo en España todavía nieva y
hay tormentas dignas del duro invierno que esperan que termine. En tanto en
nuestra zona de influencia se observan condiciones algo más frías que lo normal
sobre el Pacífico Ecuatorial Central, mientras el enfriamiento de la
temperatura de la superficie del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial continúa
debilitándose, comenzando así la transición hacia una fase neutral.
El Índice de Oscilación del Sur se mantiene positivo y los
vientos alisios se encuentran cercanos a sus valores normales, con una
circulación atmosférica asociada consistente con un evento “La Niña” de débil
intensidad. De acuerdo a la reciente evolución de las condiciones atmosféricas
y oceánicas, y a los pronósticos computacionales, durante el trimestre
abril-mayo-junio (AMJ) se prevé una transición hacia la fase neutral del fenómeno
El Niño-Oscilación del Sur, ENOS. Se trata de un patrón climático que consiste
en la oscilación de los parámetros meteorológicos del Pacífico ecuatorial cada
cierto número de años, que nos tenía acostumbrados a una alternancia de cuatro
años entre El Niño y La Niña, pero que en la actualidad ocurre con frecuencias
variables en más o en menos.
En condiciones neutras del ENOS y sin otros forzantes, se
espera que el comportamiento responda a la probabilidad climatológica de cada
región del 33.3%. Un dato que produce más incertidumbres que información,
además se observan regiones donde las previsiones numéricas experimentales de
los principales modelos globales de simulación del clima y modelos
estadísticos, indican diferencias en cuanto a esas probabilidades.
Así la cosas, el
pronóstico de consenso es el siguiente: podría consistir en que las
precipitaciones tengan mayor probabilidad de ocurrencia inferior a la normal
sobre la región de Cuyo; inferior a la normal o normal sobre las provincias del
Litoral; normal o inferior a la normal sobre el norte y centro de Patagonia;
superior a la normal sobre el este del NOA y sur de Patagonia; normal o
superior a la normal sobre el norte del país; normal sobre las provincias del
centro-este del país y no se suministra información sobre el extremo oeste del
NOA y oeste de San Juan por Estación Seca.
Respecto de las temperaturas
medias, la mayor probabilidad de
ocurrencia de temperaturas superiores a la normal sobre las provincias de la
zona central del país, el norte y centro de la Patagonia; normal o superior a
la normal sobre el sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego y normal sobre toda la
zona norte del país.
Fuentes: Organización Metrológica Mundial: OMM
Servicio Meteorológico Nacional: SMN, de Argentina.
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
osvaldopimpignano@gmail.com
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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