La Cdmb busca responsables del derrame de los lixiviados
La Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la
Meseta de Bucaramanga, Cdmb, tras registros gráficos, fue enfática al decir
que: “el derrame de lixiviados sí generó una afectación ambiental”.
(Foto: Fotografía: Suministrada / Cdmb / VANGUARDIA LIBERAL)
de Aseo de Bucaramanga, Emab, aseguró que el pronunciamiento
de la Cdmb no es otra cosa que “una campaña malintencionada”. El gerente de esa
entidad, Samuel Prada Cobos, hizo un llamado a la cordura para que estas
situaciones “no generen pánico entre la comunidad y, por ende, se le haga el
debido tratamiento a la información”.
El derrame de lixiviados de El Carrasco, ocurrido el pasado
viernes, además de hacer inminente el cierre definitivo de ese basurero,
conminó a la Cdmb a abrir procesos sancionatorios en contra de los responsables
de esta situación.
Así lo advirtió Luis Alberto Flórez, secretario general de
la entidad, al tiempo que señaló: “con este hecho quedó claro que se está
produciendo una contaminación ambiental en esta parte de la meseta”.
Recordó que el caso denunciado se presentó el pasado 10 de
mayo, a las 10:00 a.m., tal como lo informara este diario.
“A esa hora se evidenció el vertimiento de lixiviados
provenientes del pondaje No 2, del citado sitio de disposición final de
residuos sólidos del área metropolitana”, informó.
El hecho además, según el experto de la Cdmb, “evi-denció
que se está haciendo un vertimiento directo a la Quebrada La Iglesia de los
lixiviados, producto de la saturación de la planta”.
Precisó que, de manera presunta, “esto ocurrió dado que se
llegó al tope máximo de vertimiento en este relleno sanitario, lo cual indica
que se está produciendo una gran contaminación ambiental”.
Por eso reiteró: “más temprano que tarde habrá que hacer el
sellamiento de este relleno sanitario, porque la contaminación se puede ver
acrecentada”.
El Secretario General de la Cdmb recordó que, la Empresa
Municipal de Aseo de Bucaramanga, Emab, tendrá plazo hasta el 30 de septiembre
próximo para cerrar este sitio de disposición final de residuos sólidos.
Los alcaldes del área metropolitana tendrán que buscar otro
lugar para hacer los vertimientos.
Confirman “rebosamiento”
En ejercicio de su autoridad ambiental, la Cdmb confirmó el
rebosamiento de una de las dos piscinas de lixiviados que, según esta entidad,
“la Emab quiso ocultar cubriendo la escorrentía con tierra”.
La descarga del líquido contaminante, que produce la
descomposición de los residuos sólidos, cayó en la Quebrada La Iglesia, según
lo verificó el equipo interdisciplinario de la entidad estatal.
Tal grupo está integrado por ingenieros ambientales,
civiles, químicos e hidráulicos y abogados.
“La Cdmb tomó muestras y, de ser necesario, adoptará la
sanción ambiental”, agregó el funcionario.
La razón: “hemos podido establecer el vertimiento a la
Quebrada La Iglesia”, respondió.
“Difícilmente se puede seguir haciendo vertimiento de
residuos sólidos en El Carrasco, porque allí no serán capaces de tratar los
lixiviados y tendrán que descargarlos a ese afluente”, declaró el Secretario
General de la Cdmb.
Por último dijo que, la Cdmb determinará cuál sanción tomará
como consecuencia de este derrame de lixiviados.
Claro está que eso se emitirá, según el funcionario, “ una
vez se analicen las muestras en el Laboratorio de Aguas y Suelos de esta
autoridad ambiental”.
DEFENSA DE LA EMAB
Para la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, lo que ocurrió
el pasado viernes solo fue: “una pequeña contingencia que, incluso, fue
controlada de manera inmediata”. Samuel Prada Cobos, gerente de la entidad, aseveró
que: “el taponamiento de una tubería de lixiviados no tuvo efecto alguno en los
componentes ambientales aledaños”.
Además, hizo un nuevo llamado a la opinión pública para que
no se deje confundir ante lo que pareciera ser “una campaña malintencionada”.
“Tuvimos un rebose en una de las piscinas de tratamiento
previo de lixiviados; y se presentó porque nuestra tubería de conducción, que
va a la planta de tratamiento, se vio saturada de grasas producto del exceso de
lluvias”, explicó.
“El proceso de percolación (paso lento de fluidos a través
de los materiales porosos) de estas lluvias nos arrastró un montón de grasas que
nos tapó parcialmente unas tuberías y, por lo tanto, hubo un rebose en la
piscina”.
“Este rebose fue controlado y no duró más de una hora; y fue
un lixiviado que además ya tenía tratamiento con microorganismos, que no es un
material peligroso y que, por supuesto, fue controlado antes del mediodía de
ese mismo viernes”.
“Se trató de una situación que se produjo por efecto del
inicio del invierno y que no debe generar consecuencias adicionales, ni las
generó para ninguno de los habitantes de la zona”, aclaró.
“Lo que pasa es que allí hubo una alarma encendida por algún
funcionario de la corporación ambiental que fue capaz de decir, incluso, que se
había partido una de las piscinas de la planta de tratamiento de la Emab, y que
se estaban regando los lixiviados. Una cosa que no tiene nada que ver con la
ciudad”, añadió.
“Es muy importante llamar la atención de las autoridades
ambientales para que tengan cuidado con las declaraciones que ofrecen”, acotó.
“Hace un mes, la misma autoridad ambiental salió a decir que
habían 300 incidentes con los aviones en la Aeronáutica, producto del gallinazo
que circula sobre el relleno, cosa que desmintió el Comité Aviar, del que
–entre otras cosas- hacen parte la Aeronáutica, el Área Metropolitana, la Cdmb
y todas las autoridades que controlamos el tema y que manifestaron, en ese
entonces, que no se han producido más de 12 incidentes durante los últimos dos
años.
Por último reiteró que: “no se produjeron afectaciones
ambientales en sectores aledaños a El Carrasco”.
Publicada por EUCLIDES ARDILA RUEDA
Tomado de la vanguardia liberal de Colombia
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