Itaipú preparada
'para lo peor' a pesar del estrés hídrico que padece Brasil
Con los embalses en mínimos históricos por la sequía y el
temor a un racionamiento energético, el presidente
brasileño de la represa
binacional Itaipú, Jorge Miguel Samek, garantizó que la hidroeléctrica “está
preparada para lo peor”.
”Aquí hacemos nuestra parte: tenemos consumidores y toda la
maquinaria actualizada. Sólo nos falta el agua, que no depende de nosotros”,
dijo Samek Itaipú suministra casi el 20% de la energía que consume Brasil y
además abastece a Paraguay, y es solo superada por las Tres Gargantas de China Con tono optimista y seguridad en la voz,
Samek defendió que la central produce el máximo de energía, en parte para
contribuir a paliar la crisis hídrica que aqueja a estados como Sao Paulo,
Minas Gerais y Río de Janeiro, las regiones más pobladas y donde se concentran
las industrias del país.
”Aquí estamos haciendo nuestra parte: tenemos consumidores y
toda la maquinaria actualizada. Sólo nos falta el agua, que no depende de
nosotros”, dijo el presidente de la estatal Itaipú, la hidroeléctrica que el
país administra con Paraguay en la región fronteriza.
Itaipú es la represa en operaciones más grande del mundo, y
llega a suministrar el 20% de todo el consumo de electricidad de Brasil, además
de Paraguay. En cuanto a su capacidad en generación anual solo es superada por
la represa de las Tres Gargantas en China.
En tiempos de sequía y problemas de suministro de agua en
las metrópolis, especialmente Sao Paulo, Samek se apresuró a aclarar que “bajo
ningún concepto habrá racionamiento de energía”. El motivo, en su opinión, es
que “es obvio que lloverá en febrero y en marzo”, un pronóstico que ya se está
cumpliendo gracias a las lluvias que dieron un respiro a los reservorios
durante el Carnaval.
Pero el sosiego de la cúpula directiva de Itaipú tiene
explicación. La represa disfruta de una localización privilegiada en medio del
río Paraná. De Brasilia hacia el sur, su ubicación le permite recoger las aguas
de siete estados brasileños, un fenómeno que la propia geografía y geometría de
Brasil parece incluso favorecer.
“Hay cuarenta y cinco hidroeléctricas hacia el norte y cada
una de ellas tiene su reservorio, por lo que Itaipú es como una casa con
cuarenta y cinco cajas de agua”, comparó Samek para justificar que “incluso en
una circunstancia de estrés hídrico como la que se vive, Itaipú continúa con
una elevada producción”.
Así, llueva en Brasilia, o en estados como Goiás o en Minas
Gerais, la central binacional tiene asegurados 75 millones de megavatios por
hora que está obligada a generar por contrato: cada segundo pasa por las veinte
turbinas de la central el equivalente a diez Cataratas del Iguazú.
Construida en los años setenta por las dictaduras de ambos
países, Itaipú es uno de los pilares energéticos tanto de Brasil como Paraguay
en el siglo XXI, ya que provee mucha de la energía que se consume en Brasil y
abastece la demanda paraguaya. Justamente porque la fuente principal de energía
de la economía más grande de Latinoamérica es la hidroeléctrica, Samek defendió
la necesidad de contar “como retaguardia con otras matrices para aumentar la
seguridad energética” en el país.
Aunque, para el presidente brasileño de la central, la
energía es una cuestión que debería traspasar fronteras nacionales. “En un
futuro, deberíamos tener una integración energética mayor en el continente para
intercambiar energías y tener la posibilidad de que un estado pueda suplir las
carencias de otro”, argumentó Samek. Mientras tanto, la hidroeléctrica, que
cuenta con leyes y policía propias y se rige por un tratado binacional entre
Brasilia y Asunción. TOMADO DE ENVIO DE MERCOPRESS
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