El desafío no es generar energía renovable, sino almacenarla
Según los expertos, ése es el problema crucial para resolver
y lograr que reemplace al combustible fósil, y así alcanzar las metas del
acuerdo climático de París
Lograr y extender el almacenamiento de energía renovable
será la clave para acelerar la transición energética, y para que los países
puedan cumplir los compromisos asumidos en el acuerdo del clima de París de
diciembre último para que la temperatura del planeta no aumente más de dos
grados a finales de siglo. Así lo explica Luke Sussams, analista de la
organización internacional Carbon Tracker, experta en riesgo climático en los
mercados financieros, en una entrevista con la agencia EFE. Sussams opina que
el reto "crucial" para que de verdad se produzca una transición
energética hacia un mundo bajo en carbono "está en avanzar en el
almacenamiento de la energía renovable, porque facilitaría su penetración
masiva en el sistema eléctrico".
"Si el almacenamiento sale adelante, las renovables
serán imparables, se impondrán sin ninguna duda", subraya. El analista
británico es "optimista" en este sentido: "las mejoras que han
experimentado las energías renovables en los últimos años han sido realmente
sorprendentes, la caída de los costes ha sido muy significativa, en muchísimos
países se ha alcanzado la paridad". Sussams incide en que la expansión de
las renovables es "totalmente factible" sin necesidad de
subvenciones: "Las ayudas y las tarifas fijas eran un apoyo para que la
tecnología despegara hasta ser competitiva en el mercado; cuando esto ya
sucede, como ocurre en muchos países, las ayudas dejan de tener sentido".
"Eso sí, siempre y cuando no siga subvencionado por
otra parte a los combustibles fósiles", matiza. El dilema de la subvención al combustible
fósil El analista de Carbon Tracker está convencido de que la caída de precios
del petróleo "no afectará a la expansión de las renovables", como, a
su juicio, demuestran datos como los 329.000 millones de dólares de inversión
en nuevos proyectos de energía limpia en 2015. "La inversión en renovables
ha resistido a los bajos precios del petróleo, que se mantendrán así durante
todo este año. Seguramente habrá un repunte del precio del crudo en 2017, pero
dudo que volvamos a ver el barril por encima de los cien dólares", añade. En
esa línea, Sussams no cree que los bajos precios del petróleo vayan a ser un
impedimento para cumplir los objetivos de reducción de emisiones a los que
cerca de 200 países se comprometieron en París. Si bien "hay muchos interrogantes
abiertos, como si los países se van a tomar en serio sus compromisos y los van
a implementar cada cinco años para asegurar que la temperatura no sube más de
dos grados, el acuerdo de lucha contra el cambio climático de París es casi un
milagro". "Es la primera vez en la historia de la humanidad en la que
tantos gobiernos se unen en un mismo acuerdo, lo cual es un signo político
tremendo para los mercados", agrega.Recuerda también que el pacto incluye
"terminología muy ambiciosa que nadie pensaba que se iba a llegar a
incluir", como "el compromiso de dejar la temperatura muy por debajo
de los dos grados, y hacer todo lo posible para que no supere el 1,5". "Esto
no quiere decir que el 1,5 grados se vaya a conseguir, porque técnicamente es
casi imposible, pero hay que hablar de 1,5 para tratar de quedarnos en el
2", apunta. Sussams está convencido de que para lograr ese objetivo
climático dos tercios de las reservas de combustibles fósiles conocidas
"deben quedarse bajo tierra, y en esas reservas entran tanto las que
manejan las empresas como los países".No obstante, recuerda que el
"riesgo para el cambio climático" no está tanto en esas reservas
fósiles conocidas en la actualidad sino en las que "quedarían por explorar
en el futuro".Por eso el analista cree que solamente el despegue masivo de
las renovables reducirá la demanda de combustibles fósiles y determinará que
las reservas restantes queden bajo tierra. En el caso del carbón, opina que la
demanda ya "ha tocado pico" y que el declive de la misma "es
totalmente estructural y no cíclico". Estamos en condiciones de decir que
"el declive del carbón es irreversible". Tomado de la nación de
ar nota: se ha diseñado en Alemania un
tanque que se vacía con bombeo cuando sobra energía para la red y se deja
entrar agua y mover turbinas cuando se llena, es decir se acumula energía potencial
al vaciar el tanque
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