Un informe complica más a Barrick por el derrame de cianuro
Lo realizó la ex Secretaría de Ambiente y encontró fallas en
la mina
Un impacto ambiental cuya magnitud no puede determinarse,
fallas en el sistema de gestión ambiental y de mantenimiento, y precariedad de
la estructura y el diseño del canal por donde pasan los líquidos cargados con
contaminantes tras el proceso de lixiviación de la roca. Ésas son algunas de
las faltas graves que la ex Secretaría de Ambiente de la Nación detectó en la
mina Veladero, en San Juan, después del derrame de cianuro que ocurrió en
septiembre pasado. Las conclusiones surgen de un informe que fue realizado por
la Subsecretaría de Control y Fiscalización Ambiental de esa dependencia
nacional en octubre pasado, pero que estuvo "cajoneado" hasta hace
dos semanas, cuando los empleados de esa dependencia, hoy Ministerio de Medio
Ambiente, acercaron a las nuevas autoridades el detalle del relevamiento, al
que LA NACION tuvo acceso. Las faltas señaladas por la comisión nacional que
inspeccionó la mina que maneja la empresa canadiense Barrick Gold en San Juan
se enmarcan dentro de la ley de residuos peligrosos, que establece castigos que
van desde un mero apercibimiento hasta la clausura. Todos los detalles del
informe fueron enviados por el Ministerio de Medio Ambiente a los dos juzgados
que siguen hoy la causa por contaminación de la minera aurífera: en la justicia
federal, a cargo de Sebastián Casanello, y en la justicia de Jáchal, que
atiende un amparo y una denuncia penal. El trabajo critica la explicación
entregada a la Justicia por la empresa. Uno de los problemas que señala, por
ejemplo, es la metodología para determinar la cantidad de material que se
derramó ante la falla de una válvula como consecuencia del frío extremo, y
menciona que se demoró una hora: "La forma correcta hubiera sido informar
valores máximos y mínimos calculados, o bien se debería haber presentado un
valor final con un error o una incertidumbre asociada".El accidente se
hizo público luego de la difusión de un mensaje de WhatsApp que un empleado
envió a su familia. Luego la compañía habló de 200 m³ de solución cianurada
involucrada en el escape, y finalmente de 1000 m³. El informe también señala
con preocupación la demora de más de una hora en detectar la fuga y en realizar
el posterior desvío: "A pesar de la cronología presentada por la empresa,
donde entre otras cosas detallan que el incidente se detectó mediante aforos
manuales, queda en evidencia que este sistema de detección no es eficiente en
cuanto al tiempo que demora en encontrar el punto de fuga". El
relevamiento se suma al peritaje que realizó la Policía Federal, contenido en
el expediente que atiende el juez federal Casanello, que da cuenta de la
contaminación en cinco ríos sanjuaninos, y al peritaje realizado por la agencia
de Naciones Unidas (Unops), que también halló vestigios de cianuro en la zona
del derrame y que recomendó su remediación. Voceros de Barrick respondieron a
LA NACION que "el informe mencionado no es un documento reciente ni
desconocido". En un comunicado dijeron que se trató de una comisión
"en el marco del proceso de renovación del permiso para la generación y el
transporte interjurisdiccional de residuos peligrosos". "Se elaboró
un listado de requerimientos, que fueron respondidos por la empresa en su
totalidad, no quedando nada pendiente de respuesta y no habiendo efectuado
ninguna de estas dos autoridades pedidos ampliatorios o nuevos requerimientos
de información", concluye la respuesta. Si bien aseguran que tras el
accidente se tomaron las medidas de seguridad necesarias, el episodio golpeó al
corazón de la compañía. Tanto que, dos meses después del derrame, en la empresa
hubo reemplazos a nivel gerencial y al menos siete empleados deben prestar
declaración ante la justicia de Jáchal. La propia compañía habla de una
"nueva etapa" de Barrick en el país. E insisten en que en las mediciones
de la Unops en las zonas 0 y 1 -las más cercanas a la mina-, y que comprenden
el río Potrerillos hasta el río Las Taguas, se detectaron algunas trazas de
cianuro, "pero todas por debajo de los niveles guía para consumo
humano"."Un estudio de monitoreo técnicamente adecuado implica
contrastar los resultados de muestras tomadas contra los parámetros de ley y
los parámetros de línea de base, ya que las características naturales de las
aguas no pueden ser desconocidas ni desatendidas", indicó ayer la minera. Los
vecinos de Jáchal creen que esto sólo es una maniobra dilatoria de la Barrick.
"Las autoridades de San Juan y la minera hablan de las líneas de base y de
la información pública, pero es mentira. La información pública se oculta,
nosotros no pudimos nunca acceder a ella", dijo Saúl Zeballos, uno de los
vecinos que interpusieron el amparo ante la justicia de Jáchal y que estuvieron
con Casanello esta semana. "Seguimos preocupados por localidades de Jáchal
y del departamento de Iglesia, por Tambería, Mogna y Bella Vista, porque el
agua que allí se consume es subterránea. Queremos que se haga un estudio
serio", agregó. Los vecinos se reunieron anteayer con el ministro de Medio
Ambiente, Sergio Bergman. El funcionario
viajará a Jáchal en una fecha a confirmar.
Hace poco menos de un mes el presidente Mauricio Macri viajó a San Juan y
anunció la quita de retenciones a la minería. POR Laura Rocha – TOMADO DE LA
NACION DE AR
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