Debido imponente musculatura, la raza Belga Azul productora
de carne de buena terneza, ha despertado peculiar atención. Por: Juan Carlos
Giménez Ramírez
La raza Belga Azul, oriunda del Hainaut belga y francés es
por muchos identificada como la de “doble musculatura” , condición que le es
heredada, de tipos bovinos autóctonos que durante la segunda mitad del siglo
CIC se cruzaron en reiteradas oportunidades con Frisones y Shorthorn,
posteriormente también con Charoláis. Al respecto cabe mencionar que el
fenotipo de doble musculatura es consecuencia de condiciones ocurridas por el
acrecimiento del número de fibras musculares, a diferencia de la gran mayoría
de los bovinos, que son hipertróficas (desarrollo normal de las fibras
musculares individuales), particularidad que en menor medida se observa en el
ganado piamontés. Dicha condición, expresa una mayor capacidad para convertir
el alimento en músculo magro, razón por la cual estos vacunos brindan carne con
menor contenido de grasa. Debido imponente musculatura, la raza Belga Azul
productora de carne de buena terneza, ha despertado peculiar atención; para
agregar a lo expresado, atañe explicar que el fenómeno se sostiene en un gen
que elimina la producción de miostatina, la proteína encargada de inhibir el
crecimiento del músculo cuando este llega a cierto punto en su desarrollo. En
estos animales, cuando se trata de un
ejemplar puro, ese gen inhibidor es
doble, haciendo que sus músculos no dejen de crecer. Corresponde señalar que
mediante los cruzamientos mencionados, se fue constituyendo el patrón privativo
de esta raza engendrando una población heterogénea, pero que dio lugar a
zootecnistas a ensayar múltiples y consecuentes combinaciones, hasta llegar a
estabilizar un prototipo avanzado el siglo XX, más precisamente entre las
décadas del 50’ y 60’ que definiera los rasgos definidos de la raza Belga Azul.
Concerniendo indicar que la mutación genética se preservó mediante la
consanguineidad de sus cruzas hasta el punto que la condición era una propiedad
fija, considerándose que la consolidación definitiva se obtiene en 1980. En lo
inherente al aspecto físico, se aprecia una cabeza pequeña, donde sobresale un
perfil saliente, con órbitas bien marcadas, la cornamenta encorvada es poco
desarrollada en las hembras, en tanto que en los machos el morrillo obtiene una
prominencia que deja a la cabeza en un plano muy inferior, aparentando una
disposición de cabeza baja. El tronco es cilíndrico, largo, ancho y profundo,
destacándose la magnitud de la musculatura de la espalda y línea dorso-lumbar
corregida y propensa a la horizontalidad. Culata larga, con masas musculares de
la nalga que descienden hasta la mitad de la pierna. Extremidades más vale
cortas y de regular espesor. La capa amoratada con manchas blancas es la más
frecuente; dicho pelaje le confiere una coloración azulada, ocasionalmente
negruzca, siendo también bastante habitual la tonalidad blanca. El pelo
presenta un largo intermedio, surgiendo en una piel bastante suelta y de
mediano grosor, con cromatismo claro. La estructura ósea de estos bovinos es
similar a los de las demás razas tradicionales, aunque con mayor musculatura
(aproximadamente un 20% más), lo que se traduce en un tenor superior de carne
en relación a los huesos. En virtud de esa característica, lo apropiado es
incluir en su dieta un contenido más abundante de proteína, que se requiere
para compensar el modo alterado de ganar peso. Para ello es necesario
incorporar en su alimentación un concentrado que aporte energía, aminorando el
suministro de fibra. Los animales ostentan una conversión alimenticia mejorada,
como consecuencia del menor consumo de alimento en proporción con el aumento de
peso. Las vacas Belga Azul suelen presentar partos complicados, producto de
contar con un canal estrecho. Además de las dimensiones pélvicas reducidas, el
peso al nacer del ternero y la anchura se incrementan, lo que lo dificulta aún
más. El ternero es tan grande (40/42 kgs.) que los criadores programan cesáreas
habitualmente. En el caso de las hembras nacen con 38/40 kg. Las vaquillonas
paren por primera vez a los dos años y medio aproximadamente, y su vida lechera
se extiende de 3 a 6 lactaciones de unos 300 días, con una producción de
alrededor de 4.000 litros promedio de leche. La faena de los novillos se
efectúa entre los 550 y los 650 kg, con rendimientos en el tipo mixto del 60% y
del 66% en los culones. Durante el cebo se alcanzan ganancias medias diarias de
1,400 a 1,700 kg. Esta raza constituye aproximadamente un 50% del rodeo bovino
belga, prevaleciendo en la mitad meridional de este país y se encuentra en la provincia de Luxemburgo, Namur y Henao, en los tercios meridionales de Brabante, en el Sur de Limburgo y en zonas de Lieja. Si bien en Estados Unidos algunas cabañas crían estos animales, corresponde señalar que la raza Belga Azul no ha tenido en América Latina la aceptación que se suponía; ello está principalmente vinculado a las ya citadas complicaciones experimentadas durante el parto, y aleatoriamente, la demanda metabólica de aumentar los alimentos concentrados. Es evidente que existen muchas ventajas, pero a la vez desventajas y, por lo tanto criterios discordantes respecto a la conveniencia de incorporarla a los planteos ganaderos. Bien puede aseverarse que los intentos no crecen en razón de los logros obtenidos con las tradicionales razas británicas, en los ambientes más propicios, tales como Argentina y Uruguay, o los exitosos cruzamientos de estas con las cebuinas, o la gran adaptación de ellas a los contextos más hostiles del continente. TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR
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