El empleo, núcleo del desarrollo: Transformar economías y
sociedades mediante puestos de trabajo sostenibles
El crecimiento económico tiene el poder de transformar
sociedades, aumentar los ingresos y permitir que los ciudadanos prosperen, pero
el crecimiento por sí solo no es suficiente. Para reducir la pobreza y
garantizar la prosperidad compartida, se necesita que el crecimiento genere
mayor cantidad de empleos y que estos sean de mejor calidad y más inclusivos,
ya que constituyen el camino más seguro para salir de la pobreza. En los
últimos años, entre otras intervenciones, el Banco Mundial ha respaldado
programas de empleo de los países, brindando capacitación profesional a quienes
buscan trabajo, financiando préstamos para micro y pequeñas empresas y movilizando
financiamiento en apoyo del aumento de empleos en el sector privado.
Desafío
Los desafíos en materia de empleo que enfrentan los países
en desarrollo son inmensos. Más de 200 millones de personas en todo el
mundo, entre ellas una cantidad desproporcionada de jóvenes, están
desempleadas. Otros 2000 millones de adultos en edad de trabajar, en su
mayoría mujeres, están fuera de la fuerza laboral. Se deben eliminar los
obstáculos al empleo para asegurar oportunidades en el mercado laboral para
grupos generalmente desfavorecidos, como las mujeres, los jóvenes y los más
pobres. Además, los países en desarrollo deberán crear 600 millones de
trabajos adicionales antes de 2030, solo para seguir el ritmo del crecimiento
demográfico. Y, para aprovechar los beneficios de los avances tecnológicos, los
países deberán velar por que sus ciudadanos reciban la educación y desarrollen
las habilidades necesarias para desempeñarse en los empleos disponibles en la
economía moderna. Es fundamental tener éxito en estos ámbitos. Los empleos de
buena calidad proporcionan a la gente los medios para salir de la pobreza, lo
que a su vez ayuda a los países a tener mayor estabilidad económica y social y,
en última instancia, beneficia el crecimiento económico mundial.
Estrategia
Los programas de empleo son una prioridad máxima para el
Banco Mundial. Medidas como mejorar el acceso al financiamiento, fortalecer los
programas de capacitación, apoyar al sector privado y crear una infraestructura
sostenible sirven para conectar a las personas con las oportunidades laborales
que pueden ayudar a poner fin a la pobreza y promover la estabilidad económica
y social al interior de los países y a través de las fronteras. El Banco
Mundial apoya el crecimiento impulsado por el sector privado para crear empleos
y trabaja con los países en el diseño y la implementación de estrategias de
empleo multisectoriales y movilizar los conocimientos mundiales para abordar
los desafíos que los países enfrentan en este ámbito. La estrategia del Banco
en materia de empleo incluye las siguientes actividades:
Reforzar los conocimientos. El Banco Mundial ayuda a
los países a identificar los desafíos clave que enfrentan en sus mercados
laborales mediante diagnósticos sobre la situación del empleo. Con el uso de
macrodatos y datos de hogares y empresas, el Banco ayuda a garantizar que los
Gobiernos se concentren en los temas fundamentales, examinar a fondo sectores y
regiones críticas para crear mercados laborales que beneficien a los pobres y
ayudar a mantener una base de pruebas necesaria para desarrollar políticas que
faciliten la creación de empleos de mejor calidad y más inclusivos en el
presente y en el futuro.
Buscar soluciones. El Banco Mundial contribuye a
crear estrategias de empleo para abordar los desafíos de los países en este
ámbito. Los Gobiernos necesitan políticas que ayuden al sector privado a crear
más empleos; invertir en infraestructura, como transporte y tecnologías de la
información y las comunicaciones, y mejorar los vínculos que conectan a las personas
con las oportunidades de empleo y los mercados. Algunas de las intervenciones
más importantes que respalda el Banco son: políticas macroeconómicas y
regulatorias; reglamentaciones laborales y programas activos del mercado de
trabajo, y programas específicos para crear empleos de acuerdo con las
necesidades sectoriales y regionales.
Financiar programas. Para ayudar a los países a
implementar estas estrategias de empleo, el Banco Mundial proporciona
financiamiento para operaciones y reformas a nivel nacional o regional. Esto
puede incluir programas que promueven la iniciativa empresarial o conectan a
pequeños productores informales con cadenas de valor formales, el desarrollo de
pequeñas y medianas empresas y, en términos generales, inversiones en infraestructura
y tecnologías de la información y las comunicaciones.
Crear 600 millones de empleos
En los países en desarrollo antes de 2030 para seguir el
ritmo del crecimiento demográfico.
Resultados
Los proyectos que apoya el Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento (BIRF) abordan muchos de los desafíos en materia de
empleo. A continuación, algunos resultados de proyectos que se llevan a cabo en
todo el mundo.
- En
muchos países, los trabajadores de zonas rurales se sienten cada vez más
atraídos por las oportunidades en las ciudades, pero suelen terminar
realizando trabajos no especializados y mal remunerados debido a sus bajos
niveles de educación y la falta de habilidades pertinentes. Apoyar las
ambiciones de los trabajadores en las zonas rurales y mejorar sus
competencias permite ayudarlos a tener mayores oportunidades de desarrollo
profesional en empleos más calificados, adaptarse mejor a las demandas de
los actuales mercados laborales y aumentar sus perspectivas de ingresos. A
partir de 2009, un préstamo de USD 50 millones otorgado por el
BIRF para el Proyecto
de Desarrollo de Habilidades para Migrantes de las Zonas Rurales (i)
ayudó a China a brindar capacitación a más de
522 000 jóvenes y prestar servicios de empleo a
más de 4,2 millones de personas que buscaban trabajo. La
iniciativa también financió inversiones en escuelas de capacitación y
enseñanza profesional en zonas rurales, lo que impulsó la colaboración
entre empresas y escuelas de formación profesional y ayudó a más
de 308 000 graduados a encontrar empleo.
- En épocas
de crisis o recesiones económicas, los más afectados son los pobres,
especialmente si pierden su trabajo y tienen dificultades para
reinsertarse en el mercado laboral, incluso durante el proceso de
recuperación económica. Los países pueden ayudar a mitigar estos efectos
mediante sistemas de protección social que pueden ayudar a las personas a
reinsertarse en el mercado laboral y volver a obtener ingresos. Argentina,
que enfrentó una crisis económica a principios del año 2000 y luego
se vio afectada por la crisis financiera mundial, recibió un préstamo del
BIRF por un monto de USD 450 millones para el Proyecto
de Protección Básica. Esta iniciativa fortaleció los beneficios de
empleo y el programa de capacitación del país, ampliando la
cantidad de beneficiarios atendidos de 78 500 en 2008 a más de
106 000 en 2015 y duplicando el número anual de
graduados del programa que encontraron un empleo formal entre 2008-2015 a
más de 15 000 personas.
- La
falta de mano de obra calificada es un desafío clave que enfrentan muchos
sectores de los países en desarrollo, como el sector de las tecnologías de
la información (TI). Las carreras de ingeniería y programación no son
siempre s populares y suele existir una brecha entre las necesidades de la
industria y los estudiantes universitarios que se gradúan en estas áreas.
Como la tecnología avanza más rápido que los programas de capacitación, el
desarrollo de habilidades sigue siendo un problema en los programas de
formación en TI en todo el mundo. En México, un préstamo del
BIRF por USD 80 millones financió el Proyecto
de Desarrollo de Tecnologías de la Información, (i) para ayudar al
país a avanzar hacia una economía del conocimiento. Entre 2008 y
2015, más de 102 000 aprendices recibieron certificaciones
en estándares internacionales; aproximadamente 40 000 estudiantes
se cambiaron a empleos relacionados con las TI después de asistir
a programas de capacitación, y los graduados señalaron que reciben
mejores ingresos y oportunidades de promoción después de la
capacitación.
- Las
micro y pequeñas empresas cumplen una función fundamental en la generación
de empleo en muchos países de ingreso mediano. Ayudarlas a recibir
financiamiento y créditos puede permitirles ampliar sus operaciones y
crear nuevas oportunidades de trabajo. En Egipto, las pequeñas
empresas recién instaladas son la principal fuente de nuevos empleos.
Estas representan más del 98 % de los negocios, generan más del
85 % del empleo en el sector privado no agrícola y el 40 % del
empleo total. En 2014, el BIRF apoyó el Proyecto
de Fomento de la Innovación en favor de un Acceso Inclusivo a Servicios
Financieros (i) de USD 300 millones con el fin de
ayudar a canalizar capital de riesgo para empresas emergentes y
microempresas, con especial énfasis en las mujeres y los jóvenes. Hasta
la fecha, más de 63 000 emprendimientos han recibido préstamos
para micro y pequeñas empresas gracias a este proyecto y
120 000 personas han resultado beneficiadas, de las cuales
44 000 son mujeres.
- Con
creatividad y ambiciones claras, la conservación y la gestión de los
recursos culturales locales brindan una oportunidad a las comunidades para
desarrollar su economía y generar empleos, sobre todo para los jóvenes y
las mujeres. Desde 2003, el Banco Mundial trabaja con el Líbano para
recuperar ciudades históricas mediante mejoramiento de la infraestructura,
prestación de servicios y apoyo al desarrollo del sector privado. Un
préstamo de USD 31,5 millones otorgado por el BIRF para el Proyecto
de Desarrollo Urbano y Patrimonio Cultural (i) demostró ser una
inversión inteligente. En el pueblo de Biblos, por ejemplo, cada dólar
invertido a través del proyecto aseguró siete dólares de inversión
privada,todos en pequeñas y medianas empresas locales. El número
de personas empleadas en empresas turísticas y relacionadas con el
patrimonio aumentó más del doble, de alrededor de 600 a más de
1500 a finales de 2016.
- La
investigación respaldada por el Laboratorio de innovación en cuestiones de
género para África del Banco Mundial realizada en Sudáfrica demostró
que intervenciones simples y económicas pueden marcar la diferencia en las
tasas de éxito de las personas que buscan trabajo. En colaboración con
investigadores del Middlebury College y las universidades de Stellenbosch
y Ciudad del Cabo, y el Ministerio del Trabajo de Sudáfrica, el programa
de investigación proporcionó asesoría a personas que buscaban empleo durante
un periodo de ocho meses en los años 2015 y 2016. Después de la
intervención, los participantes que recibieron orientación
desarrollaron una estrategia de búsqueda de trabajo más diversa, enviaron
un 15 % más de postulaciones, recibieron un 24 % más de
respuestas de los empleadores y un 30 % más de ofertas laborales, y
aumentaron en 26 % sus probabilidades de ser contratados en
comparación con sus pares que no recibieron asesoría. Además de las
políticas laborales activas existentes, estos datos basados en pruebas
podrían ayudar a que los programas sean más eficientes y efectivos para
las personas que más los necesitan.
Contribución del Grupo Banco Mundial
El Banco Mundial tiene una cartera de 166 proyectos del
BIRF activos por un monto total de USD 20 000 millones y que
incluyen un componente relacionado con la creación de empleos. Para el
ejercicio de 2018, el Banco Mundial comprometió USD 961,7 millones
para proyectos relacionados con el sector del empleo y USD 33,4 millones
para labor analítica y de asesoría.
Asociados
El establecimiento de alianzas con actores internacionales
de todo el mundo es uno de los mejores recursos para encontrar soluciones
sostenibles a los desafíos en materia de empleo. El Banco Mundial colabora
estrechamente con asociados clave para movilizar y ayudar a coordinar esfuerzos
que ponen especial énfasis en los programas de empleo. Estos incluyen la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Institute of Labor Economics,
el Grupo de los Veinte (G-20), el Grupo Consultivo de Ayuda a la Población
Pobre, la Confederación Sindical Internacional y la Red sobre Empleo y
Desarrollo, entre otros.
Además, el Banco Mundial se asocia estrechamente con:
- El Fondo Fiduciario de Múltiples Donantes
sobre el Empleo (i)que ayuda a aumentar los conocimientos
mundiales sobre el tema de la creación de empleo;
- La
asociación mundial Let’s Work (i)
que apunta a crear más y mejores empleos;
- La
coalición Soluciones para el Empleo
de los Jóvenes (S4YE) (i)cuyo objetivo es encontrar soluciones
multisectoriales para reducir el empleo juvenil;
- La Alianza Mundial de Conocimientos sobre
Migración y Desarrollo (KNOMAD), (i) un centro mundial de saber y
conocimientos especializados en materia de políticas sobre cuestiones de
migración y desarrollo, y
- La Asociación
en favor de la Inclusión Económica, (i) una iniciativa para
ayudar a los Gobiernos a implementar y ampliar programas que apoyan la
transición de la gente que sale de la pobreza extrema.
El Banco Mundial es la sede de las secretarías de todas estas
asociaciones, con lo que facilita la coordinación y la generación de
conocimientos, apoya la labor de seguimiento y evaluación de los resultados, y
proporciona asesoría, apoyo y financiamiento a los asociados.
De cara al futuro
A través del desarrollo y la implementación de estrategias
de empleo integrales y apoyo en esta materia, el Banco Mundial sigue entregando
conocimientos especializados, financiamiento y asistencia para proyectos con el
fin de crear más empleos y que estos sean de mejor calidad y más inclusivos.
Aumentar los empleos de buena calidad y los empleos
inclusivos puede generar una sensación de oportunidad dentro de la sociedad y
contrarrestar las presiones de la exclusión económica y social, que tiende a
afectar más a los grupos marginados, como los pobres, los jóvenes y las
mujeres. Para crear empleos y apoyar la estabilidad dentro de los países y las
regiones, es fundamental eliminar los obstáculos y mejorar las condiciones para
el crecimiento de las empresas privadas.
En Túnez, por ejemplo, el Banco Mundial apoya los esfuerzos
para hacer realidad el compromiso de lograr un nuevo contrato social con los
ciudadanos. Un punto central de esta agenda es abordar el desempleo, en
particular el desempleo juvenil. El Proyecto
para incluir a los jóvenes en la economía de Túnez, (i) por un monto de
USD 60 millones, se basa en un enfoque nuevo e inclusivo para ampliar
las oportunidades económicas. El apoyo del Banco ayudará a mejorar las
condiciones para que las empresas puedan crecer y aumentar la productividad, en
particular en sectores con alto potencial de crear empleo, y al mismo tiempo
proporcionar servicios específicos a hombres y mujeres jóvenes que buscan
empleo para que tengan acceso a empleos de mejor calidad. Esta estrategia de
desarrollo del sector privado con un gran énfasis en la creación de empleos
tiene como fin crear mejores vínculos entre los beneficiarios y los puestos de
trabajos recién creados.
TOMADO DE ENVIO DE BANCO MUNDIAL
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