La Reserva Ecológica recupera su histórica entrada
El espigón Plus Ultra, que fue cerrado hace 12 años por su
estado de abandono, será inaugurado hoy
Por Agustina Mac Mullen
| Tras 12 años, la Reserva Ecológica recupera hoy su tradicional
entrada: el espigón Plus Ultra. Foto: Rodrigo Néspolo El espigón Plus Ultra de
la Reserva Ecológica recuperó su esplendor, después de 12 años, y hoy vuelve a
convertirse en lo que siempre fue: el acceso central del parque. Los porteños
podrán recorrer, otra vez, ese espacio histórico de la Costanera Sur. Además,
se inauguran otras 16 hectáreas nuevas de recorrido con las que contará la
Reserva Ecológica y que conforman el área más agreste del predio. En 2002, el
gobierno porteño decidió cerrar la entrada principal de la Reserva, situada en
avenida Achával Rodríguez y Padre Migone, debido a su estado de completo
abandono. Los espacios del subsuelo del espigón, que solían ser los
vestuarios donde hasta la década del 50 los nadadores se cambiaban antes de
sumergirse en el Río de la Plata, habían sido ocupados para ser usados como
viviendas por una decena de familias. En tanto, la estatua de bronce de Ícaro,
en homenaje a la travesía del hidroavión Plus Ultra, entre España y la
Argentina, había quedado tapada por los grafitis. Para evitar que el deterioro
se siga intensificando, el gobierno porteño invirtió un millón de pesos en el
plan de recuperación del espigón Plus Ultra. El proyecto estuvo a cargo del
Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a través de la Dirección General de
Espacios Verdes. Además, trabajaron con la colaboración de la Dirección General
de Regeneración Urbana y el Departamento de Monumentos y Obras de Arte (MOA),
quienes brindaron asesoramiento para la restauración de la estatua de Ícaro,
ubicada en el remate del espigón. Luego de relocalizar a las personas que
ocuparon las instalaciones, en julio pasado el Ministerio de Ambiente y Espacio
Público comenzó con las obras de puesta en valor necesarias para revertir el
deterioro del espigón. Los problemas eran, principalmente, edilicios, consecuencia
del abandono y de la intrusión. Según fuentes del Ministerio de Ambiente y
Espacio Público, con el plan de renovación se propusieron hacer del espigón un
espacio de uso público para que los vecinos aprovechen como paseo y como
ingreso peatonal a la Reserva Ecológica.
"El acondicionamiento del espigón como nueva entrada del parque
significa la definitiva integración entre este espacio verde y la Costanera Sur
como paseo", dijo Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente y Espacio Público
porteño. Las mismas fuentes aseguraron que el lugar será "muy
disfrutado", sobre todo por quienes quieran observar las más de 300
especies de aves que conviven en la Reserva. Una de las primeras acciones que realizó la Ciudad en el
lugar fue levantar y emparejar las copas de las tipas -una especie de árbol
autóctona- que rodean el sendero principal del espigón. Además, se construyeron
nuevos canteros, se limpiaron los grafitis de las paredes con hidrolavadoras,
se cambiaron las luminarias por lámparas de bajo consumo y se pintaron las
barandas. Los tableros de iluminación, en tanto, fueron trasladados desde la
vereda de la avenida Achával Rodríguez hacia el interior del paseo. Además, se
repararon los solados y se cambiaron los asientos deteriorados de los bancos
romanos originales. También se restauraron los viejos vestuarios, que se
destinaron al personal de seguridad, de mantenimiento y de guardia de la
Reserva. Y se colocaron nuevas baldosas, escaleras, bancos y rejas perimetrales
en el predio. Por último, se restauró la estatua de Ícaro, que había sido
vandalizada. EL TRADICIONAL ESPIGÓN Desde
que se dispuso el cierre de la entrada principal, hace más de una década, los
vecinos debían ingresar al predio por las entradas ubicadas en las
intersecciones de Migone y Achával Rodríguez y de Sánchez de Thompson y Giralt.
Pero la recuperación no se detiene en la nueva entrada. Hay mucho más para
visitar en el interior del predio: hoy se inauguran otras 16 hectáreas en el
lado sur del parque, que están emplazadas en donde funcionaba el obrador de la
empresa Covimet, encargada de la concesión de la autopista Illia hasta 2003. El
espigón fue construido en 1918, pero recibió su nombre diez años después,
cuando se colocó en su remate la estatua de Ícaro. Esta obra fue esculpida en
bronce por José Lorda y conmemora la travesía del hidroavión Plus Ultra, que,
en 1926, partió desde Palos de la Frontera y llegó hasta Buenos Aires, en lo
que fue el primer vuelo entre España y América. Tanto la Costanera Sur como el
espigón se convirtieron en un paseo muy popular durante la primera mitad del
siglo XX – TOMADO DE LA NACION DE AR
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