DURMIENDO CON EL ENEMIGO
A semanas del acto eleccionario, en secreto, a espaldas de
la población y aun de sus propios adherentes, funcionarios de segunda línea del
gobierno decidieron inmolarse en el altar de MONSANTO y la Mesa de Enlace.
Sin ocultar su beneplácito, el diario La Nación del 27/09
bajo el título "Acordó el gobierno pautas para el manejo de
agroquímicos", informa que con el auspicio del Secretario de
Agricultura Lorenzo Basso, ingenieros agrónomos y empresarios, tras un año de
"estudio", llegaron al siguiente acuerdo: "para las
pulverizaciones terrestres se plantea una distancia de seguridad de 100 metros,
como máximo, y de hasta 200 metros, también como máximo, para los casos en que
se use avión [con] la posibilidad de que en las pulverizaciones terrestres las
distancias puedan ser menores siempre que esté presente un profesional agrónomo
controlando."
En consecuencia, mientras el CONICET encontraba agrotóxicos
en la Antártida y las Facultades de Ciencias Médicas publicaban regularmente
advertencias sobre enfermedades provocadas por la cercanía de fumigaciones con
agroquímicos a escuelas y poblaciones, muchas de ellas mortales, en radios de
al menos 800 metros, un grupo de tareas desafía a la ciencia y la medicina con
opiniones y criterios economicistas, convirtiendo en letra muerta no sólo
dictámenes de científicos independientes de las empresas y fallos judiciales
que los recogieron, sino la misma Ley General del Ambiente y el art. 41 de la
Constitución Nacional.
La nueva operación mediática se inscribe en el marco de una
ofensiva contra las víctimas que vienen reclamando protección frente al
envenenamiento masivo y acumulativo que sufren desde hace más de 15 años,
agravándose por el incremento astronómico en toxicidad y cantidad, superando el
1000% por ciento en ese periodo utilizando venenos producidos hace más de medio
siglo y de extrema peligrosidad, como los derivados del Agente Naranja, entre
tantos.
El aumento proporcional de afecciones agudas, oncológicas y
de todo tipo, cuyo costo, además, es afrontado por el erario público, augura un
destino apocalíptico para los millones que habitan la región más poblada del
pais y un dudoso balance económico jamás podrá justificar el sacrificio
"mengueliano" de una parte de la población.
Apelando a la reserva moral de nuestros representantes,
convocamos a las más altas autoridades de la Nación a desautorizar la actuación
de funcionarios oficiales en este contubernio y promover con urgencia una
instancia de público debate e información sobre el futuro de la población
inmersa involuntariamente dentro de un modelo de agricultura transgénica
sostenido a base de tóxicos, en el cual el ambiente y las personas son meros
obstáculos.
Los reclamos populares y el dramático desenlace frente a un
emblema de contaminación y muerte como la firma MONSANTO, en la localidad de
Malvinas Argentinas de la provincia de Córdoba, son caras de la misma moneda.
Sin ignorar los riesgos implicados, prestigiosos
científicos, médicos y altas casas de estudio decidieron poner todo su talento
y prestigio al servicio de millones de ignotas víctimas de un modelo para unos
pocos, instalado a base de operaciones de confusión masiva dentro y fuera de
las esferas públicas.
El gobierno tiene ahora la palabra.
Contactos:
Daniel Romano – San Lorenzo – 3416258581 -
Esteban Roglich – San Jorge – 3406442970 -
Patricio Acuña – San Justo – 3498402611 -
Carlos Manessi – Santa Fe – 3426145532 -
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