SE HICIERON PÚBLICOS
LOS DATOS DEL DERRAME
Revelan que 265.000 litros de combustible contaminaron el
río Uruguay en octubre
Después de diez meses de acontecido el derrame de
combustible en la boya de Ancap en el río Uruguay y pocos kilómetros al norte
de la ciudad, el ente petrolero remitió a la Dirección Nacional de Medio
Ambiente (Dinama) un informe sobre lo que ocurrió y la cantidad de litros de
gasoil que se derramaron durante la madrugada del 2 de octubre del año pasado.
Un informe publicado por el periodista Tomer Urwicz en el diario El País tras
un pedido de acceso a la información pública, da cuenta que el total del
combustible perdido fueron 265.000 litros, y no los 100.000 que se dijeron en
un principio.
UNA REACCIÓN LENTA
El informe destaca que “Ancap envió muestras a un
laboratorio con pruebas recogidas el 22 de octubre, 20 días después del suceso.
Los análisis fueron encomendados al laboratorio Ecotech; la Dinama accedió a
ellos recién en julio de este año. Los resultados arrojaron que Playa Park fue
la zona con peores niveles de hidrocarburos, estando por encima de los límites
en dos de los parámetros estudiados. Le siguieron el sector sur del pueblo Casa
Blanca y la desembocadura del arroyo La Curtiembre, que está justo en el
límite”.
Tras un reclamo de Dinama, Ancap realizó un nuevo monitoreo
entre el 12 y 13 de mayo. Se hizo entre el puente General Artigas y el pueblo
Casa Blanca. Fueron detallados siete puntos “sensibles”, por ser espacios de
baños, áreas protegidas, zonas inundables o de relieve para aves migratorias.
En términos globales se observó que “el río tiene un alto grado de atropización
(alteración del ambiente por incidencia humana) y modificación de ecosistemas”.
El informe de Ancap hace notar que, en parte, la
contaminación se debe a la actividad fabril y a la de las caballerizas. Pero en
playa Mayea los pescadores registraron manchas de gasoil en sus redes además
del olor.
EL DETALLE DEL INFORME
Según lo publicado, “a las seis de la tarde del primer día
de octubre amarran sin inconvenientes las barcazas Río de los Pájaros y Garzas
Viajeras, ambas propiedad de Ancap, y el remolcador tercerizado Raúl S.
Cuarenta minutos más tarde y hasta poco después de las 20 horas se chequeó el
equipamiento, se conectaron los manguerotes que surtirían de combustible y se
realizaron las mediciones de rutina. Desde las 20:28 hasta las 20:36 horas
comenzaron las pruebas en las líneas de ocho y seis pulgadas. Hasta ahí todo
normal. El jefe del operativo dio la señal de 'ok' y empezó la descarga de
gasoil”.
Los manguerotes tenían 1.300 metros que separaban la planta
de las barcazas; el combustible debía ser bombeado a una presión de siete
kilogramos por centímetro cuadrado. Hasta la revisión de la una de la madrugada
todo marchaba bien. Pero 1:25, en una nueva inspección de rutina, se constató
que en una de las mangueras la presión era nula y en la otra había disminuido.
DEMASIADO TIEMPO PERDIDO
Según declaró ante la Dinama el jefe de planta, Jorge
Paster, él ordenó el cierre inmediato de las válvulas y la interrupción de la
operativa, un proceso que demoró entre cinco y diez minutos.
El tiempo insumido en esto fue la primera crítica que hizo
el área de Calidad Ambiental de Dinama el 18 de diciembre, en el marco de un
fuerte tirón de orejas a Ancap. El documento se mantuvo en la interna de ambos
hasta ahora. La instalación de bombeo de combustible no tiene equipos de medida
en línea, sino que debe acercarse un operario hasta el lugar. Ante una pérdida,
cada segundo es vital y el tiempo podría haberse acortado. En ese sentido, la
Dinama cuestionó que las válvulas en las que se mezclan los gases no fueran
accesibles desde la superficie.
Luego de la inspección que realizaron buzos tres días
después del derrame, se constató que el ensamble que conectaba a las mangueras
“no estaba en buen estado”, según la Armada, que exigió que “de ahora en más se
haga una inspección subacuática” cada vez que haya carga y descarga de
combustible. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE UY
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