Esthelle Chapron es una de los 3000 voluntarios capacitados que evacuan personas y salvan vidas cuando los desastres naturales azotan Haití. Foto en Solino, Puerto Príncipe. © Vincent Theodore / Banco Mundial
Acción climática: factor catalizador del cambio
En 2016, el huracán Matthew, de categoría 4, tocó tierra en
Haití, uno de los países más pobres del mundo, que ya llevaba décadas de
conmoción política y pobreza, y había sufrido el embate de un terremoto
devastador. El huracán afectó a más de 2 millones de personas y dejó más
de 500 muertos y 175 000 desplazados.
“En los últimos años hemos visto que estos acontecimientos
son más frecuentes y más violentos como consecuencia del cambio climático”,
afirmó Jerry Chandler, cirujano y especialista en desastres, titular de la
Dirección de Protección Civil, el organismo de gestión de desastres de Haití.
En agosto de 2020, Haití y la vecina República Dominicana
sufrieron el embate de la tormenta tropical Laura, que provocó más muertes y
puso en movimiento a las brigadas de voluntarios de Haití.
Este país está reforzando sus sistemas nacionales de
reducción de riesgos y respuesta ante desastres, aunque según Chandler se
necesitan más recursos. Se encuentran ya en ejecución proyectos para mejorar
la calidad de los datos meteorológicos y desarrollar un sistema nacional de
alerta temprana (i), y se lleva adelante una campaña nacional de
comunicación con el objetivo de generar conciencia acerca de los procedimientos
que deben seguirse en caso de emergencia.
“La gente necesita saber exactamente a qué se enfrenta para
poder acomodar y adaptar su vida”, dijo Chandler.
Confrontar la COVID-19 y el clima: desafíos de
desarrollo sin precedentes
Al igual que Haití, los
países de todo el mundo enfrentan riesgos climáticos crecientes incluso en
momentos en que deben lidiar con el coronavirus.
La pandemia aún en curso ha provocado graves consecuencias para la salud mundial y podría empujar a unos 100 millones de personas (i) a la pobreza extrema. En respuesta a esta situación, el Grupo Banco Mundial (GBM) ha proporcionado ayuda de emergencia a 100 países en desarrollo mediante un mecanismo de desembolso rápido, y podrá entregar un máximo de USD 160 000 millones hasta 2021.
Al mismo tiempo, la institución mantiene su compromiso de
abordar el cambio climático, que representa otra grave amenaza, en particular
para las personas más pobres y vulnerables.
Inmediatamente después que el mundo se congregara para establecer
el histórico Acuerdo de París referido al cambio climático, el GBM dio a
conocer su ambicioso Plan
de Acción sobre el Cambio Climático (PDF, en inglés) con el objetivo
de intensificar el apoyo financiero y técnico a los países en desarrollo para
ampliar la acción climática.
En ese plan, el GBM se comprometía a incrementar la
proporción del financiamiento que se destina a iniciativas climáticas y
llevarla del 20 % del total en 2016 al 28 % para 2020. Esta meta
se superó en cada uno de los
tres últimos años (i). En total, desde
que se puso en marcha el Plan de Acción, el GBM ha proporcionado más de
USD 83 000 millones en financiamiento para el clima.
Tomado de envio del banco mundial
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