Los cortes de energía eléctrica crecieron un 25% en cinco
años
Además, según información oficial de Edenor y de Edesur, se
duplicó la cantidad de horas al año que los consumidores carecen del servicio;
todos los datos están en poder del Ente Regulador de Energía
Por Pablo Fernández Blanco
Más allá de la guerra de declaraciones que propuso el Gobierno esta
semana para conducir toda la responsabilidad de los cortes de luz hacia las
compañías eléctricas, ningún funcionario de jerarquía de la administración de
Cristina Kirchner puede sostener de manera convincente que desconoce el
deterioro del servicio público en los últimos años. Basta con echar una rápida
mirada a los números que las propias empresas, Edenor y Edesur , les hacen
llegar a los organismos de control para tomar nota de ello.
En sus estados contables de 2012, Edenor, la distribuidora
que atiende a una parte de la Capital y el Gran Buenos Aires, cuenta cómo se
deterioró la calidad del servicio en el último lustro. Según sus números, sus
clientes registraron, en promedio, 7,13 interrupciones del servicio en el año,
un 25 por ciento más que las 5,71 ocasiones en que sufrieron el mismo problema
en 2008. Si bien esa cifra muestra oscilaciones a lo largo de los últimos cinco
años, el porcentaje registra el promedio de dificultades más alto de la serie.
La mayor dificultad para los usuarios, además, es la
duración de los cortes, en los que hubo un incremento mucho más fuerte. En 2008
la extensión de las interrupciones, en el promedio anual, era de 13 horas, se
duplicó en los últimos cinco años y llegó a las 26 horas.
Las cifras de calidad de servicio, en ambos casos, no sólo
incluyen áreas de trabajo propias de la distribuidora, sino también
dificultades -por ejemplo, problemas en el servicio de alta tensión- que le son
ajenas, pero que impactan en su calidad del servicio.
Según los especialistas, Edesur, cuyos números no están
presentes en sus últimos estados contables, tiene una situación similar.
"Tanto la frecuencia de las interrupciones como la
duración han desmejorado en forma notable entre 2008 y 2012", explicó
Jorge Lapeña, secretario de Energía durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Lo
explica en el lenguaje propio del sector eléctrico: "El indicador FMIK
[veces que se produce una interrupción por año y kilovatio instalado] aumenta
de 3,92 ocasiones a 6,29, es decir, casi se duplica. De la misma manera, el
indicador TTIK [tiempo total de la interrupción en horas por kilovatio
instalado] aumentó de 8,06 horas a 17,54 horas en el mismo período.
"Los valores eran públicos y, por lo tanto, conocidos
por el Gobierno. Es inadmisible que todas sus dependencias intenten desligarse
de sus propias responsabilidades", sostuvo.
Para el consultor Francisco Mezzadri, ex presidente de la
Cámara Argentina de Inversores en el Sector Eléctrico, los números indican que
"la frecuencia de fallas creció desde 2010 y particularmente en 2012. Pero
lo más preocupante es el tiempo de duración, que se duplicó".
Las responsabilidades del empobrecimiento del servicio
eléctrico están atadas a múltiples factores. En mayo de este año, uno de los
principales ejecutivos del sector repetía ante quien quisiera escucharlo porque
su empresa demoraba cada vez más tiempo para solucionar las interrupciones del
servicio. Entendía que los trabajadores del gremio de Luz y Fuerza, todavía
conducido por el fallecido Oscar Lescano, no querían hacer horas extras debido
a que impactaban de lleno en el pago del impuesto a las ganancias. Según dijo
en aquella ocasión Lescano, se daba la paradoja de que si trabajaban más
cobraban menos. El líder sindical llevó el reclamo al Gobierno, que les dio
asistencia a las empresas para incrementar los sueldos.
Edenor y Edesur llevaron el conflicto al Gobierno. Pero el
ENRE, a través de una nota firmada por uno de sus titulares, Enrique Cardesa,
respondió que esa situación no releva a las concesionarias "de las
obligaciones asumidas en su contrato de concesión". En 2012, cuando se
registró la mayor caída en la calidad del servicio, Edenor anotó un rojo de
1013 millones de pesos. Edesur perdió $ 801,6 millones. En sus balances, luego
de mencionar las inversiones que realizó el año pasado, la compañía mencionó
que "este esfuerzo, sin embargo, se verificó en el marco de una creciente
insuficiencia de recursos, consecuencia de no haberse producido, una vez más,
aumento alguno en el valor agregado de distribución"..
Del editor: qué significa.
Una radiografía que no hace más que confirmar la endeble
situación del sector. Y como se sabe, las soluciones no son mágicas ni
inmediatas. TOMADO DE LA NACION DE ARVER TAMBIÉN : http://linkaerm.blogspot.com.ar/2009/05/propuesta-de-politica-de-estado-sector.html
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