domingo, 22 de diciembre de 2013

CRISIS ENERGÉTICA EN ARGENTINA cortes crecen año a año

Los cortes de energía eléctrica crecieron un 25% en cinco años
Además, según información oficial de Edenor y de Edesur, se duplicó la cantidad de horas al año que los consumidores carecen del servicio; todos los datos están en poder del Ente Regulador de Energía
Por Pablo Fernández Blanco  Más allá de la guerra de declaraciones que propuso el Gobierno esta semana para conducir toda la responsabilidad de los cortes de luz hacia las compañías eléctricas, ningún funcionario de jerarquía de la administración de Cristina Kirchner puede sostener de manera convincente que desconoce el deterioro del servicio público en los últimos años. Basta con echar una rápida mirada a los números que las propias empresas, Edenor y Edesur , les hacen llegar a los organismos de control para tomar nota de ello.
En sus estados contables de 2012, Edenor, la distribuidora que atiende a una parte de la Capital y el Gran Buenos Aires, cuenta cómo se deterioró la calidad del servicio en el último lustro. Según sus números, sus clientes registraron, en promedio, 7,13 interrupciones del servicio en el año, un 25 por ciento más que las 5,71 ocasiones en que sufrieron el mismo problema en 2008. Si bien esa cifra muestra oscilaciones a lo largo de los últimos cinco años, el porcentaje registra el promedio de dificultades más alto de la serie.
La mayor dificultad para los usuarios, además, es la duración de los cortes, en los que hubo un incremento mucho más fuerte. En 2008 la extensión de las interrupciones, en el promedio anual, era de 13 horas, se duplicó en los últimos cinco años y llegó a las 26 horas.
Las cifras de calidad de servicio, en ambos casos, no sólo incluyen áreas de trabajo propias de la distribuidora, sino también dificultades -por ejemplo, problemas en el servicio de alta tensión- que le son ajenas, pero que impactan en su calidad del servicio.
Según los especialistas, Edesur, cuyos números no están presentes en sus últimos estados contables, tiene una situación similar.
"Tanto la frecuencia de las interrupciones como la duración han desmejorado en forma notable entre 2008 y 2012", explicó Jorge Lapeña, secretario de Energía durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Lo explica en el lenguaje propio del sector eléctrico: "El indicador FMIK [veces que se produce una interrupción por año y kilovatio instalado] aumenta de 3,92 ocasiones a 6,29, es decir, casi se duplica. De la misma manera, el indicador TTIK [tiempo total de la interrupción en horas por kilovatio instalado] aumentó de 8,06 horas a 17,54 horas en el mismo período.
"Los valores eran públicos y, por lo tanto, conocidos por el Gobierno. Es inadmisible que todas sus dependencias intenten desligarse de sus propias responsabilidades", sostuvo.
Para el consultor Francisco Mezzadri, ex presidente de la Cámara Argentina de Inversores en el Sector Eléctrico, los números indican que "la frecuencia de fallas creció desde 2010 y particularmente en 2012. Pero lo más preocupante es el tiempo de duración, que se duplicó".
Las responsabilidades del empobrecimiento del servicio eléctrico están atadas a múltiples factores. En mayo de este año, uno de los principales ejecutivos del sector repetía ante quien quisiera escucharlo porque su empresa demoraba cada vez más tiempo para solucionar las interrupciones del servicio. Entendía que los trabajadores del gremio de Luz y Fuerza, todavía conducido por el fallecido Oscar Lescano, no querían hacer horas extras debido a que impactaban de lleno en el pago del impuesto a las ganancias. Según dijo en aquella ocasión Lescano, se daba la paradoja de que si trabajaban más cobraban menos. El líder sindical llevó el reclamo al Gobierno, que les dio asistencia a las empresas para incrementar los sueldos.
Edenor y Edesur llevaron el conflicto al Gobierno. Pero el ENRE, a través de una nota firmada por uno de sus titulares, Enrique Cardesa, respondió que esa situación no releva a las concesionarias "de las obligaciones asumidas en su contrato de concesión". En 2012, cuando se registró la mayor caída en la calidad del servicio, Edenor anotó un rojo de 1013 millones de pesos. Edesur perdió $ 801,6 millones. En sus balances, luego de mencionar las inversiones que realizó el año pasado, la compañía mencionó que "este esfuerzo, sin embargo, se verificó en el marco de una creciente insuficiencia de recursos, consecuencia de no haberse producido, una vez más, aumento alguno en el valor agregado de distribución"..
Del editor: qué significa.
Una radiografía que no hace más que confirmar la endeble situación del sector. Y como se sabe, las soluciones no son mágicas ni inmediatas. TOMADO DE LA NACION DE AR
VER TAMBIÉN : http://linkaerm.blogspot.com.ar/2009/05/propuesta-de-politica-de-estado-sector.html

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