Una
noche en el infierno: peregrinar en busca de alivio tras 6 días sin luz
Crónica
del reiterado fracaso en la búsqueda de estrategias para sobrevivir en medio
del calor - Por Evangelina Himitian |Proliferan
los piquetes y las protestas por falta de luz en el área metropolitana
Por
segundo día cortan la autopista Dellepiane ante la falta de luz
Abro
los ojos y me cuesta respirar. La nube de aire que rodea mi cuerpo se siente
espesa, abrigada, impenetrable. Tardo unos segundo en reconocer mi atmósfera.
Estoy
en la cama, boca arriba. En los vaivenes del sueño, una ola me arrojó hasta la
costa del insomnio, en mitad de la noche más calurosa de mi vida. Y ya no puedo
volver a dormir.
Llevo
seis días (¡y seis noches!) sin luz, y despertar en mitad de la noche a causa
del calor me sumerge en la peor de las pesadillas de ojos abiertos. En esas
condiciones ya no podré volver a dormir. Hay que levantarse y buscar una
estrategia.
Mientras
recorro la casa a oscuras, chequeo que las ventanas estén abiertas. Pero da lo
mismo que estuvieran cerradas. El aire no logra traspasar los marcos de mi
casa. ¿Cuántos de mis vecinos en ese mismo instante deben estar peregrinando
sus propios pasillos, a tientas, en busca de lo que nadie parece encontrar: un
poco menos de calor?
Hay que
intentarlo todo. Tomar agua, mojarse la nuca. En estos seis días me cansé de
fracasar. Probé estrategias como meterme a la pileta de mi hija y volver a la
cama con la ropa empapada. Intenté dormir en la hamaca paraguaya del patio,
tirarme en el piso de mosaicos con una almohada, volver a bañarme con agua
fría. Pero es imposible. Nada me devuelve la calma de una noche fresca y, por
consiguiente, es imposible dormir.
Hay
noches en las que lo único efectivo es sentarse en el living a esperar que
amanezca. La mañana no es mejor, pero renueva la única esperanza que se
alimenta en estos días: bajar y subir la térmica y que haya vuelto la luz. En
estas horas de desvelo pude comprobar varias cosas: que los pájaros que cantan
a las 4 de la mañana hace más de una semana que no cantan. Y que la temperatura
se incrementa a pasos agigantados unos minutos antes de que salga el sol.
Entonces llega el ataque de los mosquitos.
En estos
días, en mi cuadra, he visto y escuchado de todo. Desde peleas de vecinos que
instalaron el generador eléctrico, con sus gases y calores, en la ventana de la
casa de al lado, hasta jóvenes voluntarios de una iglesia de la zona que al
anochecer salen a recorrer edificios para subirles agua a las personas mayores
que viven en pisos altos.
La
solidaridad y el egoísmo, todo a flor de piel. Vimos piquetes, vecinos
incendiar gomas y festejar la Navidad bajo el alumbrado público. Me llenó de
tristeza ver, en algunos barrios de la Capital, la postal de las Pelopincho
armadas en la vereda, única estrategia de ciertas familias para combatir el
calor de sus hijos.
Sin
embargo, hay una cosa que no he visto en todos estos días por mi barrio: a
ningún funcionario público, ni del gobierno nacional ni del de la ciudad,
acercarse a las zonas donde están los vecinos sin luz para acercarles un vaso
de agua fría.
Me
hubiera encantado verlos llegar, con esa simpatía preeleccionaria, secundados
por camiones con bebidas para los afectados, o que ofrecieran equipos
electrógenos a los contribuyentes más vulnerables, o comida. O hielo. O algo. .........
El
Estado -y lo digo nada más que como vecina- fue el gran ausente.
Nosotros,
los sin luz, nos convertimos en alzadores compulsivos de la llave térmica. A
ver si, un día de estos, mientras esperamos poder volver a conciliar el sueño,
llega la sorpresa de que por fin nos devolvieron la luz.
La segunda ola de calor más larga desde 1906
La máxima de ayer fue de 39° y la mínima, de 27°; van dos
semanas seguidas con 30° o más
Por Mauricio Giambartolomei
Los 39 grados que se registraron a las 15.15 de ayer resultaron ser la
temperatura máxima de una nueva jornada agobiante en la ciudad y el área
metropolitana en que la mínima alcanzó los 27°. Así, la ola de calor que azota
la región se extendió a cinco días y fue el segundo período más caluroso desde
1906. El más largo fue de ocho días y sucedió entre el 31 de diciembre de 2004
y el 7 de enero de 2005, con registros de entre 22° y 38°.
Además ayer sumaron doce días seguidos con marcas mínimas
superiores a los 22° y catorce consecutivos con temperaturas máximas de 30° o
más. "Posiblemente sea el diciembre más cálido de todos y se rompa el
récord en anomalías positivas de las temperatura media de diciembre, dado que
estas condiciones persistirán hasta fin de año", explicó Héctor
Ciappesoni, director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El diciembre más cálido fue en 1994, cuando se registró una
temperatura promedio de 25°5, seguido por diciembre de 2010, con 25°. El año
pasado el promedio alcanzó los 24°4.
Los chaparrones aislados que cayeron durante la tarde-noche
de ayer en la ciudad alcanzaron apenas para un alivio momentáneo. Las
proyecciones para hoy indican que la mínima será de 23° y la máxima, de 34°,
por lo que se extenderían a seis las jornadas de la ola de calor. Según los
especialistas del SMN, se considera así el período de tres o más días
consecutivos con mínimas superiores a los 22° y máximas de 32° o más. En lo que
va de diciembre ocurrió dos veces: entre el 15 y 18, y la actual seguidilla,
desde el 22 en adelante. Dichos valores, según el pronóstico, se interrumpirían
el sábado, para cuando se anuncian 21° y 35°, pero volverían el domingo con
temperaturas de entre 23° y 37°.
"La ola de calor alcanzó a no menos de 52 ciudades de
todo el país, por lo que puede pasar a ser récord una vez que termine el mes y
se efectúen las mediciones", dijo la difusora del SMN, Silvia Gómez.
"Por lo menos hasta el martes 31 habrá mínimas que
oscilarán entre los 20° y los 28,° y máximas de entre 32° y 45°", agregó.
La temperatura máxima histórica de diciembre fue de 40°5 y se dio el 18 de
diciembre de 1995. Las marcas de las últimas semanas estuvieron cerca de romper
el récord. Un informe elaborado por el SMN advierte que se trata de una
situación anómala que afecta a todo el centro y norte del país, que está bajo
"condiciones extremas de temperatura". El fenómeno se registra en las
provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza,
Neuquén y Río Negro. TOMADO DE LA NACION DE AR
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