Las compras al exterior de combustibles terminarían el año
con un crecimiento de 25% respecto de 2012 y sumarán US$ 12.000 millones; para
el año que viene se prevé un aumento y se requerirán US$ 2000 millones
adicionales
Por Pablo Fernández Blanco
| Un piquete de vecinos y comerciantes, ayer, en el cruce de Juan
Bautista Alberdi y Carhué, en Mataderos. Foto: Emiliano Lasalvia
El sector energético, uno de los eslabones de la economía
que más dolores de cabeza le ocasionó al kirchnerismo, va camino de convertirse
en una pesadilla aun mayor en el epílogo de la gestión de Cristina Kirchner.
Ayer persistían los cortes de energía en el área metropolitana, en una
seguidilla que lleva dos semanas y que anoche afectaba todavía a unos 11.000
usuarios. También hubo piquetes en varios puntos de la Capital, en reclamo por
la falta de suministro eléctrico.
Aunque el Gobierno tomó este año medidas con vistas a
aumentar la producción de hidrocarburos y, por lo tanto, reducir la salida de
divisas por importaciones de energía, las compras al exterior cerrarán 2013 con
un incremento del orden de 25% en comparación con el año pasado. Cuando termine
el año, se habrán ido por esa vía casi 12.000 millones de dólares, según
cálculos conservadores.
Desde el punto de vista de las cuentas nacionales, además,
2014 traerá peores noticias: pese al muy moderado crecimiento de la economía
que se espera, los analistas estiman que en 2014 se gastarán en importaciones
de energía entre 14.000 y 15.000 millones de dólares, es decir, entre un 16% y
un 25% más, según quién haga las cuentas. Es un monto gigantesco. Equivale, por
caso, a la mitad de las reservas del Banco Central -el viernes cerraron en US$
30.820 millones-, y alcanza para construir más de 10 centrales eléctricas de
gran porte. Además, multiplica por 12 la inversión que llegará al país a través
del acuerdo entre las petroleras Chevron e YPF y por siete al presupuesto
inicial de 2013 para atender la Asignación Universal por Hijo (AUH).
El crecimiento de las importaciones de energía representa,
también, un mal augurio tanto para ahorristas como para quienes tienen su
negocio atado al acceso al dólar. Todas las medidas relacionadas con el cepo
cambiario, tanto las que apuntan al turismo como la restricción de compras al
exterior, tienen como inspiración la necesidad de resguardar esa divisa para
pagar la factura energética.
"La economía va a un estancamiento inflacionario, por
lo que por el lado de la demanda de energía las presiones del año próximo se van
a desacelerar. Pero como la oferta de petróleo y gas del país mantendrán una
tendencia a la baja, las importaciones van a seguir creciendo. Si asumimos un
escenario de precios similar al de este año pueden aumentar a unos 14.000 o
14.500 millones de dólares", explicó Daniel Montamat, ex secretario de
Energía y ex presidente de YPF, ante la consulta de LA NACION.
Jorge Lapeña, otro ex secretario de Energía, sostuvo:
"El número final de 2014 depende de muchas cosas, pero mientras sigan
bajando la producción de gas y la de petróleo y continúe en aumento la demanda
energética en todos los rubros -naftas, gasoil y energía eléctrica-, las
compras al exterior crecerán fuertemente como en los últimos tres años. No es
irreal pensar en que llegarán a los US$ 15.000 millones".
El desdén de Néstor Kirchner y, luego, de Cristina Kirchner
por la producción de gas parece estar entre las principales causas del
crecimiento en las importaciones energéticas. Al menos así lo muestran las
estadísticas oficiales. Hasta noviembre, el Gobierno pagó 5459 millones de
dólares para cubrir la brecha que ocasionó la menor producción doméstica y el
crecimiento de la demanda. De este total, US$ 3542 millones se destinaron a
solventar las compras de gas natural licuado, que llegan hasta los puertos de
Bahía Blanca y Escobar. Otros 2007 millones de dólares fueron a Bolivia, que
exporta cada vez más gas al país.
as compras de gas, además, encierran otro problema. En la
mayoría de los casos, se pagan a través de subsidios del Estado para mantener
las tarifas congeladas. Desde la llegada de Axel Kicillof al Ministerio de
Economía -primero como número dos y luego como jefe-, el Gobierno ha dado
señales para estimular la producción local de hidrocarburos, en especial de
gas, cuya producción registra una caída persistente durante la década
kirchnerista.
De acuerdo con los números que esgrimió Kicillof durante su
disertación en el Día del Petróleo, a principios de mes, el Estado transfirió a
las petroleras 1500 millones de dólares en subsidios en el contexto de un plan
de estímulo a la producción de gas que anunció la presidenta Cristina Kirchner
en noviembre de 2012.
Esas transferencias les garantizan a las petroleras que
cobrarán US$ 7,50 por millón de BTU (la unidad de medida) por el gas adicional
que sumen a su oferta anterior. El precio triplica el valor promedio que
recibían las compañías y comenzó a contener la caída en la producción de las
grandes empresas. Sin embargo, el estímulo se nota especialmente en los números
de la estatizada YPF, que sólo explica el 25% de la oferta nacional de gas.
Las importaciones son apenas un capítulo de la balanza
comercial energética. Debido a la caída de las exportaciones, el rojo se
profundizará el año próximo, hasta los US$ 8500 millones, según los números de
Montamat. Un motivo más para ajustar la presión sobre el cepo cambiario.
Una cuenta que no deja de crecer; cada vez es mayor la
dependencia de combustibles importados
11.844Compras
Son los millones de dólares que se necesitarán para importar
energía en 2013
14.500 Previsión
Es, en millones de dólares, lo que se necesitaría para
importar energía en 2014
3542 Importación
Son los millones de
dólares que se gastaron para comprar GNL hasta noviembre
3,9% Aumento
Es la suba de la
demanda de electricidad en noviembre frente a igual mes de 2012 TOMADO DE
NACION DE AR
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