En 42 años desapareció
el 58% de los vertebrados del planeta
Medio Ambiente
La caza ilegal es la amenaza más frecuente para la
disminución de la población de los elefantes. | AGENCIAS AFP París |
La cantidad de mamíferos, peces, aves, anfibios y reptiles
se redujo un 58 por ciento en el mundo entre 1970 y 2012 y el declive seguirá
si los humanos no hacen nada para evitarlo, advierte en su informe
"Planeta Vivo 2016" el World Wildlife Fund (WWF, o Fondo Mundial para
la Naturaleza).
"Si sigue la caída de la biodiversidad, el mundo
natural que hoy conocemos se desmoronará en su conjunto", advierte el
director general del WWF Internacional, Marco Lambertini, en un balance del
estado del planeta.
Según el organismo de defensa del medioambiente, "el
declive que padecen las poblaciones de especies salvajes es cada vez más
preocupante", y agrega: "Llegará en promedio a un 67 por ciento de
aquí a 2020" si no se hace nada para revertir la tendencia.
"Estamos asistiendo a una regresión de la vida sobre el
planeta, de la cual somos en parte responsables (…) es un factor de riesgo
importante para nosotros", destaca Pascal Canfin, director general de WWF
Francia.
"Si desaparece lo vivo, desaparece el capital natural,
destruimos nuestra capacidad para vivir en el planeta a largo plazo",
continúa. "La humanidad se está poniendo en peligro ella misma",
resume.
El informe anterior, publicado en 2014, mencionaba una caída
de 52 por ciento de las poblaciones de vertebrados en el mundo, entre 1970 y
2010.
Impacto marginal del
clima
Para medir su evolución, el WWF, en colaboración con la
Sociedad Zoológica de Londres, estudió 14.152 poblaciones pertenecientes a
3.706 especies vertebradas.
Animales de agua
dulce
Los animales de agua dulce se encuentran particularmente
afectados. Su población está en caída libre: disminuyó un 81 por ciento en
promedio entre 1970 y 2012. Son víctimas de la sobreexplotación, a veces
involuntaria, como cuando quedan atrapados en las redes de pesca, como los
delfines de río, o la pérdida y degradación de su hábitat.
La población de las especies terrestres cayó un 38 por
ciento. A causa de la caza ilegal, el número de elefantes de África, por
ejemplo, disminuyó en 111.000 ejemplares desde 2006, estabilizándose en unos
415.000, según las estadísticas.
Poblaciones marinas
Las poblaciones marinas cayeron, por su parte, un 36 por
ciento. Un tercio de las especies de tiburones y de rayas están ahora
amenazadas de extinción, fundamentalmente a causa de la pesca excesiva.
De manera general, la amenaza más frecuente que pesa sobre
las poblaciones en declive es la pérdida o la degradación de su hábitat a causa
de las actividades agrícolas, la explotación forestal, la extracción minera,
los transportes o la producción de energía.
Otras causas son la sobreexplotación (caza, pesca), la
contaminación (industrias, urbanización), las especies invasivas y las
enfermedades.
DESARROLLO
En unos pocos días, la comunidad internacional reunida en
una nueva conferencia en Marrakech intentará comenzar a concretar el compromiso
adoptado en la COP21 hace casi un año en París, para limitar el calentamiento
"muy por debajo de los 2ºC".
Más allá, los científicos prometen un impacto devastador
para el ser humano y los ecosistemas, a causa de las inundaciones, las sequías,
las tempestades y otros fenómenos extremos.
Actuar se vuelve tanto más urgente cuanto que desde
principios de los años 1970 la actividad humana deteriora el capital natural a
un ritmo superior al de su reconstitución.
"Estamos consumiendo nuestro capital natural cada vez
más temprano", destaca Pascal Canfin, director general de WWF Francia.
Este año, la humanidad vive "de fiado" desde el 8
de agosto, es decir que ya había consumido la totalidad de los recursos que el
planeta puede renovar en un año, según la ONG Global Footprint Network. En
2015, ese día llegó el 13 de agosto, comparado con el 23 de diciembre, en 1970.
Actualmente, la humanidad necesita el equivalente a 1,6
planetas para lograrlo.
Sin embargo, la población mundial, hoy de 7.400 millones de
personas, alcanzará los 9.700 millones en 2050. A ese ritmo, se necesitaría un
segundo planeta.
"Las consecuencias de la presión humana sobre el
medioambiente se conocen y se observan cada vez mejor" y, sin embargo,
"no hay ninguna reacción económica racional", deplora el WWF, que
llama a un "desarrollo económico sustentable". Tomado de los tiempos
de Bolivia
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