Derrota política municipal: Preservar lo avanzado en
compromisos sustentables y fortalecer la transversalidad de la gestión ambiental
local
por Luis Alberto
Gallegos, editorial del Boletín GAL.- Las cifras son contundentes. La
Nueva Mayoría sufrió una de sus peores derrotas políticas en lo que va de
proceso democrático. Y, sobre todo, un severo llamado de atención ciudadano
sobre el tipo de probidad y transparencia de algunas autoridades, de la calidad
de su gestión de gobernabilidad y del grado de respuesta, cercanía e identidad
con las demandas de nuestra gente.
Hoy, a pesar que podamos intentar morigerar este
complejísimo escenario; buscar -como a veces algunos suelen hacer- chivos
expiatorios en terceros o fungir de generales sabihondos después de la batalla
o hacerle el quite a los propios errores u omisiones, todos los conductores de
las organizaciones integrantes del Pacto Nueva Mayoría tienen absoluta
responsabilidad en estos desastrosos resultados.
Por cierto, tampoco se trata de extremar los dramatismos,
sumirse en depresiones o cortarse las venas. En política no se llora (aunque a
veces sí), se asume con dignidad los resultados de nuestras propias acciones,
se evalúa con objetividad y perspicacia las causas de esta nueva situación y,
sobre todo, se renuevan y rediseñan con sabiduría las estrategias en el corto,
mediano y largo plazo.
Es verdad, le fallamos a nuestra gente, ante la cual debemos
corregir de modo urgente nuestro actuar político, reinstalar las confianzas
socavadas, reencantar y fortalecer las esperanzas en nuestro sistema
democrático. Tenemos la inteligencia, la voluntad, la fuerza y la convicción de
que nuestras propuestas democráticas son las que Chile necesita. Hagámoslo y
convenzamos a nuestras comunidades de todo este capital político-social que
disponemos y que hemos heredado de nuestros ancestros, para volver a recuperar
las posiciones socio-políticas hoy temporalmente delegadas.
Preservar lo avanzado
En materia ambiental, esta derrota política tiene
inevitablemente sus efectos en todas las esferas de la gestión edilicia a
desarrollar en los próximos cuatro años. Por ello, es probable que los cambios
de autoridades municipales impliquen nuevas percepciones y valoraciones sobre
el tema ambiental. Esperemos que estos cambios signifiquen para mejor y no un
retroceso.
En este anterior período municipal de cuatro años de
ejercicio de las autoridades edilicias, se han producido muchos y
extraordinarios avances en materia ambiental. No sólo se han desarrollado y
ampliado notablemente las voluntades y las decisiones de las autoridades a
favor de territorios, comunas y territorios sustentables, sino que se han
creado novedosas normativas ambientales, se han generado prácticas tecnológicas
innovadoras, se ha abierto e instalado a los municipios de Chile en los
procesos y compromisos globales en materia climática y ambiental, se ha
producido asociatividades municipales con diversos actores sociales, políticos,
académicos y económicos, se ha incentivado el conocimiento, la ciencia,
la cultura y el quehacer ambiental en las comunidades locales y, particulamente,
se ha fortalecido la participación ciudadana en la gestión ambiental local.
En otras palabras, en este período reciente los municipios
de Chile se han empoderado y han adquirido un protagonismo nuevo en materia de
gestión ambiental local. Este activo y todo este capital y avances que se han
logrado a nivel municipal, hay que preservarlo a toda costa. Para ello,
apelamos a los funcionarios municipales de las áreas ambientales -que siempre
se la han jugado y que son los principales actores en estos logros- y en
particular a la ciudadanía de las organizaciones socio-ambientales de cada
comuna a que estén alertas y defiendan sus propios logros.
Transversalidad de lo ambiental
Los problemas, conflictos y desafíos ambientales no tienen
color político, son universales para cada comuna, región, país y el Planeta. La
contaminación atmosférica, los residuos sólidos, el cambio climático, entre los
múltiples temas ambientales, nos afectan a todos y no discriminan por razones
ideológicas, sociales o políticas. Por tanto, su tratamiento y solución es
responsabilidad de todos y todas. Seamos autoridades, funcionarios, técnicos o
ciudadanos.
En ese sentido, invitamos a las nuevas autoridades
municipales a preservar y nutrir las nuevas institucionalidades y responsabilidades
ambientales municipales que se han generado en el marco de la Ley 20.417 de la
nueva institucionalidad ambiental, de la Ley 20.920 de responsabilidad
extendida del productor o Ley REP y las diversas normativas nacionales y
compromisos globales sobre cambio climático y desarrollo sustentable. Lo que
corresponde en nuestro sistema democrático es que las personas o autoridades
pueden cambiar, pero la institucionalidad se mantiene. Aunque a veces no
siempre con el mismo énfasis, voluntad política y prioridades en las
decisiones.
Asimismo, sugerimos preservar a los municipios instalados en
el Sistema de Certificación Ambiental Municipal (SCAM), potenciándolos y
ampliando su número actual de 155 a muchos más; solicitamos lo propio respecto
a los municipios participantes de la Huella Chile que perfectamente podrían
aumentar su actual participación de 15 a nuevos registros; igualmente,
confiamos en que las nuevas autoridades municipales fortalezcan las redes y
asociatividades que se han creado y desarrollado respecto al tema ambiental y
climático; finalmente, esperamos que las autoridades municipales electas o
reelectas consoliden y amplíen sus vínculos, cooperación y coordinación de su
gestión ambiental con la Comisión de Medio Ambiente de la Asociación Chilena de
Municipalidades (AChM). (FIN) VER: https://boletingal9000.files.wordpress.com/2016/10/editorial-resultados-elecciones-2016.pdf tomado de envio de boletín gal de chile
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