martes, 10 de diciembre de 2013

ESTUDIAN AGUAS como parte de programa IBERA + 10

EN EL MARCO DEL PROGRAMA IBERA +10
Estudian cambios en características del agua y en sus comunidades
Especialistas que realizan un muestreo de grandes lagunas en la provincia, destacaron su gran biodiversidad. Si bien sostienen que no es apropiado hacer diagnóstico precipitados, remarcaron variaciones en el
ecosistema.
CLARISE SANCHEZ SOLOAGA
Desde el 2006 al 2009, integrantes del Centro de Ecología Aplicada del Litoral y otras áreas de la Universidad Nacional del Nordeste, realizaron muestreos estacionales en las grandes lagunas (Iberá, Galarza y Luna), en las lagunas más pequeñas (Paraná e Itatí) del sector Sur y en el río Corriente.
En 2013 hicieron dos mues-treos, en abril y recientemente en noviembre después de un período diferente al anterior caracterizado por abundantes lluvias.
Este año llovió sobre el Iberá 826 mm en sólo dos meses (marzo y abril) en tanto que en los años secos, como el 2008, precipitaron 1.019 mm en todo el año.
Entre los aspectos más característicos, Alicia Poi, doctora en Ciencias Biológicas e integrante del equipo, destacó que  “por tratarse de un humedal alimentado por las lluvias, hay cambios importantes en las características del agua de las lagunas y del río Corriente y en la biodiversidad según estemos analizando un período con escasa lluvias o uno lluvioso”.
“No es apropiado hacer diagnósticos ni predicciones a futuro si no se tiene la información de ambos períodos. Por eso son muy valiosos los datos que pudimos tomar este año”, explicó. 
Entre lo más característico del ambiente de la región en la cual enfocaron el estudio enumeró el agua con muy baja salinidad, su estado de conservación y la gran biodiversidad.
El proyecto que lleva el título “Estado Ecológico Actual del Iberá”, el cual se elabora en el marco del Programa “Iberá+10”, tiene como objetivo principal hacer un diagnóstico del estado ecológico actual de los ambientes acuáticos del Iberá.
Se busca analizar las características físicas y químicas del agua y el patrón espacial de las comunidades acuáticas con mayor valor indicador de las lagunas (vegetación, invertebrados que viven en las áreas con vegetación, fitoplancton y zooplancton) durante un escenario caracterizado por condiciones anormalmente secas en comparación con un escenario de muchas lluvias.
Además, los investigadores cuentan con información previa (recabada 30 años atrás) que se tomará como escenario de referencia. Este marco previo permitirá evaluar el cambio producido en la proporción en la biodiversidad de la vegetación y de los animales y en la abundancia de las especies indicadoras. La Unne brindó los recursos para publicar en el 2003 el libro “Limnología del Iberá”, que reúne la información sobre las características físicas, químicas y biológicas de las lagunas esteros y ríos del llamado sistema Iberá.
El trabajo continuará con la elaboración de los capítulos de un nuevo libro comprometido como producto del proyecto que resumirá cómo es la vida en las aguas del Iberá. Este constará de una introducción, el Capítulo 1 estará referido a las características físicas y químicas del agua entre 2006 y 2013; el Capítulo 2, en tanto estará dirigido a las plantas acuáticas vasculares; los capítulos 3 y 4 a los microorganismos que viven en  suspensión el agua (las algas y plancton animal); el Capítulo 5 versará sobre los invertebrados acuáticos de las áreas vegetadas y el Capítulo 6 estará destinado a sintetizar las relaciones tróficas entre las diferentes comunidades.
Los integrantes del equipo son Alicia Poi, Juan José Neiff, Sylvina Casco, Romina Carnevali y Solange Martínez. Trabajan también en el proyecto:  Yolanda Zalocar, María Celeste Franceschini, Marina Forastier, Luciana Gallardo, Margarita Frutos,  Abel Oscar Ramos y Julio Cáceres, quienes se desempeñan en el Cecoal y en diferentes cátedras de Facena Unne. Agradecieron al personal, en especial a los guardaparques de la Reserva Natural del Iberá en Colonia Pellegrini y en el Paraje Galarza. Al personal El Dorado y a la gente de Posada Rancho Iberá.

“Algunas personas me han preguntado por qué los estudios están centrados en el agua y sus organismos, por qué estudiar el plancton y los invertebrados de las áreas vegetadas; y les respondo porque si en el agua falta el oxígeno, además podemos explicar por qué hay poca pesca y por qué los pequeños animales que están en la vegetación son el principal alimento de los peces”, comentó Poi a El Litoral. Tomado de el litoral de ctes ar 

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