La Intendencia de Paysandú está probando
luminarias LED para el alumbrado público, en el marco del llamado a precios
para cambiar las luces de 400 watts de halogenuro metálico y sodio de las
calles 18 de Julio y Leandro Gómez por LED que consumen entre 200 y 300 watts
(dependiendo de la marca), pero con un importante ahorro en el consumo y una
capacidad lumínica sensiblemente mayor, en alguno de los casos casi cuatro
veces mayor que las actuales. Según explicó a EL TELEGRAFO el ingeniero Marcelo
Echeverry, de la sección Alumbrado Público de la Intendencia de Paysandú, las
lámparas de sodio tienen un rendimiento de 105 lúmenes por cada watt que
consumen, mientras que el LED es de unos 90 lúmenes, pero “la ventaja es la
calidad de la luz que emite, más blanca y con mejor definición de los colores,
además de su bajo consumo. El sodio es un color amarillo que está bien para el
reconocimiento de autos y bultos, pero en la percepción total es mucho mejor el
LED, y se nota claramente”. Las luminarias LED tienen otras ventajas, como una
mejor calidad de luz y la discriminación de colores, aumentando la percepción
del entorno.
MÁS Y MEJOR LUZ
Por otra parte, la calidad y potencia de la
luz se mide en “luxes”, y en ese sentido también toma ventaja el LED. Por
ejemplo, en una luminaria que está a prueba en la esquina de 18 de Julio y
Setembrino Pereda, el LED de 300 watts registra 110 luxes, mientras que una
lámpara de halogenuro de 400 watts registra 31 luxes lo mismo que otro LED de
200 watts que está frente al Club Social Sanducero, que dando el mismo registro
de luxes consume la mitad de energía eléctrica e ilumina mejor el entorno.
También son un
buen ejemplo las luminarias instaladas en República Argentina y Enrique
Chaplin, frente al control viejo, y en avenida Italia frente a la bandera de
Paysandú. En principio serán cambiadas algunas decenas de lámparas en tramos de
las dos principales calles de la ciudad, dado el alto costo de los LED, que
parten de una base de 400 dólares cada uno.
LAS CONDICIONES
Entre las condiciones que hay para el negocio,
Echeverry considera “la parte técnica, si cumple con las especificaciones
internacionales en cuanto a normativa de fabricación, la vida útil y garantía,
y después se considera la parte económica”. Se presentaron cuatro ofertas en el
llamado a precios para el cambio de las lámparas por LED. “De las cuatro, tres
cumplen la parte técnica, y lo económico lo considera una comisión”. La
propuesta de la Intendencia es que una empresa cambie las lámparas de sodio o
halogenuro por luminarias LED. El precio por esas luminarias se pagará en
cuotas, que serán exactamente la diferencia entre lo que hoy se paga por el uso
de la electricidad para el alumbrado público, y el consumo que se registrará
con los LED. Cuanto más se ahorre, más rápida será la recuperación de la
inversión para el privado. A su vez, la Intendencia --luego de terminar de
pagar-- tendrá un sensible menor gasto en alumbrado público, que a su vez le
permitirá seguir cambiando las luminarias. Este sistema está específicamente
autorizado por el Tocaf (que regula las contabilidades públicas), que permite
tratar directamente con la empresa para que lo cobre con el ahorro que se
genera.
MAYOR VIDA ÚTIL
También se contempla la garantía, y hay una
empresa que da garantía por 10 años, otra por seis y la tercera por cinco años;
lo que también se expresa en horas, yendo desde 50.000 hasta 100.000 horas de
uso, mientras que las que están ahora instaladas tienen una vida útil de 32.000
horas en condiciones de laboratorio, lo que se reduce sensiblemente al
considerar que están al aire libre y a merced del clima. Estas lámparas se
cambian promedialmente cada cuatro años, por lo que también hay un ahorro de
personal y transporte para el mantenimiento.
SUBSIDIO ESTATAL
Por otra parte, y no menos importante, de
acuerdo al convenio realizado entre el Congreso de Intendentes y el gobierno
nacional, este último se hace cargo y paga el 40% del valor de la factura de
UTE por alumbrado público en cada departamento, y ese subsidio directo
--vinculado a la seguridad pública-- subirá al 50% y hasta el 60% de la factura
en la medida que las intendencias, como está haciendo la de Paysandú antes con
los semáforos con LED y ahora con las luminarias, inviertan en la mejora del servicio
y un menor consumo.
El ingeniero
comentó que la amortización de las luminarias LED se hace en menos de 10 años,
por lo que la Intendencia quedaría con un “plus” de garantía después de haber
terminado de pagarlas y seguir generando ahorro real. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE
URUGUAY
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