Abejorros, animales y personas
La cultura humana en temas de naturaleza se ha fundamentado
en la creencia de su superioridad sobre el resto de los animales. Milenios que
casi han impreso esa huella en nuestra genética.
Vi en adopción, en páginas que ayudan a que animales de
compañía encuentren hogar, una gata a la que le mataron su cría y la tiraron a
la calle; otro felino que fue rescatado por quien vio cuando en un costal lo
lanzaron a una quebrada para que se ahogara.
Dos hechos crueles normales para infinidad de personas (y
bajo nuestra legislación ya son punibles).
En foro de la Personería de Medellín, al celebrar el Día
Mundial de los Animales, se recordó que pese a que Medellín es modelo en
prácticas de cuidado animal, la violencia contra ellos es alarmante.
Son animales de compañía, domésticos por su cercanía con el
hombre, mascotas les dicen.
Pero ese desdén es sobre todas las formas vivas, importantes
mientras reporten beneficio económico. Y no solo están a punto de desaparecer
los grandes mamíferos por la cacería para complacer la vanidad humana sino
porque nos tienen sin cuidado cuando transformamos hábitats para nuestro
provecho.
No se ha dado cuenta el hombre de que sin las demás formas
vivas no tendrá futuro. El que la tasa actual de extinción aún no amenace
nuestra subsistencia como especie, aunque ha afectado pueblos en diferentes
regiones, no nos deja ver lo que podría pasar.
En el foro de la Personería, mucho rostro joven, mostrando
que el cambio de esa concepción se puede dar. Va siendo hora de entender que
los animales, casi todos con más tiempo sobre la Tierra que nosotros, también
tienen derecho a vivir acá sin ser exterminados por una sola especie que decide
por todas las demás sin considerar cómo sus decisiones pueden afectarlas.
Las cosas cambian. La semana pasada un artículo en Science
sugiere que los abejorros tienen emociones. ¿Las tendrán otros insectos? Y
podrá parecer risible a algunos, pero neurocientíficos buscan cuáles animales
pueden ser considerados como personas.
En ese sentido, esa misma revista publicó ayer otro estudio
que sugiere que los grandes simios tienen teoría de la mente, son capaces de
leer las emociones de los otros (uno de los rasgos que nos definen como
humanos).
¿Hasta cuándo?
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