Dos represas tienen
caudales mínimos
Un técnico, en la laguna de Wara Wara, muestra dónde
comienza el nivel cero, que es agua utilizable. | Rubén Rodriguez
El bombeo de agua para la zona norte de la ciudad. | Rubén Rodriguez
La represa de Wara Wara, en el Parque Tunari, está por
debajo del nivel de aguas muertas por la falta de lluvias. | Rubén Rodriguez
El operador de Wara Wara muestra el nivel de la represa. |
Rubén Rodriguez
Violeta Soria
A dos meses de que termine el periodo de lluvias, las dos
represas de Semapa —Wara Wara y Escalerani— tienen niveles muy bajos. La mitad
del agua que consumen los usuarios de la red pública proviene de estas dos
reservas, informó el gerente de empresa pública, Gamal Serhan.
El caso más crítico es el de Wara Wara que a tres meses del
periodo de lluvias, desde noviembre, no ha llegado ni al nivel cero de
almacenamiento. El desafío de Semapa es acumular por lo menos la misma cantidad
que el año pasado.
De acuerdo al gerente del Servicio Municipal de Agua Potable
y Alcantarillado (Semapa), Gamal Serhan, la represa de 9,5 metros de altura
está en 46 centímetros por debajo del nivel de aguas muertas. Es decir, ni
siquiera llegó al nivel cero de la represa que en anteriores años, incluso,
rebalsó.
Otra señal de la falta de agua es la formación de una isla
en medio de la represa, que no se veía desde hace cinco años.
Como el nivel de agua es mínimo, el líquido no puede salir
por gravedad y se requiere usar bombas para sacar entre 60 y 70 litros por
segundo. Los equipos operan desde octubre y por día consumen 45 litros de
diésel.
Wara Wara envía sus aguas a través de un ducto a la planta
de tratamiento de Lomas de Aranjuez y después de ser potabilizada es
distribuida a la zona norte.
El operador de bomba de Semapa, Raúl Román, informó que para
febrero de 2016 la laguna de Wara Wara registró dos metros sobre el nivel de
aguas muertas, razón por la cual bombearon el líquido. Añadió que si no llueve
en los siguientes meses, la represa puede secarse.
De acuerdo a la información de Semapa, la situación también
es preocupante en Escalerani, donde se almacenó 887.500 metros cúbicos, el 15
por ciento.
Consultado sobre qué acciones asumirá, Serhan explicó que su
prioridad es garantizar los mismos niveles de agua de 2016. Por ello trabajan en previsiones.
Añadió que, debido a que las lluvias más fuertes se
registran en febrero, aguardará para informar “cómo será este año”.
No descartó un nuevo racionamiento de agua para la ciudad,
que podría entrar en vigencia una vez que concluya el periodo de lluvias, en
abril. En esta línea, el plan de contingencia de Semapa estará listo hasta
marzo.
El jefe de protección del Parque Nacional Tunari (PNT),
Alberto Terrazas, informó que después de un recorrido a 20 lagunas de la
reserva constataron que Wara Wara es la “más crítica”. Las demás lograron
almacenar un promedio de 50 y 60 por ciento de agua. La falta de lluvias es el
principal motivo.
Terrazas enfatizó que desde 2011 a la fecha “nunca” vio una
situación similar en Wara Wara. Asimismo, explicó que en las alturas, los meses
de diciembre y enero son considerados los de mayor precipitación. Sin embargo,
en este periodo sólo recibieron lloviznas y algunas lluvias torrenciales pero
breves.
La situación también es difícil en la represa de Misicuni que hasta el jueves
pasado sólo acumuló 5 millones de metros cúbicos de los 60 que tenía previsto
acumular. La represa de La Angostura está en 1,27 metros de los dos que se
esperaban para esta temporada.
HAY 7 CONFLICTOS POR AGUA EN EL TUNARI
Ante este panorama, el Sernap identificó siete conflictos y
disputas por el agua entre comunidades del Tunari por la falta del líquido.
“Ellas están optando por no dejar que las aguas vayan a la ciudad. Ponen la
excusa de que ahora también necesitan este recurso para regar y consumo”,
señaló Terrazas.
Entre las comunidades enfrentadas se encuentran Tirani con
Caluyo Chico, ambas disputan las aguas de la laguna San Juan para consumo y el
riego de cultivos. La situación se repite en Sacaba con las centrales
regionales Palca y Morro. En Tiquipaya, el Sindicato Agrario Taquiña y la
comunidad Link’upata. En Quillacollo, El Paso y Millu Mayu están enfrentados.
“Está bastante preocupante la situación. Las autoridades
deberían pensar cómo definiremos el tema del recurso hídrico porque con esta
escasez de lluvia, este año será el peor”, pronosticó el jefe de protección del
PNT.
Lamentó que la escasez de lluvia evita la recarga hídrica en
el PNT. A ello se suma que, debido a los incendios, la poca agua de lluvia que
cae se escurre y no se infiltra. Además, las construcciones evitan la
infiltración de agua. Tomado de los tiempos de Bolivia
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