Una mutación del
protozoo de la malaria pone en riesgo el control de la enfermedad
Según un estudio de las universidades de Oxford y Mahidol,
el germen amenaza los esfuerzos para controlar y erradicar el paludismo en todo
el mundo
Una mutación del protozoo de la malaria pone en riesgo el control de la
enfermedad.
Un estudio de la unidad de investigación de las
universidades de Oxford y Mahidol, en Bangkok, Tailandia, advirtió que el
parásito plasmodium falciparum superbacteria variante severa de malaria y
resistente a los medicamentos se consolidó en el sudeste de Asia y amenaza los
esfuerzos para controlar y erradicar la enfermedad en todo el mundo.
La investigación, publicada en el mensuario The Lancet
Infectious Diseases que reproduce artículos académicos, señala que el
plasmodium falciparum es resistente a la artemisina, el principal tratamiento
contra la enfermedad, y a su complemento, la piperaquina, y que la bacteria se
propaga desde Camboya hacia el noreste de Tailandia y sur de Laos.
"Esperamos que estas evidencias sirvan para destacar la
urgencia de eliminar la malaria en la región de Asia antes de que el falciparum
se convierta en intratable", dijo en un comunicado el director del estudio
y de la unidad de investigación, Arjen Dondorp, según consignó EFE.
El estudio, basado en análisis de sangre a pacientes de
Camboya, Laos, Tailandia y Myanmar, encontró que una mutación de un linaje del
parásito resistente, C580Y, se propagó en los primeros tres países y reemplazó
a otras variantes del parásito.
El C580Y no muestra una mayor resistencia a los medicamentos
que otras mutaciones pero, en cambio, es más fuerte, más transmisible y se
propaga de forma más amplia, indicaron los autores de la investigación. Además,
alertaron del riesgo de que este parásito se propague hacia el subcontinente
indio y África subsahariana, lo que supondría un "desastre de salud
pública global".
La mitad de la población mundial está expuesta a una
infección por malaria, una enfermedad cuya mortalidad se redujo en los últimos
años pero que sigue causando 429.000 muertes cada año -el 70 % de ellos niños-,
según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los medicamentos basados
en la artemisina son de momento los únicos disponibles para tratar la malaria.
Desde 1950, en la zona del oeste de Camboya el parásito de
la malaria desarrolló la resistencia a la cloroquina y a su sustituto, la
sulfodoxina pirimetamina (SP), cuya expansión a África causó un aumento de la
mortalidad por esa enfermedad.
Agencia Télam tomado de la nación de ar
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