Alarma en el río Reconquista: en tres años, aumentaron 53%
los asentamientos a lo largo de la cuenca
Entre 2013 y 2016 se registraron más de 437 villas, según
denunciaron a LA NACION las ONGs Techo y ProyectAR; a la espera de que la
provincia declare la emergencia ambiental, avanza un plan impulsado por vecinos
para urbanizar la zona y sanear sus aguas; que dice la gobernación
Contaminación en la cuenca del Río Reconquista. Foto: LA
NACION / Ricardo Pristupluk
Cada vez las aspirinas sirven menos y el dolor avanza. Se
infecta, tiene olor, huele mal y eso genera molestias de todo tipo. Pero lejos
de ser un "paciente" fácil de tratar, el río Reconquista, ese extenso curso de agua que
atraviesa 18 municipios bonaerenses, está en peligro, al borde de entrar en un
coma profundo del que después será casi imposible salir.
La falta de planificación histórica de obras hidráulicas y
el crecimiento poblacional desordenado a lo largo de la cuenca llevaron a que,
en los últimos tres años, se incrementara un 53% la cantidad de asentamientos:
de 285 (94.127 familias) a 437 (128.098). Además, hizo que proporcionalmente
aumentara el nivel de contaminación (con índices cercanos a los del Riachuelo),
las toneladas de basura (casi un estadio de River lleno cada dos días), las
enfermedades relacionadas con ella (las de transmisión hídrica, como hepatitis,
gastroenteritis, diarreas y parasitosis; las aéreas, problemas respiratorios,
asmas, EPOC y obstructivas crónicas; y las raras, por la presencia de metales
pesados), y la inseguridad presentes en la zona, según registros de las ONGs Techo y ProyectAR.¿Datos oficiales? No
están disponibles. Todo parece moverse en el terreno de la informalidad, de
acuerdo con testimonios recogidos de vecinos.
Uno de ellos tiene un arroyo que corre por detrás de su casa
y dice que "cuando llueve no puede salir a la calle y los chicos tampoco
asistir a la escuela". Otro apunta que es factible "toparse con ratas
de gran tamaño, arañas y hasta lagartos gigantes a cualquier hora".
También están quienes lamentan que los camiones de recolección no pasen seguido
y que los residuos permanezcan dentro de la casa "con moscas y bichos en
las habitaciones".
Primeros pasos
A la espera de que la provincia declare la emergencia
ambiental sobre el Reconquista -una demanda que está a punto de cumplir un año-
y con el fin de empezar a revertir esta problemática compleja, ProyectAR
desarrolló un plan integral que busca urbanizar la cuenca y
sanear sus aguas.
"El principal objetivo es mejorar la calidad de vida de
las personas y reducir la contaminación del río y su cuenca, con la prioridad
puesta en un ecosistema favorable para los afectados y en el fomento de empresas
con propósitos sociales y/o medioambientales", advierten a LA
NACION Carolina Casares y Eduardo Regondi, dos de los principales
promotores del proyecto. Enseguida, dan a conocer los primeros pasos:
"Nosotros arrancamos con la concientización y la sensibilización, para
luego volcarnos a la acción. Hay que activar de alguna manera. No se puede
demorar más. Si tardamos 10, 15, 20 años, no importa. ¿Cómo va a ser una utopía
sanear un río?"
El mapa de los
asentamientos durante 2016. Foto: Techo y Proyectar
La cuenca comprende 134 cursos de agua, unos 1670 kilómetros
cuadrados, y viven en ella más de 4.200.000 de personas (el 40% de la población
bonaerense). El 54 % no tiene agua potable de red y el 63% no está conectado a
la red de cloacas. El panorama se agrava cuando se comprueba que en el área se
asientan casi 22.000 industrias, y que la mayoría vuelca sus efluentes al río
sin tratamientos adecuados.
Qué dice la provincia
Consultado sobre la realidad de la cuenca, Rodrigo Silvosa,
subsecretario de Infraestructura Hidráulica del gobierno bonaerense, manifestó
a LA NACION su preocupación por el estado que atraviesa el
Reconquista, aunque descartó declararlo bajo emergencia ambiental en el corto
plazo, pese al reclamo que impera por parte de los vecinos de zona norte desde
el año pasado.
"Para la provincia, el saneamiento de las aguas del río
no demandará menos de cinco años"
Estimó que el saneamiento de las aguas del río no demandará
"menos de cinco años" y repasó parte del paquete de soluciones en el
que avanza la administración de María Eugenia Vidal, que siguen la premisa de
"frenar la contaminación", ir a fondo y atacar el problema. Así,
enfatizó que "se reactivó el apoyo económico del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), de 280 millones de dolares, para recuperar al
Reconquista" -una medida que estaba en pausa-, y se volvió a poner en
marcha el programa orientado a la reconversión de las industrias contaminantes
instaladas a lo largo de la ribera, en línea con lo que insisten la mayoría de
las ONGs entrevistadas.
"Apuntamos a mejorar la calidad de vida de los habitantes
de la cuenca y a transformar al río en un espacio público óptimo para la vida
comunitaria. Es clave promover la conciencia ambiental, especialmente desde la
educación y hacia los más chicos. El río debe ser de todos", reflexiona
Silvosa al observar la postal borrosa que le devuelve el agua.
El plan paralelo que
impulsan los vecinos
Desde las ONGs consultadas remarcan una y otra vez la
necesidad de adoptar una mirada global acerca de lo que ocurre y desde ahí
trazar estrategias. Eso evitará -aducen- pensar en "curitas" o
"parches", que sólo atacan la situación en forma parcial, como ocurre
en este momento, en el plano institucional.
Los habitantes de la ribera están expuestos a enfermedades
hídricas, aéreas y raras. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk
En concreto, el plan integral que promueven, hecho a pulmón
y financiado por un puñado de empresas, descansa sobre tres pilares clave:
Ambiental: apunta a urbanizar el aspecto
edilicio y los espacios verdes nuevos y por desarrollar; a generar conciencia
de separación de residuos de origen y de cuidado; y a un trabajo colaborativo
de los espacios públicos, además de realizar acciones correctivas dentro del
cauce. "Se implementará un plan de limpieza del espacio público. Habrá una
limpieza urbana diaria y otra quincenal, una logística de colocación de tachos
-que discriminen residuos reciclables y no reciclables- y un mantenimiento, y
capacitación de futuros guardias urbanos", detallan al repasarlo en voz
alta.
Industrial: busca reducir la contaminación
proveniente de ese sector, por lo que es vital contar con un mayor control por
parte del Estado y una política interna de reconversión industrial. "El
mundo no es el mismo y las empresas tienen que entender que si hasta ahora
produjeron contaminando, ya no pueden hacerlo más. Empezamos a trabajar con
empresas que priorizan la responsabilidad social, a empoderar a sus empleados y
a involucrarlos. Si lo hacemos, se comprometen y lo vuelcan hacia afuera; se
produce el famoso efecto contagio", aseguran al comentar sobre los
talleres que ya dictan.
Educativo: persigue la educación en valores
ambientales y sociales, además de capacitaciones sobre el reciclado y la
separación de residuos de origen, el buen uso de espacios comunes verdes y
públicos, y del uso eficiente de la energía y el agua. En este plano, la ONG y
los vecinos hacen hincapié en que hay que promover la conciencia ambiental para
poder "cambiar el switch y bajar al terreno". Hoy trabajan codo a
codo con las escuelas públicas de los asentamientos. A futuro intentarán que el
Ministerio de Educación provincial y un puñado de empresas financien parte de
los programas.
Foto: LA NACION
El saneamiento del arroyo Morón, clave
Entre los puntos esenciales de la propuesta de los vecinos
sobresale el del saneamiento del arroyo Morón, ubicado en la sección inferior
del Río Reconquista. Actualmente, el cruce con el puente del Ferrocarril
General San Martín representa una de las áreas más castigadas, ya que concentra
el 70% de la contaminación orgánica que registra la cuenca. Sus aguas presentan
fuertes olores, una coloración oscura y residuos sólidos (bolsas plásticas,
maderas, textiles, escombros), que confirman "su alta carga nociva",
de acuerdo con informes técnicos que circulan a diario entre los habitantes del
lugar.
Residuos semisumergidos aparecen a lo largo de toda la
cuenca. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk
Además, convocan a monitorear indicadores que ayuden a
diagnosticar y definir políticas en torno a la calidad del agua (temperatura,
turbidez, metales, alcalinidad) y del terreno (cotas de altura y zonas
inundables), y a hacer un taller con los intendentes afectados, para firmar
acuerdos e identificar amenazas y oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario