Damnificados por
aluvión en Tiquipaya peregrinan por ayuda
La maquinaria que trabaja en el río Taquiña, pero sin
volquetas y una fila de vecinos afectados. | José Rocha
Una vecina mira la destrucción que dejó el aluvión. | José
Rocha
Una vecina mira la destrucción que dejó el aluvión. | José
Rocha
Katiuska Vásquez
¿Qué somos?, preguntó ayer Néstor Marca a sus vecinos de
Juventud Chilimarca, uno de los barrios impactados por el aluvión, el 6 de
febrero en Tiquipaya. “Animales perfectos”, les cuestionó. Y es que a más de un
mes del desastre que dejó a 122 familias sin techo, las huellas de la
destrucción están por todas partes, el tamaño de las rocas sobre las casas es
impresionante y la congoja de la gente que lo ha perdido todo se puede palpar.
Néstor continuó interpelando a sus vecinos, que ayer se
reunieron en una asamblea para mostrar cómo viven, qué necesitan y sobre todo
para reclamar por el olvido en el que sienten que los han dejado las autoridades.
Si bien los trabajos de rehabilitación continúan, la maquinaria es mínima y las
volquetas ni siquiera tienen diésel.
“No tenemos ni una tasa para servirnos el desayuno, qué
tenemos que hacer, tomar en latas de sardina, dónde están las autoridades”,
relató el vecino, que como muchos pasa los 60 años y lo perdió todo en un abrir
y cerrar de ojos. Siguió: “Las
autoridades no saben lo que estamos haciendo, viven en otro planeta”.
Sólo promesas
Todos saben que tienen que volver a empezar, pero también
saben que no lo pueden hacer solos. Iván Torrico reclamó: “Señor Evo Morales,
señor Vicepresidente y Gobernador, qué pasó con las promesas que hicieron, no
se juega con el dolor de la gente”.
Los afectados piden
la rehabilitación de vías, la limpieza de sus casas, la reconstrucción del
puente y una revisión de las casas que quedaron en pie. No saben si las tendrán
que demoler, si las podrán rehabilitar o tendrán que irse.
La gente se siente asfixiada por el lodo fétido y teme por
el brote de enfermedades. ¿Dónde está el Programa Mi Salud?, preguntó Elizabeth
Salinas, la mamá de Gamaliel, el niño que murió por rescatar a su mascota.
Pidió dar con los responsables del desastre.
“Lo último que sabemos es que el Alcalde sabía y no avisó,
podíamos salir con vida hemos perdido seres queridos”, lamentó.
Al día siguiente del desastre, el 7 de febrero, el
vicepresidente Álvaro García Linera les dijo a los afectados: “Con Defensa
Civil hemos traído más alimento, más víveres, hemos traído más colchones, más
frazadas (…) A las personas que han perdido sus casas vamos a construirles
nuevas”.
El dirigente de Juventud Chilimarca, Víctor Cadima, declaró:
“Estamos entrando a una etapa de enfriamiento, las máquinas están cumpliendo
sus horas y se están yendo. El martes tuvimos que hacer un cordón humano para
evitar que dos máquinas se vayan”.
Más recursos
Sólo una comisión del Concejo Municipal llegó a la zona del desastre; no acudió el alcalde
Juan Carlos Ángulo ni el gobernador Iván Canelas.
El presidente del Concejo Saúl Torrico informó que se aprobó
una ley para un crédito para la compra de maquinaria pesada.
Campaña
“Ayudemos a levantar Tiquipaya” es la campaña que
empresarios y ciclistas realizaron para
colaborar con los afectados del desastre. Ayer, entregaron 40 mil bolivianos a
cinco familias.
El presidente de la Federación de Entidades Empresariales,
Javier Bellot, convocó a los empresarios a apoyar las actividades del domingo: una pedaleada solidaria y una
confraternización en El Manantial, la entrada es 20 bolivianos.
TESTIMONIOS
"Todavía estamos asfixiados en el lodo, hay ocho casas
que están bajo el barro. La maquinaria ya se irá". Víctor Cadima.
Dirigente Chilimarca
"Ni dormimos ni comemos bien ni nos vestimos bien. Qué
somos, unos animales perfectos". Néstor Marca. Vecino
"Se tiene que dar con los responsables, no sólo la
naturaleza tiene la culpa; también las autoridades". Elizabeth Salinas.
Mamá de niño fallecido
TAQUIÑA: ESTUDIO DEFINIRÁ LA FRANJA DE SEGURIDAD
A pesar del efecto devastador del aluvión para las viviendas
cercanas al río (torrentera) Taquiña, en la zona próxima al Parque Nacional
Tunari los vecinos se resisten a dejar su hogar o ser reubicados.
Una pobladora aseveró que en 2017 sacó una certificación
para un crédito bancario y la Alcaldía avaló que su casa estaba aprobada y que
Taquiña era una torrentera; no un río, con una franja de seguridad de 25
metros.
El presidente del Concejo manifestó que se trabaja en una
nueva delimitación a través de una consultora y que los resultados serán
consensuados. La norma de la gestión de Saúl Cruz (MAS) quedó anulada.
El Alcalde dijo en declaración a la prensa que apoyan a las
familias en el marco de sus responsabilidades y que la franja de seguridad
tendrá que aumentar. “Manejen el término
reubicación con mucho cuidado, no pueden decirnos váyanse arbitrariamente”,
dijo un vecino. TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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