El fin de semana se multiplicaron los focos en las islas
Incendios fuera de todo control
Voluntarios entraron a combatir llamas junto con isleños en
áreas donde no había brigadistas, que a su trabajaron al límite.
Por Juan Giosa
Casa arrasada en zona de Paso Destilería.
Imagen: Multisectorial por los Humedales
El fuego en las islas entrerrianas tuvo un nuevo capítulo
angustiante en el día de ayer con grandes incendios que pusieron en riesgo
viviendas ubicadas en la zona de Boca de la Milonga, frente a Granadero
Baigorria. Los propios isleños, junto con voluntarios ambientalistas, se
encargaron de combatir las llamas con lo que tenían a mano para evitar que
arrase con todo, con el riesgo que eso implicó para sus propias vidas. La gran
cantidad de humo generado por el fuego provocó la necesidad de cortar el tránsito
en la conexión Rosario-Victoria, a donde se había convocado un numeroso grupo
de personas que quería meterse en las islas para "colaborar en el combate
al fuego" y asistir con víveres.
Los fuegos se avivaron en la tarde-noche del sábado,
avanzando de norte a sur en la Isla La Deseada, conocida como Boca de la
milonga, ubicada a la altura entre Capitán Bermúdez y Granadero Baigorria. A
medida que aumentaban las llamas, la situación se tornó gravemente riesgosa
para las familias que viven en el lugar por lo que, ante la falta de respuestas
de las autoridades según la versión de los ambientalistas, debieron encargarse
ellos mismos de la situación junto a la ayuda de vecinos y voluntarios. “Hay
alrededor de 20 vecinos que están desmalezando, mojando con bombas de agua y
mangueras mientras en mi casa estamos mojando todo alrededor porque sabemos que
el fuego va a llegar”, relataba por esas horas una las vecinas a la
Multisectorial por los Humedales, que ayer trajinó en ayuda a lugareños y llamó
a movilizarse, incluso abriendo una colecta de fondos.
Lejos de resolverse, la postal se repitió, e incluso se
agravó con grandes llamas que continuaron avanzando hacia escasos metros de
donde están instaladas pequeñas casas particulares. Una vez más los isleños
tuvieron que recurrir a lo que tenían para evitar que las llamas lleguen a sus
viviendas, y esta vez contaron con la colaboración de casi 100 voluntarios de
organizaciones ambientalistas que lograron cruzar para dar una mano.
Julia Gracia fue una de las que estuvo ayudando ayer en la
zona de Paso Destilería, unos 2 mil metros al norte de la traza de la ruta
Rosario-Victoria. “Somos amigos de gente que tiene casa acá, kayakistas,
ambientalistas y estamos dando una mano. Logramos salvar tres o cuatro casas
que por ahora están alejadas del fuego, pero si a la noche vuelve el viento va
a complicarse”, alertaba ayer a este diario.
Gracia dijo que en ese sector no vio brigadistas trabajando
ni equipos de tierra ni aire. En ese sentido, contó que ellos mismos combatían
el fuego haciendo pasamanos de baldes, tirando ramas verdes e inundando los
alrededores: “Usamos una bomba de agua hasta que dejó de funcionar por falta de
combustible”. Por esta situación, se mostró contrariada con Prefectura:
“Estuvieron, y se fueron, dijeron que no podían hacer nada. O sea que ni
siquiera estuvieron por si hacía falta evacuar a la gente”.
En esa sintonía, la Multisectorial por los Humedales realizó
ayer por la tarde una convocatoria espontánea hacia el Puente Rosario-Victoria
en reclamo por la situación de emergencia que se estaba viviendo, y denunciaron
“abandono de persona por parte de las autoridades municipales, provinciales y
nacionales que desde hace más de 24 horas hacen oídos sordos a los pedidos de
ayuda por parte de los isleños”. En ese marco, un numeroso grupo de personas se
movilizó hasta la cabecera del puente e intentó cruzar para asistir al trabajo
contra los incendios, pero se les impidió el paso debido a que la Agencia
Provincial de Seguridad Vial tuvo que cortar el tránsito en la traza vial por
la gran cantidad de humo que impedía la buena visibilidad para manejar. Y
además porque meter más gente, que no está preparada para combatir incendios,
puede ser más problema que solución.
Algunos voluntarios lograron cruzar temprano en botes y
kayaks hacia las islas para dar una mano y pudieron ver cómo el fuego arrasaba
con todo a su paso. Otros dejaron sus autos en la banquina del
Rosario-Victoria. “Se vivieron momentos de mucha tensión y muy angustiantes.
Miles de hectáreas se han convertido en una alfombra de cenizas”, relató Jorge
Bartoli, de Paraná no se toca, quien estuvo ayudando en uno de los sectores
afectados. Si bien él pudo ver el trabajo de una dotación de bomberos y
brigadistas que estuvieron “arriesgando sus vidas” para apagar alguno de los
focos con las herramientas que tienen, alertó que “los medios son exiguos para
semejante desastre” y que “la situación está desbordada”. En ese sentido,
consideró que “la falta de recursos deja a las claras que puede haber un enorme
esfuerzo pero que no alcanza” y apuntó que “a esta altura, lo único que queda
por hacer es salvar lo que se pueda”.
LEER MÁSMirko Saric | Página12
Desde la Secretaría de Protección Civil de la Provincia de
Santa Fe detallaron que ayer en la zona de Boca de la Milonga estuvieron
trabajando solo 10 brigadistas de la Policía de Islas de Entre Ríos junto a
vecinos de lugar, y que también se contó con aviones hidrantes que realizaron
lanzamientos de agua en algunos de los focos ígneos.
Por su parte, Gabriel Gasparutti, subsecretario de Gestión
del Riesgo y Protección Civil de la Nación, adelantó a Rosario/12 que
la provincia de Santa Fe solicitó medios aéreos y apoyo de más brigadistas.
"Esto se está coordinando con el Sistema Nacional de Manejo del Fuego y el
Sistema de Emergencias para organizar a partir de mañana -por hoy- un operativo
en conjunto con Manejo del Fuego de Entre Ríos, Protección Civil de Santa Fe y
los organismos nacionales".
Tomado de pagina 12 de ar
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