Capa de ozono: ni crece ni se recupera
por Laura
Rocha
Es
posible que en 20 años nada haya cambiado en la capa de ozono sobre la
Antártida? Parece que sí. Al menos un reciente estudio de la NASA da cuenta de
que los satélites han monitoreado el área del agujero y han observado que se ha
estabilizado.
A pesar de ello, la autora principal del trabajo, Susan
Strahan, ha indicado que no está como esperaban encontrarlo. “El que los
agujeros tengan áreas más pequeñas y una mayor cantidad total de ozono, no
significa que se esté recuperando, ni se puede atribuir a la disminución de
cloro”, ha añadido la experta. A su juicio, basarse en esos datos “es como
tratar de entender qué está mal en el motor de un coche sin levantar el capó”.
Por ello, el equipo ha utilizado datos de satélites para
observar el interior del agujero. El mapa obtenido a raíz de estas
observaciones, que ha sido publicado en ‘Atmospheric Chemistry and Physics’,
reveló que el agujero de ozono de 2012 es más complejo de lo que se pensaba.
Los aumentos de la capa de ozono en altitudes superiores a principios de
octubre, causado por los vientos, se produjeron por encima de la destrucción
del ozono en la estratosfera inferior.
Según el informe, las métricas clásicas dan la impresión de
que el agujero de la capa de ozono mejoró tras la firma protocolo de Montreal,
que eliminaba los CFC. Pero en realidad, la meteorología es responsable del
aumento de ozono.
Es probable que este proceso domine hasta 2030, pero la capa
de ozono, que nos protege de los dañinos rayos UV del sol puede, con el tiempo,
recuperarse completamente. Strahan dijo: “Para entender si el agujero de ozono
se está reduciendo, debemos entender todos los diferentes factores que causan
la variación del agujero y esa área”.
¿Esfuerzo mundial en vano? Foto: Image NASA/Ozone Hole Watch
tomado de la nación de ar
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