Energías renovables: El primer brote verde de la economía
macrista
Un grupo de 29 empresas ganaron la licitación para instalar
1142 MW de potencia, equivalentes a 1,5 veces la producción de Atucha II, y
avanzan con inversiones por US$ 2000 millones
Pablo Fernández Blanco Un grupo de 29 empresas ganaron la
licitación para instalar 1142 MW de potencia y avanzan con inversiones por US$
2000 millones
Un grupo de 29 empresas ganaron la licitación para instalar
1142 MW de potencia y avanzan con
inversiones por US$ 2000 millones. Foto:
Javier Joaquín
El viento, el sol y el agua están en la Tierra desde que el
mundo es mundo. Pero la Argentina parece haber descubierto recién sus
potencialidades para instalar desarrollos masivos que permitan producir
energía.
Sobre la base de esos recursos ancestrales se paró el
gobierno de Mauricio Macri para crear su primer boom real de inversiones. Un
conjunto de 29 empresas con nombre y apellido ganaron la licitación para
instalar 1142 MW de potencia (es el equivalente a 1,5 veces la producción de
Atucha II) con una inversión de entre US$ 1800 y US$ 2000 millones. No por
ambicioso el plan es menos concreto: las empresas deberán tener sus iniciativas
listas en un plazo de entre 12 y 24 meses. De lo contrario, perderían una
garantía a favor del Estado que puede llegar hasta los US$ 25 millones.
El premio no es económico, sino también ecológico. Según el
cálculo oficial, con la primera licitación de energías limpias se dejarían de
enviar a la atmósfera unas dos millones de toneladas de dióxido de carbono. Es
lo que producen anualmente 900.000 autos.
El secretario de Energías Renovables, Sebastián Kind, es uno
de los creadores de la iniciativa. La identificación con su cargo aparece apenas
se le echa una mirada a su escritorio. A su izquierda hay dos frascos con
biomasa (desechos orgánicos que se utilizan para generar energía) y la réplica
de un aerogenerador cuyas baterías se cargan con la radiación solar. "La
Argentina está recién empezando con esto, pero en el mundo ya se sabe cómo
hacerlo para que no falle. El tecnólogo le ofrece a las empresas la operación,
el montaje y el mantenimiento por varios años. La posibilidad de fracaso es muy
reducida", sostiene.
El otro promotor es el ministro de Energía, Juan José
Aranguren, que encierra varias curiosidades. Por caso, pasó 35 años trabajando
para una petrolera (Shell), pero hoy se convirtió en el primer defensor de los
recursos renovables. Una más: fue el ministro más criticado en los días álgidos
del tarifazo, pero ahora lidera el sector con mayores chances de atraer
inversiones genuinas y no tradicionales al país.
Meses atrás, el Gobierno anunció que licitaría la
construcción de 1000 MW de energías renovables, pero recibió propuestas por más
de 6000 MW a través de 123 propuestas, de las cuales adjudicaron 17.
La afluencia de pretendientes se debió a que la novia estaba
muy bien arreglada. Los ganadores tendrán un contrato en dólares a 20 años a
través del cual Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico,
comandada por el Estado, se compromete a comprarle toda la energía que
produzcan esos proyectos. Y de premio reciben un ajuste de 1,7% interanual para
compensar la inflación en moneda extranjera, una cuenta que se hizo en base a
los bonos del tesoro norteamericano.
La arquitectura del proyecto parece incluso preparada a
crisis como la de 2001. ¿Qué pasa si hay un default? El inversor puede
reclamarle al Banco Mundial los pagos correspondientes a la amortización
restante del proyecto, siempre que haya pedido en la oferta la garantía de ese
organismo. "En el lugar del mundo y la moneda que quieras", remarca
Kind.
El kirchnerismo había comenzado a caminar el camino de las
renovables, aunque no con un tranco distinto. Por caso, cerró contratos de
energía eólica por US$ 120 el MW, cuando ahora el precio medio adjudicado es de
US$ 59,4. Es el caso de Genneia, una empresa en la que conviven accionistas
diversos como el fondo Fintech, de David Martinez, y la familia Brito,
principales accionistas del banco Macro. Su CEO, Walter Lanosa, explica los
motivos: "Son contratos con diferencias sustanciales. Los anteriores eran
en nuestro caso a 12 años, con venta spot a su finalización. Los nuevos tienen
una actualización anual, son más largos y con beneficios fiscales superadores.
Además, la tecnología avanzó y la apertura del Gobierno hizo que las tasas de
financiación de estos proyectos están acercándose a las de los países
vecinos".
Acostumbrados al riesgo
El boom de las renovables tentó a los grandes jugadores
locales, como Pampa Energía, dueña de Edenor y de centrales de generación,
socia de Transener y una de las grandes petroleras del país tras la compra de
la filial local de Petrobras. "Hoy se han dado una serie de factores
-credibilidad, reglas claras, transparencia, acceso al crédito- que hacen
posible la participación en energías renovables. Seguramente nos presentaremos
a toda futura convocatoria para ampliar el parque de generación eléctrica,
cualquiera sea la tecnología", explicó Gustavo Mariani, vicepresidente de
la firma.
La fiebre de los recursos limpios contagió incluso a los
barones del petróleo, acostumbrados a producir una energía mucho menos amistosa
con el medio ambiente. Pan American Energy (PAE), la segunda entre las mayores
petroleras privadas del país, invertirá US$ 40 millones para instalar entre
cinco y seis aerogeneradores en Garayalde, a mitad de camino entre Puerto
Madryn y Comodoro Rivadavia, bajo cuyo subsuelo la empresa opera Cerro Dragón,
el mayor yacimiento petrolero del país. Uno de los ejecutivos que diseñó el
proyecto lo definió como una prueba en el camino de un cambio en la matriz
energética internacional.
Según el cálculo oficial, con la primera licitación de
energías limpias se dejarían de enviar a la atmósfera unas dos millones de
toneladas de dióxido de carbono
Según el cálculo oficial, con la primera licitación de
energías limpias se dejarían de enviar a la atmósfera unas dos millones de
toneladas de dióxido de carbono. Foto: Javier Joaquín
Aunque la apuesta es costosa, el riesgo es una práctica
común para las petroleras. PAE tiene un doloroso ejemplo en las costas de
Comodoro: junto a YPF y Petrobras desembolsó US$ 140 millones en un pozo
petrolero que no condujo a ningún descubrimiento.
"Son negocios distintos. La rentabilidad de la
exploración y producción petrolera es mayor que la de las energías renovables,
pero también lo es el riesgo. La eólica es un negocio de baja tasa de ganancia,
más cercano al de un bono. Pero casi no hay riesgo", sostuvo la misma
fuente.
La petrolera YPF, cuyo control está en manos del Estado,
perdió en la compulsa para obtener beneficios fiscales y contratos a largo plazo.
Pese a eso, avanza en la construcción de un parque eólico en el yacimiento
Manantiales Behr, en Chubut, que permitirá abastecer sus operaciones con
fuentes renovables de energía. El proyecto implica una inversión de US$ 120
millones en una primera etapa para la construcción y operación de un parque de
30 aerogeneradores con una potencia de 100 MW, un consumo similar al que hoy
tiene la ciudad de Comodoro Rivadavia.
La compulsa de energías renovables encerró otras paradojas.
Por caso, quedó afuera la empresa italiana Enel, una de las mayores eléctricas
del mundo y en la Argentina dueña de Edesur, porque cotizó un precio mayor al
corte que puso el Gobierno. Maurizio Bezzecheri, presidente de la firma, le
explicó a LA NACION los motivos: "Nosotros hicimos nuestro análisis de
riesgo que no solo es financiero, sino respecto a la construcción de las
plantas y a los plazos de ejecución, otras empresas hicieron el suyo. Considero
que el Gobierno teniendo en cuenta la relevancia que tiene la generación , hará
un seguimiento atento de la ejecución de las obras y la marcha de los
proyectos. Y creo que algunas empresas que ganaron la licitación tratarán de
venderlos".
Bezzecheri, un entusiasta de las energías renovables desde
antes de su llegada al país, sostuvo que pese al primer tropezón, la empresa
crecerá en el rubro. "Seguimos desarrollando proyectos y estamos
preparándonos para la segunda licitación [se hará en mayo próximo], así como
para establecer contratos bilaterales con grandes clientes industriales, pero
todavía falta una definición en este tema. Las renovables son la verdadera
perspectiva de desarrollo de este país", aseguró.
La generación eléctria con energías renovables promete
también llevar inversión en tecnología a lugares poco frecuentados por el
capital. Por una razón sencilla: el viento, el sol y el agua no siempre se
ubican en los grandes centros productivos. Así, por caso, hay varios proyectos
que se instalarán en la industrializada Bahía Blanca, al sur de la provincia de
Buenos Aires, pero también en San Antonio de Los Cobres (Salta), en Las Heras
(Santa Cruz), en Arauco (La Rioja) o en Cauchari (Jujuy).
El éxito del primer paso de la administración de Macri en
energías renovables es compartido incluso por quienes no participan
directamente de los proyectos. Juan Bosch es presidente de Saesa, una
comercializadora que le compra a los grandes generadores energía a plazos
largos y se la vende a los usuarios cuando la necesitan. Sostuvo que "la
licitación de energías renovables es un enorme éxito. Las energías limpias han
demostrado que son competitivas frente a las convencionales. Hoy el costo medio
de la electricidad en Argentina se acerca a los US$ 100 MWh; y el costo
marginal (el MWh más caro) es muchas veces US$ 120 MWh. Estos contratos de energía
renovable a los precios logrados de US$ 60 MWh, desplazan energía cara,
combustibles importados. Para los grandes consumidores industriales y
comerciales, las energías renovables son una alternativa muy atractiva. No sólo
para reducir su huella de carbono, o para cumplir la obligación legal de
comprar hasta un 20% de energía limpia".
El Gobierno seguirá aprovechando en los próximos meses el
viento de cola que descubrió en el negocio de las energías renovables. En las
próximas semanas se hará la ronda 1.5, para darles oportunidad para bajar el
precio a quienes quedaron afuera en la primera ocasión, y en mayo próximo se
hará una nueva compulsa. El objetivo en los próximos años es licitar 10.000 MW,
es decir, 10 veces más que el primer paso inaugural que se acaba de dar.
La respuesta está soplando en el viento
La apuesta por las energías verdes
Demanda en alza
El gobierno nacional licitó hace un poco más de un mes la
construcción de 1000 MW de energía renovable y recibió 123 propuestas de 76
grupos que en total sumaban 6000 MW.
Ganadores
Las 29 empresas que ganaron la licitación invertirán entre
US$ 1800 y 2000 millones y deberán tener sus iniciativas listas en un plazo de
entre 12 y 24 meses. De lo contario perderán sus garantías.
Grandes jugadores
El negocio despertó el interés de las principales empresas
del negocio energético como Pampa Energía (dueña de Edenor), la italiana Enel
(Edesur) y las petroleras YPF y PAE.
Energía limpia
Los beneficios de los proyectos de energía renovable
trascienden lo económico y con la primera licitación se dejarían de enviar a la
atmósfera 2 millones de tn de dióxido de carbono. TOMADO DELA NACION DE AR
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